28 feb 2017

Don't Click

Título original
미확인 동영상 : 절대클릭금지 (Mi-hwak-in-dong-yeong-sang : Jeonl-dae-keul-lik-geum-ji)
aka: Don't Click
Corea del Sur, 2012, Kim Tae-Kyeong





















Otro intento fallido

Hace tiempo que di con esta peli, lo que más me atrajo fue su sinopsis, muy parecida a la idea de la mítica Ringu. Sin dejarme influenciar por las críticas de terceros, el hecho de poder ver una versión mejorada y actualizada a los estándares actuales del mito de Sadako me entusiasmó. Esto se agravó al comprobar que se trataba de un producto surcoreano. Quiero decir, su industria es un ejemplo a seguir en la mayoría de los casos para el cine de terror (y el de comedia, por lo poco que he podido ver). Tienen un don para reflejar de la manera más cruda posible las maldiciones, los sentimientos de la envidia y los celos o el abuso escolar. Por tanto pensaba que oye, tendría que estar bien, ¿no?

Actualmente me siento algo descontento al ver que pasan los años y los orientales siguen r que r con la misma temática para su cine de terror, es como si se hubieran quedado estancados. Volver a traer una y otra vez la maldición vengantiva de manual para aleccionar a quienes se lo merecían, está bien en un primer momento, pero cuando se reproduce hasta el hastío salen “cosas” como ésta, Don’t Click.

Tras una lectura rápida a cualquier sinopsis de la peli uno notará la inmediata conexión que presenta con el argumento de The Ring, esto es, un vídeo maldito que te mata tras verlo. Claro está que seguir usando la VHS en pleno siglo XXI es como pretender mandar un whatsapp por un telégrafo, no funciona. Para ello (y seguir explotando la temática) las nuevas películas de la saga ringu japonesas (Sadako 3D) intentaron ubicar a la fantasma por un vídeo maldito que circulaba por la red. Igualmente en la nueva revisión americana, Rings, se realiza un proceso similar. En gustos personales, la versión americana es más consecuente y creíble con lo que nos intenta vender, mientras que los productos japoneses (recordemos, las dos Sadako 3D) uno no se las puede tomar muy en serio… A diferencia de estas dos fuerzas competitivas, nuestra producción coreana “Don’t Click” o como se la llamó durante un tiempo “Unidentified Video”, opta por no uno, sino una tanda de 108 vídeos en cadena que muestran diversos sucesos acaecidos sobre la fantasma vengadora en cuestión. Interesante premisa, buen potencial pero como le estoy empezando a notar al director, nula puesta en escena.

Así, el cineasta encargado del proyecto fue Kim Tae-Kyeong, un hombre el cual cree está innovando en el cine de terror de su país aunque bueno, soñar es gratis. Dentro de sus trabajos podemos encontrar “Dead Friend” o “Muoi”. Siéndoos sinceros, hasta la fecha sólo me he visto su debut y esta cinta, pero si ambas son productos igualmente mediocres, dudo muchísimo que Muoi sea una obra maestra. Aunque oye, podría equivocarme al enjuiciar de tal forma su corta carrera cinematográfica pero si ya de por sí, su debut (que se supone tendría que brillar y hacerse valer) tiene menos luces que un barco pirata pues bueno…

Siendo la típica horror teen movie del tres al cuarto para iguales, la película podría sintetizarse en un “¿pero por qué pasa eso?”. No sólo eso, la acción ocurre a una velocidad trepidante y sin descanso alguno, esto se incrementa a medida que nos vamos acercando al ocaso. El gran defecto que posee es dar miedo intentándolo en una multitudinaria cantidad de veces y cuando ha terminado, empieza otra ronda, como si quisiera ir a más. Dice el dicho que el que mucho abarca, poco aprieta, cierto es. La gran consecución de las escenas le quita cualquier atmósfera de suspense o terror a este tipo de pelis que quieren emular la fórmula “cinta maldita”. ¿Acaso Sadako tenía prisa por aterrorizar a sus víctimas en la obra original? Ninguna, ella iba a su ritmo, pues la red de terror que había creado era suficiente para dejar petrificados a sus víctimas.

Por si no fuera suficiente, después tenemos los diálogos. Oro en paño. No recuerdo haber visto unos personajes tan emocionalmente inestables y bipolares desde hace tela de tiempo. Sobre todo la protagonista, unos cambios de humor que no son normales. A mí más que terror me da pena la pobre hermana buena samaritana que tiene que soportarla en más de una ocasión hasta rescatar de la supuesta ¿maldición-posesión que sufre su hermana? En cuanto a los vídeos malditos nada que decir, no se nos muestran por pantalla, luego el espectador poco pueda empatizar cuando de por sí ya se ha liado entre tanto galimatías. Unos mueren, otros los persigue un algo que supuestamente sólo quiere hacerle ver a la prota su desgracia y por ello la quiere matar… súper coherente, vamos.

Personajes a los que se recurre cuando se les viene en gana para después olvidarlos, otros aparecen de la nada para después morir, una maldición que no tiene claro ni lo que quiere ni por qué se comporta como lo hace, y un largo etcétera de agujeros de guión. Llega un punto donde uno pierde el interés por intentar entrarse de lo que está pasando para esperar a que todos se mueran de una vez por todas.

De hecho cuando apareció en uno de los videos malditos el ritual del hitori kakurenbo me esperaba una cosa relacionada, pero no. Por cierto, encuentro realmente estúpido intentar poner de moda una red social o plataforma a la que parece, está todo el mundo y repito TODO EL MUNDO enganchado cuando no la conoce ni el que la creó. Es que me revienta, además que en esta película quieren utilizarla de excusa para todo, eso o la capacidad omnisciente que tiene la protagonista, al parecer sabe todo sobre los vídeos cuando el espectador se sigue preguntando el porqué de muchas cosas.

Hombre, las actuaciones, efectos especiales y demás están muy bien pero si el contenido es una basura pues que quieres que te diga, yo no apruebo esto.

27 feb 2017

The Coffin

Título originalโลงต่อตาย (long tor tai)
aka: la bara
aka: The Coffin
Tailandia, Corea del Sur, Singapur, EE.UU., 2008, Ekachai Uekrongtham






















Poco más allá de la sinopsis

En Tailandia existe un ritual en el que te introduces en una especie de sarcófago o ataúd, se te cierra con clavos y tras ciertas oraciones de los sacerdotes del ritual se te vuelve a dejar libre. Se dice que la persona se cura, ya sea una enfermedad o carencia personal. Y viendo que la peli es un producto original (a pesar de ser una co producción generosa), no podía faltar ese punto de terror thai tan propio. Personalmente, el terror tailandés no termina nunca de encandilarme, bueno miento, sí que lo consiguió, pero con una obra de arte: Long Khong. Mira que me atraen las leyendas urbanas, ritos culturales o mitos sobrenaturales de países. Por ello mismo el Thai Horror debería ser mi pasión, ¿no? Já, más quisiera yo. De verdad, no sé qué es lo que falla, o lo que no me llega de convencer que cada vez que me veo una peli de miedo tailandesa se me termina atragantando. Una y otra vez le doy oportunidades, hasta hoy. Con esta obra marco un punto y final despegándome temporalmente de esta prolífica industria.

El país en cuestión se las ingenia sin muchos problemas para incluir, la gran mayoría de las veces, parte de su cultura ancestral en sus filmes. La forma en la que es llevado a cabo es otro cantar, “El Sarcófago” es el ejemplo por excelencia. Tenemos todos los pasos, un poco de ritual made in Thai, una maldición y una moraleja educativa (pack completo de manual por si quieres hacer una peli a la tailandesa). En nuestro caso la cinta arranca realmente bien, con un potencial exuberante, dos historias separadas que prometen mucho y más con un elenco de actores de gran calidad.

Entre filas nos encontramos a Ananda Everingham (Shutter) y Karen Mok (A Chinese Odissey) como protagonistas. Nuestros personajes secundarios tampoco se quedan atrás, Suchao Pongwilai (Ong-Bak), Andrew Lin (Wife from Hell) o la bella Napakpapha Nakprasitte tampoco se quedan atrás. Le tengo un especial cariño a la última actriz tras su insuperable actuación en Art of the Devil 2 y 3, no solo porque supiera relanzar como ella misma un inicio de trilogía muerto, sino por su carisma. Igual me imaginé que aquí haría algo similar (porque le hubiera venido como el agua) pero desgraciadamente no fue así (de todas formas, su mera entrada a escena fue una satisfacción).

Bien, ¿dónde falla The Coffin? después de los 20 minutos iniciales, y no sé por qué. Como ya digo, el comienzo es perfecto, un buen ambiente cargado de intriga donde el espectador no termina de pillarle el hilo al asunto, pero después todo se va al garate. Tampoco tanto, pero digamos que cae en aguas de nadie. Se transforma en un producto aburrido y mediocre que a pesar de esforzarse por seguir adelante poco impresiona, cayendo en coincidencias que unen un guión con sustos predecibles y poco originales. Esto se incrementa cuando nos vamos acercando al final, una serie de secuencias se suceden porque nuestro protagonista da con el personaje Dios, que le ayuda en todo y cada una de las cosas que tiene que hacer para que vuelvan las cosas a su cauce. Es como si lo supiera todo, sale de por ahí y qué casualidad, te termina en un santiamén la peli. Ya se va notando la poca credibilidad de los hechos…

Pero vamos, que la moraleja está ahí. No intentes cambiar el destino de la vida, pues algo peor sucederá. Eso, o sino lo mismo intentaba transmitirnos la saga Destino Final con cada entrega. De un modo más americano y explosivo pero a fin de cuentas, el mismo mensaje: no juegues con la muerte.

Ni que mencionar cabe el apartado audiovisual, actuaciones o efectos especiales, a la orden del día. Vamos a ver, estas tecnicidades APORTAN al film, no lo crean. Aquí se vuelven a utilizar con otros clichés del terror thai como los bebés y la sangre, pero eso mismo, poco más.

Un producto olvidable del montón, 


26 feb 2017

Tomie 3

Título Original富江replay (Tomie Replay)
aka: Tomie 3: Replay
Japón, 2000, Fujiro Mitsuishi
















La mejor ¿¡DE TODAS?!

Mirad, si me vi la quinta parte (Forbidden Fruits) antes que la segunda fue por un error, pensaba que era la secuela. Me gusta ver una saga en orden, empezar desde la 1 hasta la 1000 si hace falta, pero en orden. De esta forma uno aprecia mejor la evolución del protagonista común a todas ellas y los distintos puntos de vista desde el que es tratado por todas las cintas (entre otras cosas). Tras aquel error de cálculo, seguí el orden natural de la Tomie-franquicia hasta que ayer le llegó el turno a la tercera: Replay. Al parecer del 99’99% de personas que le gustaron esta película, el 98% asegura que es la mejor de la saga. Hmm… pues estamos jodidos.

                                   

Supongo que el título para la tercera parte sería una especie de desafío contra la obra de Oikawa, autor de la primera película, dando a entender cómo debería haberse empezado con las aventuras de Tomie. Barrer bajo la alfombra de la vergüenza el insulto primigenio y volver a empezar, aquí estoy de acuerdo. ¿Y qué menos que basarse en una historia del manga? Así es, en esta ocasión nos alejamos de guiones plenamente inventados para acercarnos más a lo que debería ser una adaptación, esto es, parecerse todo lo posible al material original. 


Los que no se hayan leído aún el manga (muy mal que hacen) deberán saber que “Hospital Morita” es uno de los episodios más perturbadores, grotescos y asquerosos que alberga el cómic de Tomie. Desde luego, esas embarazadas vampiro no se las ve uno a menudo. De hecho mentiría si dijera que no me las esperaba ver, al igual que el tema de los hongos comestibles (ya me callo). No sé si satisfactoriamente o no, el guión de esta película al parecer sólo utiliza lo que vendría a ser un tercio del contenido de ese capítulo para su peli, rellenando el resto con el mismo tipo de contenido que las anteriores, terror adolescente. Digamos que el inicio y sus posteriores veinte minutos son una lanzadera para el tema deseado, otra cosa que prometía el tráiler. De hecho, muchos dirían que nuestra película es “el tráiler, pero inflado”.
Que un film se saque de la manga una historia diferente a la que prometía en un principio o que te imaginabas no le quita puntos, a no ser que la cagues, claro está. Afortunadamente, Tomie 3 pasa el examen y nos presenta un relato que cae en algunos clichés con amigos de por medio y una novia express que desde el minuto uno le está pidiendo “notice me senpai” al prota. Lo más gracioso es que mientras pasan los minutos, la película se cree que está haciéndolo bien con esa trama de personajes cuando en verdad le está dando una mega relevancia a Tomie. Ojo, no quiero desprestigiar la trama, ni mucho menos. Si bien hasta ahonda un poco sobre los problemas familiares de la protagonista, el resto ni pincha ni corta. No llega a impresionar lo más mínimo, los personajes se marean yendo de aquí para allá con una investigación que siendo aceptable, poco más y además al espectador le termina importando ocho que ochenta lo que te sigan contando. Vengo a ver a Tomie en su esplendor ¡y no la veo! Por eso mismo he dicho antes lo del protagonismo de la psicokiller, porque cuando aparece uno se alegra. Tanto por eso, como por sus geniales entradas en pantalla, son espectaculares, todas y cada una de ellas, no fallan. Sea su nacimiento en el hospital y la manera en la “que nace”, como su posterior evolución, la manipulación típica que realiza o el descubrimiento que se realiza sobre las distintas personalidades que tiene. Y por cierto, ya que estamos hablando de Tomie, es la primera vez en lo que llevamos de saga que realmente se puede contemplar un atisbo de la Tomie del manga. La actriz (Mai Hosho) interpreta a la asesina despiadada de una forma insuperable, dándole un empujón y gracia personales a su personaje.



A diferencia de la segunda entrega, aquí tenemos la oportunidad de ver caras conocidas dentro del cast. Los jóvenes Masatoshi Matsuo (Kairo) y Yôsuke Kubozuka (Ichi) como los dos amigos, Makoto Togashi (Cure) como la enfermera o a Shun Sugata (Marebito) como el Director del hospital. Actuaciones obviamente, muy bien pulidas como de costumbre (en serio, quien piense que las actuaciones asiáticas son malas que vaya considerando el suicidio).

Un nuevo pilar que se une a las cintas de Tomie son los efectos especiales y eso que desde la primera llevamos viendo cabezas cortadas que hablan, pero lo visto en este nuevo episodio va más allá. Escenas grotescas por el hecho de contemplar una monstruosidad deforme o la mutación in live de Tomie son algunos ejemplos.

                                          

Antes de despedirme me gustaría hablar de un detalle que seguro a muchos se les pasó. ¿Os acordáis cuando en el manga, algún tipo estaba bajo el hechizo de Tomie? Presentaba una tez enferma, deprimente, como si estuviera ido. Pues bien, eso aquí se recoge. ¡Por fin! La identidad de los sometidos a Tomie era la degradación en la expresividad de su rostro, como se iba…consumiendo. Ya se echaba en falta, de verdad, me puse muy contento por ver que al fin alguien se había dado cuenta de ello. 


Pero vamos que lo que viene a ser la película en sí no es la gran cosa, ya lo comenté párrafos atrás. Para ser una peli de terror y suspense del J-Horror y teniendo nada más y nada menos a la pedazo de Mai haciendo de Tomie se desaprovecha un producto cuyos primeros 20 minutos son geniales (se me hizo la boca agua). Sin embargo el resto de metraje se estaciona sin nada relevante dentro de lo ya acostumbrados y tendremos que esperar al final para que vuelva la acción. Por no decir que al día siguiente se te olvida, y yo a eso no le pongo un 9.



La Gran Muralla

Título Original: The Great Wall
aka: La Gran Muralla
EE.UU./China, 2016, Yimou Zhang






















¿Éxito = Calidad?

Yo no sé vosotros, pero a mí me alegró muchísimo saber desde el principio a cerca de esta macro producción (150 millones de dólares, que se dice pronto). Me acuerdo cuando se empezó a revelar información del film, ¡una peli de la gran muralla! ¡y mira ese tráiler! La adrenalina que emanaba me hypeó. En una palabra, le tenía ganas. Tras verla en el cine, con el volumen a tope y en buena posición de butacas mi emoción se convirtió en una pelea constante en el asiento, tomando posturas a cada rato mientras trasladaba mi cabeza de una palma a otra, en un intento de no aburrirme demasiado.

Y bien, ¿la peli merece la pena? Eso depende, lector mío. Depende de cuáles sean tus gustos y preferencias en el cine. Yo aprecio más la sutileza, la belleza delicada de una obra, el arte más simple con que se pueden llegar a realizar grandes producciones aunque mi máxima gira en torno a un precepto humilde pero grande a la vez, la originalidad. Reacio a los macroblockbusters americanos y producciones grandilocuentes, encontré esta obra america-china agónica de ese palo y no para menos, teniendo en cuenta lo que costó. Las películas de acción, aventuras, romance, comedia o terror constituyen la base del cine internacional moderno y quieras o no, todos los pilares se tambalean en sus propias estructuras, quizás por el cansancio arrastrado de generación en generación, el sobre uso de las mismas estéticas o el mero olvido por los detalles y la pasión por convertirse en una máquina de papelitos verdes. Da igual, La Gran Muralla ES la película de acción palomitera por excelencia, se la mire por donde se la mire.

Veamos… ¿os sabéis los ingredientes necesarios para sacar del horno, y en su punto, a cualquier peli de acción? Está claro que necesitaremos varias cosas, pongo algunas:

-Efectos especiales de una calidad soberbia (esto es MUY PERO QUE MUY IMPORTANTE)
-Música, en la misma cantidad que lo anterior
-Personajes con personalidad nula
-Diálogos estúpidos, vacíos y cargados de humor patético
-Chistes fáciles y tontos en situaciones concretas
-Situaciones clichés, que se den cuando menos te lo esperas
-Excepto el/los protagonista/s, todos los demás son sacrificables.
-Romance, esto también es vital, aunque pienses que no pega, tú echa, no te quedes corto
-Un puñao generoso de heroicidad al protagonista, que se crea Dios
¿cómo?¿qué dices? ¿Trama? Bueno, si insistes…
-Una pizca de trama

Y calentar durante una hora y media a fuego lento, tras eso, ya tendrás tu propia película de acción bombástica y rompedora en todas las butacas del mundo.

Tal cual he citado punto por punto así es la cinta. Más de lo mismo quitando lo que yo, considero genial y más bonito. Esto es, la cámara en vista de pájaro que nos deleita con la exquisitez visual de los paisajes (montañas y muralla) sin perder un ápice de preciosidad. Ello y también el exotismo que emana la cultura china, desde la figura del emperador de aquel entonces, la vestimenta de los soldados, el papel tan reconocido de la mujer y los, aunque poco explotados, engranajes de la propia muralla.

Por lo demás, un director al que yo no conocía (si bien, está muy reconocido mundialmente) realizó una obra con varios cortes en escenas que piden más “emoción” y sacrificando partes por tonterías sin gracia.

Bajo mi punto de vista, una obra que con un marco muy bello, padece un potencial desaprovechado.

Pasable, 



24 feb 2017

Rings

Título original: Rings
aka: The Ring 3
EE.UU, 2017, Francisco Javier Gutiérrez






















¡¡CONTIENE SPOILERS!!


¿Tan mala como dicen?

Dependiendo de tu integración real con la saga de “la niña del pozo” podríamos hablar de su última aparición hace unos escasos meses o 12 largos años. Pero a estas alturas del siglo XXI me pregunto si alguna vez fue “algo” ese ente popular. Desde que entré en el nuevo ciclo de películas de la fantasma más famosa del cine he notado un vacío abismal, no existe un aura que la constituya, una identidad que haga congelarnos de terror al recordarla. Quitando la película de 1998 (que no la original, mucho cuidado) y aquella precuela sentimental del 2000 no he visto en ninguna otra posterior producción NADA que le otorgue un plus de personalidad. Una tras otra son sucesiones de historias distintas que giran alrededor de la fantasma, se plantea el problema, se sucede el desarrollo y un final convencional y satisfactorio para el espectador. No se ahonda más en el personaje, y eso es una lástima. Me da auténtica pena que el ente japonés no tuviera más productos como los que tuvo su contrincante fílmica, Ju-On (El Grito). Cierto que su director, Takashi Shimizu, AMABA sus personajes al punto de perder el norte para posteriores trabajos pero, el caso que le acontece a nuestra saga no es el mismo.

Cuando me enteré de las nuevas que traían con esta entrega no podía creerlo, ¿por qué no dejar ya que descanse en paz la saga? Son de esas series de películas que tras estirarlas no les queda nada, aún con remakes de por medio (que por cierto, The Ring tiene 4) y piden reposar en su tumba hasta el día del juicio final. Y por algo que desconocíamos un día apareció un titular: “se prepara una nueva entrega de la saga The Ring”.

El panorama del cine de terror actual y lo comentado arriba sobre la fantasma protagonista eran la pareja perfecta para que esta nueva entrega saliera mal, realmente mal. Sin embargo, y al igual que la propia noticia, resultó ser algo innovador en el par de conceptos anteriores.

En un mundo dominado por el jumpscare, el susto barato y una ambientación efectista sin ningún trasfondo de peso apareció hace poco en la gran pantalla “Rings”. No daba mucho por ella, aunque el tráiler internacional me conmoviese por dentro de una forma especial, y eso era extraño. ¿Una película de terror americana moderna que me impresione? Buaff, eso sí que sería raro. Nuestra The Ring 3 tiene tanto cosas buenas:

-Efectos especiales de buenísima calidad
-Un uso de la luz e iluminación majestuosos, propios del autor
-No es arrogante, ergo, no va queriendo superar a las demás
-Se toma su tiempo para ponerte en escena
-Actuaciones bastante logradas
-Respeta las películas que le precedieron, llegando a utilizar en gran parte el remake
-El sonido está muy bien logrado
-La historia se actualiza a las nuevas tecnologías, denotando verosimilitud
-El rollo de película maldito “nuevo” tampoco es que sea la gran cosa, pero es pasable
-Pero sobretodo, el terror.

Esto es como todo en la vida, no es lo mismo verse una película a los 10, que a los 30 y ello transforma la visión que tengamos sobre una peli de miedo. Yo mismo puedo corroborarlo. Por ello mismo muchos alegan que la película no es de terror, cuando así se ha vendido. Esto es completamente falso, la película SÍ es de terror, pero NO del que estamos últimamente acostumbrados. Yo, entre la rodadura que tengo hecha en el cine de terror y los años, pues no me llegó a perturbar, pero no se puede decir lo mismo de un niño de 12 que estaba sentado al lado de mi butaca.

Otro punto a favor es lo “anti-sistema” que es. Cierto que un par de screamers se le escapan (mentira, los ponen para contentar a ese público HBAG), pero en el fondo, todo se basa en la consecución de los actos de nuestros personajes, y como poco a poco, se van adentrando en una espiral que no parece tener un final claro. Ello, aparejado a los conceptos citados arriba, logran llevar a Samara a un status del que se la desconocía. No sólo en el ciclo de las pelis americanas, sino de las japonesas. Considero que tras Ringu 0, “Rings” es lo mejor que tiene toda la franquicia tras pasar por la obra de Verbinski.

Como malas:

-Terror-basura actual
-Clichés por todos lados
-Escenas de manual
-Situaciones poco realistas
-Demasiada rallada de cabeza con el origen de Samara y la otra chica
-Una vez llevado el ritmo, lo siguiente se traduce en las típicas visiones oportunistas
-¿Alguien se acuerda de esta peli a la semana siguiente?

Por tanto:

No, no es una mala película, solo que en su razón de intentar contentar a distintos tipos de consumidores aporta material que enlentece un posible ritmo más natural para la obra. Aceptable en su conjunto, pasable y harto mejorable pero sin olvidar que en el universo de la yurei japo-americana, es de lo mejorcito.

21 feb 2017

Trick: Especial 1

Título originalTRICK 新作スペシャル (TRICK Shinsaku supesharu)
aka: Trick Shinsaku Special 1
Japón, 2005, Yukihiko Tsutsumi & Hisahi Himura & Noriko Marumo



















Cuando en el 2003 cerró sus puertas una de las más famosas series del nuevo milenio en Japón, Trick, todos padecían la misma enfermedad, ¿qué pasa ahora? Si hiciéramos recuento de lo que llevamos, sumaríamos las tres temporadas más la película del 2001, dando como respuesta la capacidad de elevar el listón de la calidad a medida que pasaban los años. Pero claro, tras ese final tan esperado uno se moría de ganas por saber lo que sucedería a continuación y a la par, un sinfín de hipótesis se iban agolpando en la mente.


Fue cuando en el 2005 llegó un especial de dos horas para mantener a los fans al loro de lo que pudiera pasar, reflejándose positivamente en la cuota tan alta que consiguió. Al igual que comenté en mi crítica a la peli, esta nueva entrega podría tomarse como un episodio dentro de la serie ya que tiene todos sus elementos: Empezamos con una breve presentación histórica del suceso que vamos a encontrarnos para darle el relevo a la presentación de los personajes que hace Yamada y cómo la vuelven a despedir mientras su casera la echa de casa tras muchos capítulos avisándole de lo mismo. En éstas, un recurrente Ueda aparece como una salvación caída del cielo al actual atolladero residencial de la “maga” para llevársela a una nueva aventura. 


No sé si os habrá pasado pero cuando llevas vista una gran cantidad de “cosas” del mismo universo pasas de buscar la chispa a la novedad, y sí, me explico. No sé si será cuestión del cansancio que lleva arrastrando la serie desde sus orígenes hasta el momento lo que ha ocasionado una bajada de la calidad en este especial, pero lo que si queda claro es que tanto llega a agotar a los creadores. ¿Pero no habías dicho antes que le iba bien a Trick? Sí, en efecto, y bastante bien considerando el recorrido descrito hasta el momento. Y es que si quitamos la esencia más pura y conservadora del show, resultan dos horas un tanto aburridas dentro de escenas que se vuelven pesadamente absurdas, tropezándose bajo su fallido intento de inspirar un poco de risas. Al principio piensas que van a durar poco, pero tras unos minutos terminas cogiendo el móvil y atendiendo esos whatsapps…


Satisfactoriamente dichas escenas están contadas en un par a lo sumo, mas la poca chispa que denota la propia historia (curiosa pero a estas alturas del recorrido de la serie se queda por debajo de las expectativas que podría llevar un fan tras 2 años en seco) transforman un producto que podría ser fácilmente cómico en algo pasable que aunque tiene sus momentos no deja de ser una amalgama sosa. 


Pareciera que este especial fuera un batacazo atómico por como lo he pintado pero si como ya he dicho tenemos en cuenta la calidad hasta ahora, es un frenazo en seco. De todas formas tenemos la suerte de contar otra vez más con esos gags made in Trick tan graciosos y divertidos que no nos quitarán la sonrisa en más de una ocasión. Además también podremos notar una evolución en lo que se refiere a los personajes secundarios (Yabe and Company). 



Hablando de los personajes, uno nota rápidamente la focalización que se da en torno al personaje de Yamada, pareciera que la historia girara alrededor suyo y es que se revelan aspectos de la chica no antes vistos (¿posibles signos de encariñamiento maternal?*) o sino Ueda, nuestro profesor sigue anclado en esa personalidad tacaña y prepotente que tanto le caracteriza pero también podemos verle ese lado sentimental que muestra en (contadas, hecho queriendo) ocasiones. El final, precioso. Queda recargado de una mezcla cómica y tierna dentro de los estándares de la serie, muy acertados.

*
Quizás lo más curioso es percatarse del salto evolutivo que sufre el trasfondo de la trama, en lo referente a la persona que hay desenmascarar de su falsedad me refiero. Se le dedican unos minutos finales para que explique con cierto tono crítico una crítica, valga la redundancia, al “negocio” de las estafas de supuestas adivinas y los beneficios que ello engendra. Como buen final feliz que ha de proveernos la peli, se escoge la vía más moralmente aceptable pero no sin dejarnos pensar con lo que sucede (siempre con ese estilo tan de Trick).


Esto es muy sencillo de concluir, si eres un/a fan del universo TRICK como yo, puede que le encuentres “esos peros” que he comentado sin embargo es un buen producto. A ver qué nos deparan las demás entregas…



10 feb 2017

Mourning Grave

Título original: 소녀괴담 (son-nyeo-gwi-dam)
aka: Mourning Grave
Corea del Sur, 2014, Oh In-cheon






















Un soplo de aire fresco

Entre mis regulares entradas a cineasia me topé con esta película, su portada ultra gay no me atrajo en absoluto pero afortunadamente di con el póster oficial, mucho más aterrador y sobretodo, sugerente. El tráiler me vendió bien el film aunque no iba con altas expectativas debido en gran parte a la mala recepción que le dio la crítica amateur (no profesional, aunque esos estén más comprados que la justicia). Además he de reconocer también que el tema que planteaba estaba más que visto, fantasma vengador de pelos largos que busca venganza. Raro era que me sorprendiera. Siempre existe la excepción. Aunque más bien…el fruto de un trabajo hecho con cariño y amor, no para vender rápidamente en la cola de abortos comerciales del tres al cuarto como tantas producciones de terror oriental existen.

En más de una ocasión he comentado el mismo problema del sub-género SadaNami, volver a reciclar sin más la misma fórmula para así, intentar probar la misma suerte que los clásicos. Incluso aquell@s que me lean en más de una ocasión habrán podido percatarse de la casi automática comparativa que realizo con el cine de explotación slasher. Y es que una vez entrados en el período de reproducción en serie y a gran escala, poco las diferencian. El primero (pelos largos) recurre a la venganza desde la ultratumba para cobrarse la vida de unos desgraciados con ese toque oriental que le da un gustillo especial; mientras que los slashers consisten en una venganza primigenia que se mueve en forma de psicokiller con X arma blanca segadora de almas de desgraciados universitarios fornicadores. Tanto de lo mismo termina por aburrir al más paciente y por ello aquellas producciones más jóvenes (de hace pocos años) como la que nos acontece gira las tuercas para ofrecernos más de lo mismo pero de una forma tan especial que da la sensación de estar ante algo completamente novedoso.


Para conseguir tal fin de originalidad incluye un par de factores y modifica otros ya tradicionales. El hecho de que el protagonista pueda comunicarse con los fantasmas en una relación de no-terror es un pelotazo que yo no recuerdo haber visto antes (amén de estar perfectamente llevado a cabo). El humor es un elemento recurrente en esta obra, tanto como el romance imposible (pero no pasteloso) que se nos presenta, dándole una ternura involuntaria a esas escenas que uno pensaría son de manual (esto se debe a la buena compenetración que tenían los actores tras las cámaras, y esto está genial como después se transmite de una forma más natural en la peli). Comentando algo más el humor, decir que se atiene a chistes graciosos que nunca fallan por lo bien implementados en los momentos justos que están, además de ciertos personajes con los que uno empatiza sin quererlo. La música se aúna magistralmente de igual modo, poniendo las tildes sobre los momentos especiales para rematarlos del todo y así, recrear variadas escenas de terror, drama y risa.

Obviamente y a mi pesar tengo que sacar los “pero”. Cierto es que el director intenta jugar (positivamente) con el espectador en más de una ocasión llegándolo a confundir (para después darle una sorpresa) PERO existen un par de escenas algo pedorras que caen lamentablemente en el talón de Aquiles de las películas de terror trash de hoy en día, lo cual le baja el listón tan alto que iba dando de sí la obra. 


El bullying es un factor usado tanto en el cine de terror asiático como las explosiones en las películas de Michael Bay. De tanto usarlo cansa y se desgasta, llegando a aburrirse uno por el mero hecho de tener que aguantarlo por enésima vez. Pero como ya he comentado, el director dota a la película de una “gracia” propia capaz de transformar cada cliché en algo nuevo. De esta manera nos ubicamos en una escuela con un pasado terrible enturbiado con el maltrato escolar. Vale que el tema del acoso en la escuela se haya visto en más de una ocasión, pero aquí se “actualiza” a los nuevos tiempos. Desde los bullyers y las atrocidades más inhumanas que pueden llegar a hacer hasta la propia defensa de las víctimas maltratadas. Se transmite tan veraz la acción que se desarrolla en torno a este hecho durante todo el metraje (y sin decaer) que logra sacar sentimientos y emociones en el espectador (su finalidad). 


La peli estuvo en manos del guionista Lee Jong-ho-I (Two Moons, Bushinsaba) y el cineasta Oh In-cheon (Chasing, 12 Deep Red Nights: Chapter 1). Desconocidos en el mercado internacional hasta este su debut y para mí, una gran obra. En cuanto a los actores, tenemos una media de veinteañeros conocidos entre sus fans por ser miembros de grupos de música, actores guapos o músicos con talento. Pero dentro de ellos me gustaría nombrar con orgullo a Han Hye-rin (한혜린) por imprimirle tanto esfuerzo y naturalidad (tanta que asusta) a su personaje, teniendo en cuenta que ella fue y es, totalmente opuesta al papel que le tocó interpretar. Sin lugar a dudas Asia tiene suerte de tener actores tan bien preparados como éstos. 

Recomendable propuesta que realiza una dura crítica en ciertos conceptos y que para mi sorpresa, está infravaloradísima.

Una joya ante buenos ojos, 



5 feb 2017

The Ring 2

Título Original: The Ring Two
aka: The Ring 2
Estados Unidos, 2005, Hideo Nakata























¡¡CONTIENE SPOILERS!!


Oh, el maravilloso mundo de las secuelas, son como un mundo aparte. Están las buenas y las malas, las que caen bien y las que desilusionan, las recordadas y las olvidadas…y también están las deseadas y las que nadie pidió. The Ring Two es una de ellas. Pero no sólo ella, sino también Ringu 2 o Rasen o The Ring Virus, quiero decir ¿por qué? Nadie las pidió y ahí salieron por la fábrica de sacar dinero fácil, normal cómo les fue.

Supuestamente este film retoma 6 meses después los hechos acontecidos en la primera parte. Aunque quién dice seis, dice catorce, da lo mismo porque en la película no se especifica no obstante uno puede sacar la conclusión (más que acertada) de que fue a la semana (la mudanza y el rollo “superaremos esto con una nueva vida”). De igual forma la película no emana en absoluto el estilo del director, siendo él como muchos otros, un títere dentro del soberbio macro projecto americano de relanzar sus fallidos remakes. The Pang Brothers fueron llamados a filas ante “The Messengers” y el hastiado Takashi Shimizu con su “The Grudge 2”. Obviamente otro de los grandes directores nipones a reclamarle su aporte fue Hideo Nakata. Todas estas cintas tienen detractores y fans pero lo que está claro es que rezuman cansancio, vacío. Esta obra es un perfecto ejemplo de ello.

The Ring Two no ofrece nada, pero nada nuevo a lo que podíamos esperarnos. Arranca de la manera más mainstream posible de una película de terror americana típica de la primera década del 2000. Esto se alarga en todo momento en una consecución de tópicos del género, unos tras otros muy seguidos también de casualidades apiladas unas tras otras. Seguir un pasillo recto hasta el final, punto. Una cosa te lleva a otra cosa que te lleva otra mediante una casualidad (¡anda, este personaje te llama por teléfono en una situación recurrente para avanzar en la trama! por citar un ejemplo) para nada impredecible y dando lugar a toneladas desmesuradas de escenas estúpidas sin ningún significado que aportar, lo que yo llamo perder el tiempo.

Por otra parte está el elemento estrella, el terror. Veamos…una vez que la protagonista, Rachel, prende fuego a la cinta maldita y claramente se ve como el mal se va consumiendo entre llamaradas de sufrimiento vengativo ¿qué hacemos? Eso fue lo que seguramente tuvo que pensar el guionista. Para ello se sacó de la manga una trama alternativa que de alguna manera pudiera dar forma y rellenar lo suficiente para cumplir con el mínimo comercial de los noventa minutos. Que me intentes vender un “los orígenes de Samara” podría llegar a vender si se hiciera bien y sobretodo, fuera realista consigo mismo. La película como ya he dicho, además de ser espesamente lenta, peca de arrogante. Demostrando todo lo que puede dar de sí en escenas más que vistas en mil y una ocasiones como cualquier otra escena de terror. Cierto que hay alguna chula como la de la bañera pero el resto no intimida, PARA NADA. No existe el terror, en una palabra. ¿Por qué? Porque el que hay se nos ha tirado a la cara tantas veces que uno lo ve como una rutina.

Pero volviendo a donde me quedé antes, ¿qué se hace después de meterle fuego a la VHS? Pues aquí se nos va la historia por una especie de posesión del crío mediante una ¿Samara que extraña el cuerpo humano? ¿Un trauma de cuando era un bebé? ¿Por qué no lo paga entonces con su madre? Sería lo más lógico, según estándares promedios de las cintas de terror. Tornarle la vida en una pesadilla a aquellos que perturbaron a la ahora, vengativa alma en pena. Se recurre a la desesperada al mundo de los sueños, echando capotes al más puro estilo Freddy Krueger en sus pesadillas. Lo más gracioso es cuando Aidan le toca el brazo a su madre y le transmite una VHS mental, ¿esa mierda va en serio? Lo dicho, un nexo de unión para seguir con una historia que parece una larga cuerda hecha a partir de otras y con muchos nudos.

Doble personalidad, amigos exprés que se mueren al rato (pobre mentalista) y una samara irreconocible en su papel, de auténtica muñeca de trapo para hacer con ella cuando se quiera, lo que se quiera. Eso es lo que más coraje me dio, que el propio creador de la figura emblemática destrozase de esa forma tan comercial a su sadako gringa. Una falta de respeto total de un director vendido a un guión basura. Esto le sucedió en 2005, pero aún día de hoy… tampoco está muy lejos. Una lástima.

Dentro del reparto vuelven los mismos actores de la primera (algo también recurrente en el macro projecto hablado más arriba) como Naomi Watts en su papel de Rachel, David Dorfman como Aidan y a Daveigh Chase como Samara. Entre las nuevas incorporaciones contamos con Simon Baker en el papel de Max (o el pobre chaval que paga el pato), Mary Elizabeth Winstead (La Cosa), Gary Cole o Ryan Merriman (actor típico en las teen movies).
Sacando el lado positivo a todo ese insulso guión estaría el tema de la madre y su relación con su hijo-samara. Se crea un conflicto moral de tener que llegar a matar a su propio hijo para hacer desaparecer a Samara del cuerpo del crío. Llega a funcionar, todo sea dicho, pero no la forma en la que se “libran” de Samara. Pongo muy en duda que cerrarle la tapa del pozo en sus narices y tirarse de un acantilado ponga fin a todo, igual que ese soso final del que uno espera más.

También hay que reconocer el entretenimiento tonto, aquel que sabiendo lo mediocre del producto logra engancharte de alguna estúpida forma; y la banda sonora, una auténtica gozada entre tanta chatarra. Gracioso el hecho que Nakata aprovechó este film para, de forma enmascarada, reelaborar una especie de remake de su Ringu 2, la de 1999 (dos por uno). A pesar de ser otra auténtica basura repelente, qué más da.

Es decir, un producto olvidable como ella misma y pasable como referencia única,
                                  


                                       

4 feb 2017

Juego:: Project Zero

Título original零~zero~
aka: Zero
aka: Fatal Frame
aka: Project Zero
País: Japón
Año: 2001
Creador/Productor: Keisuke Kikuchi
Director: Makoto Shibata
Música: Ayako Toyoda























"Quiero que los jugadores disfruten al más terrorífico estilo japonés. Espero que el juego engendre interés entre los jugadores sobre la arquitectura y cultura japonesa. De hecho, quiero que la gente experimente el lenguaje internacional del temor que deriva de nuestro instinto humano

-Keisuke Kikuchi - Productor/Creador"

Si aún a día de hoy no conoces no la saga, sino el videojuego Project Zero, vuélvete a tu cueva. El terror japonés que todo el mundo conoce es el básico de andar por casa que cualquiera de la calle sabe: The Ring/La niña del aro, Ju-On/La niña del aro 2, Llamada Perdida/La niña del aro 3, Dark Water/La niña del aro 4 o si ya eres un experto, Shutter/La niña del síYaSabesLoQueViene x. Son algunos ejemplos muy conocidos de lo que llegó a todo el mundo, pero como vemos son solo películas. ¿Nadie se preguntó por aquel entonces cómo se haría un videojuego con la misma temática si ésta estaba arrasando bestialmente por todos los festivales del planeta entero?


Pues al parecer sí, un grupo de la Tecmo Japan (correcto, los mismos tíos del Dead or Alive) llamado “Project Zero”…espera ¿el juego se llama igual que el equipo desarrollador? Sí, cosas legales. En su país natal (Japón) se llama Zero a secas, después por temas de márketing, distribuidoras y demás rollos legales capitalistas en EE.UU lo llamaron “Fatal Frame” mientras que en Europa fue “Project Zero”, tal cual. Pero espérate porque eso no es todo, ¿sabes quién distribuyó el juego aquí en la UE? Wanadoo. Has leído bien, una compañía telefónica… Menos mal que después se fusionaron con Amena y formaron Orange, que ahora nadie los recuerda.

Pero bueno, poniéndome serio y centrándome en el tema, ya el propio creador del videojuego lo expuso al comienzo de esta crítica: querer llevar a ese fan del terror japonés tal terror y hacerlo formar parte, abstrayéndolo de todo lo demás y darle la oportunidad de ser él el protagonista de la historia. Tal es así que aquel espectador acostumbrado a este tipo de cine sabrá reconocerlo cuando esté jugando a este videojuego. La historia aparentemente basada en un hecho real (lo cual es falso, lo único que tiene es tomar ciertos cuentos o leyendas e incrustarlas de cierta forma en la historia) se puede plasmar en formato película sin muchas complicaciones: coges una mansión abandonada de un pueblo remoto de Japón, llevas un grupo de reporteros interesados en investigar la casa y hala, hasta puedes elegir si hacerlo foundfootage con screamers baratos o como un HBAG basura que tanto rompe en taquilla hoy en día. Ok, venga, ¿se podría hacer una buena obra de un bueno videojuego? Una de las preguntas más eternas y sin respuesta justa para todos, eso está claro. De igual forma en el 2014 la directora Mari Asato sacó un filme de nombre Fatal Frame que parece estar basado en una novela y por lo que me han contado poco tiene que ver con los juegos, entonces ¿por qué ese título?


En fin, una de las principales claves que debe tener siempre una peli y en su defecto un videojuego de terror es dar miedo, asustar pero de verdad. Actualmente este concepto se ha desvirtuado en pos de ver una cosa cualesquiera saltándote a la cara y llamarlo terror psicológico. POR SUPUESTO QUE SÍ. El horror como ya dice la propia palabra tiene que calar en la persona y que, tras un tiempo después de haber experimentado tal horror le sigas dando vueltas a la cabeza. Tener pesadillas, ver sombras donde no las hay y demás farándulas están muy bien pero el miedo a lo desconocido, a lo paranormal que uno no conoce eso sí que aterra (y no me refiero a la máquina de sacar billetes Paranormal Activity, sino al terror asiático). Esta gente es una experta (mejor dicho, era) en recrear escenas de auténtico suspense con cuatro vueltas locas y tres efectos caseros. La metodología en Project Zero es la misma. Tenemos una ambientación siempre nocturna, las cuatro noches que dura el gameplay te la pegas a oscuras bajo la luz de la luna o con una linterna. Luego el transcurrir por el interior, exterior y subsuelo de la mansión es abrumador. No sabes qué puede suceder al girar por esa esquina, de donde viene tal ruido o si es seguro volver a entrar en esa habitación aun habiendo pasado por ahí la noche antes. Al igual que pasaba con Silent Hill, una ambientación efectista y una atmósfera recargada y oscura le daba cierta tenebrosidad al juego.


Me sorprende cuando día a día van innovando en la realidad virtual para llegar a estrecharle la mano al terror tú mismo cuando se pierden lo más importante, la narrativa. Así de simple, porque estar en primera persona y con unas gafas de buceo en la cara mientras crees estar en un sitio cualesquiera abandonado no te da la misma sensación de mal rollo hablado anteriormente. Recuerdo cuando probé por primera vez este juego hace unos años, estaba cagado. Me sudaban las manos, las tenía frías y me aterraba seguir caminando por miedo a que empeorara el asunto. Obviamente uno madura con los años pero aun así me ha sido inevitable dar algún que otro bote o parar antes de reanudar la marcha (del 2001 y sigue dando miedo).

Ciertamente otro factor importante que se implementa es la lucha. En todos los survival o de terror mismamente, da igual, siempre tenías un arma, ya fuera de combate cuerpo a cuerpo o automática. Aquí no funcionan esas cosas. Solamente dispones de una cámara de fotos antigua, tal cual. Con ella podrás derribar a los fantasmas, atrapando a muchos para mejorar las características del propio aparato. Tus municiones son pequeños carretes de película de diferente poder exorcista (cuanto más alto, más daño infligen). Y por si no bastara, tu “arma” no solo realiza tal función, también te ayudará abrirte paso por la mansión si enfocas adecuadamente ciertas zonas o sino al final, donde se te revelará algo curioso sobre la cámara.


Y claro está, como buen J-Horror que se precie ha de poseer esa complejidad narrativa a la hora de contar una historia. Comenzando desde el último suceso acontecido a tu desaparecido hermano hasta los moradores más antiguos de la mansión, se despliega una extensa y compleja red de conexiones entre unos y otros o porqué murieron. Muchas preguntas con pocas respuestas que una vez concluida tu corta aventura (en sí el juego no es muy largo) seguirán sin responderse, manteniendo tras el final la intriga sobre ciertos sucesos, rituales u objetos. A esto se le suma el apartado sonoro desarrollado por Ayako Toyoda, un genio de la música creepy que produce tracks para cagarse de vuelta en más de una situación (ergo, la sincronización música-terror es espléndida).

Y…¿dónde está el pero? Me preguntarás. Bien, hay gente que se ha llegado a quejar por los gráficos, que si son muy antiguos, están obsoletos y un blablablá estúpido. Como he dicho antes, lo que prima es realizar una atmósfera terrorífica, y si para ello se tiene que des-texturizar algunos gráficos, meter blanco y negro o cinemáticas con un aire “antiguo” pues genial. Cumple a la perfección su objetivo, yo no le pido más. De hecho me encanta el apartado técnico del videojuego, en su conjunto. Creo que es uno de los principales motivos que lo ha hecho grande.


Lamentablemente existe un par de fallos garrafales que le son imperdonables a esta obra. Los bugs y el sistema de combate, me explico: A lo largo de tu gameplay te toparás con ciertos “mini-jefes” que tendrás que liquidar en espacios cerrados y con objetos de por medio. Deberás esquivarlos mientras estás pendiente del fantasma y calculas la distancia para que no se te avalanche. Si con esta tensión de por medio, nuestra protagonista se queda medio pillada con unas aristas invisibles de ciertos objetos y me incomoda el buen pasar pues qué quieres que te diga, molesta. Pero vamos, esto es perdonable, ya que no abundan y se da en muy pocas ocasiones.

El fallo gordo gordo gordo viene en el combate. Llevas acumulando poder espiritual en tu cámara para darle un buen combo al fantasma, esperando el momento preciso cuando de pronto, ZAS se te echan encima después de que le hayas echado la foto. Pero qué forma más rastrera de tangarse, y lo peor de todo es que te quitan mucha vida (la cual conviene preservar por las escasas medicinas que hay). Esto a priori uno podría salir a defenderlo argumentando que se podría utilizar más munición sin abusar de los combos. Yo sería el primero en apoyar tan sugerente moción sino fuera porque al igual que la vida, las películas de fotos escasean y, el juego te “obliga” a sacar combos para mejorar la cámara que posteriormente te ayudará a cazar con mayor destreza a los espíritus. Resulta una verdadera patada en los huevos estar currándote y estudiando un ataque para que por culpa de una animación medida en píxeles, el fantasma se te tire encima así sin más. Sin explicación.


Aunque bueno, si nos metemos en las animaciones…se abusan de ellas a la hora de implementarlas en la protagonista. ¡Déjame tomar su control en todo momento! Ojo, no entorpecen en los movimientos a la hora de jugar y/o luchar, sino que he echado en falta algunos “quick-times events”. Pienso le hubieran venido clavados a ciertas cinemáticas.

Como resultado final y si hacemos balance, tenemos que reconocer aún con sus defectos que Project Zero es un muy buen juego, merece la pena echarle un ojo y dedicarle lo suyo. Muy currada la historia de trasfondo con ese toque sentimental/amoroso tan propio del terror japonés y el posterior triste drama.


P.D.: Yo lo he jugado en PlayStation 2, si bien es cierto que la posterior edición de XBOX estaba más pulida en el tema de gráficos, nuevos fantasmas, finales alternativos y demás; por jugar a la primera edición tampoco es malo. Como uno guste, yo no me quejo. 



P.D. 2: Dejo un fanart precioso que me encontré sobre los personajes del game. Mis felicitaciones a la usuaria "emii-rawr" por tal hermoso dibujo.
Visita su devianart para ver más dibus suyos!
Puedes ver su colección de PZ-Chibis aquí


Mis estadísticas: 


3 feb 2017

Serie:: Trick 3

Título originalトリック 3 (torikku 3)
aka: Trick Troisième Partie
Japón, 2003, Yukihiko Tsutsumi & Hisahi Kimura & Noriko Marumo























The Troisième Partie

Pareciera que fuese ayer cuando estaba viendo el primer episodio de la serie, con expresión de incertidumbre ante la recomendación de un compañero. “Me dijo que era de suspense con comedia, estas dos cosas juntas nunca me han molado. Igual me termino echando una siesta.” Y entonces le di al play. Un poco soso el primer episodio a ojos actuales y algo pobre en cuanto a tecnicidades pero tenía un algo, se dejaba entrever. Que si unas actuaciones convincentes, gesticulaciones faciales graciosas y naturales, chistes inocentes que te sacaban una risilla,… potencial en una palabra. 


De hecho puedes darte un cálido baño de la nostalgia si pillas el primer episodio de cualquier serie con algunos años y con buena reputación y fans, te darás cuenta de lo mismo: algo escueto, un primer contacto. Ya los demás episodios conseguirían acostumbrarse a su propia onda, seguir el paso y coger finalmente velocidad. ¿No se extraña esto hoy en día? Fíjate en una serie moderna, actual y mírate solo el primer capítulo. Bombástico y arrogante por doquier. Se cree importante, “miradme, aquí estoy, voy a ser la mejor serie del siglo XXI hasta que otra diga lo mismo, que guay”. Antes no pasaba esto, iniciar una serie era como jugar a los dados, no sabías como saldría. De alguna forma se quería crear una gran historia partiendo de un inicio humilde y simple. El episodio piloto de Expediente X mismo es bastante particular. Te daba a entender el tipo de serie al que te enfrentabas, dejándote las cosas muy claras con cuatro chismes cómicos, una atmósfera de suspense bien rica y una excusa como los aliens bien montada para tenerte pegado a la tele la próxima semana.

Trick 1 hizo lo mismo. No lo digo porque sí. Una vez terminada esta última “temporada” me volví a ver el primer episodio, el origen de todo. Sin hacer comparaciones odiosas canta a la legua la gran diferencia en todo lo que hay: unas actuaciones más pulidas, mejores efectos de sonidos, la banda sonora no se esconde cuando se la llama a escena, un carisma más imprimido en los personajes, etc. Esta es una perfecta evolución, ¿no? Así es, Trick es una gran serie la mires por donde la mires, y eso que es más de lo mismo. Son cinco historias donde nuestra anti pareja se las pasa solucionando los enigmas y trucos que se les presenta, sin más aspiraciones. Esta operación se lleva repitiendo desde la primera parte, esa trick 1, y sigue funcionando tan bien no, incluso mejor que el primer día (gracias a las mejoras anteriormente comentadas). 


Mientras que esta obra de Yukihiko Tsutsumi sigue a pleno rendimiento, esas otras series que empezaron a toda potencia terminan por desinflarse en relleno absurdo y banalidades que a nadie le importa. El ritmo constante es duro y cuesta mantenerlo, pero al final siempre salen frutos. Ya puestos, estoy segurísimo que la productora (TV asashi) le tuvo que dar libertades al director(es) para que hicieran más episodios por los buenos datos de audiencia (iba creciendo exponencialmente desde sus inicios) pero si algo es bueno, es porque escasea; dice el dicho. Tal cual con esos 10 modestos capítulos era suficiente para tener esperando a los fans hasta que aparecieran más noticias del dorama y así rebasar la cuota (el primer special fue un éxito, doblando a la tercera temporada). 


Quitando lecciones aparte, torikku 3 tiene dos aspectos que la elevan por encima de su antecesora, ahondar en la vida familiar de Yamada y mejorar el personaje de Ueda. Cierto que a estas alturas las estructuras y psicología de cada personaje está más que determinado, o eso pensábamos. Quizás aquel que sufre una gran y mejor metamorfosis (bajo mi punto de vista) es el ayudante del inspector Yabe. Pasa de ser el tonto del pueblo a un tipo listo, pero con ese toque absurdo y satírico que tanto caracteriza a la pareja de policías. Mientras tanto las relaciones de amor-odio entre Yamada y Ueda se van acentuando más pero sin atreverse la serie a dar el paso (creo que todos entendemos con lo que quiero decir). Va todo normal hasta que llegamos al último episodio. La carga sentimental que emana es bestial. Por fin el momento que estábamos esperando, ¿sí, no? 

La esencia de este J-Drama no es otra que sus gags, sus detalles. En un solo frame puedes ver cantidad de cositas, minucias que en conjunto forman un agregado precioso en palabras de calidad, pues estamos ante una comedia principalmente adornada con ese suspense (nunca lo olvidemos). Vive de esto y así crea su propio estilo, los creadores lo saben a la perfección. Por ello cuando parece que por fin va a llegar tal o cual momento tan ansiado por todos se desvanece mirando para otro lado, metafóricamente hablando. Puede que dé rabia pero es su estilo, de todas formas lo “arregla” al final. Personalmente este tipo de cosas me mosquearon un poco, quería ver lo que yo quería que pasase cuando claramente se ve que la serie no se guía por un fandom con pensamientos infantiles e ideales. Quizás no haciendo tal cosa le otorga algo de realidad y naturalidad a ciertas escenas dentro de lo fantásticas que parezcan.

Que la cámara vibre cuando pasa algo inquietante, el uso del ¿Por qué no das lo mejor de ti?, o esos trucos baratos de Ueda para llevarse a su compañera en una aventura son detalles antes citados que le dan esa personalidad tan amada al drama. No sin antes recordar el ending, lejos de quedarse atrás de las demás evoluciones y más preciosista que su antecesor seguimos teniendo a Chihiro Onitsuka como cantante, en esta ocasión con su “Watashi to Warutsu (Waltz) wo”. 

Hermoso es quedarse corto. Recomiendo escucharlo con los ojos cerrados y dejar volar la imaginación.

Hasta la fecha, mi dorama favorito.