7 may 2017

Dead Girl Walking

Título Original: Za horâ kaiki gekijô: Kaiki! Shinin shôjo
Aka: Dead Girl Walking
Japón, 2004, Kôji Shiraishi
















En uno de sus primeros pinitos en la industria del J-Horror, el maestro Kôji Shiraishi realizó varios largometrajes muy poco conocidos entre los que se encuentran “Ju-Rei” o una intervención en la Dark Tales of Japan. A menudo poco consistentes y mediocres obras pero que tienen su encanto personal, algo que hace no suspenderlas. Esos enfoques tan amateurs, esas ideas clichés desde un ángulo poco profesional quizás, pero que afortunadamente le sirvieron de autopista para su gran estrellato, noroi.

Siguiendo con las historias guionizadas del mangaka Hino, se nos muestran las desventuras de una joven colegiala que tras un desafortunado paro al corazón queda “clínicamente muerta” pero muy viva a la vez. Fenómeno muy extraño que su familia no parece entender ni tolerar. Repudiada por sus seres más queridos, se ve obligada a vagar sin rumbo fijo conociendo diversas situaciones a medida que se va muriendo y, descomponiendo.


No sabría decir si por propia intervención del mangaka o por el conjunto de guionistas que un día sufrieron una revelación de la virgen, la película resulta dramáticamente perturbadora. Ya al principio, donde en la piel de la protagonista vemos la repugnancia con la que la trata su familia, uno no puede evitar simpatizar con la chavala. Y no es precisamente porque la peli quiera ir de víctima, sino por su puesta en escena. Digamos que ese salvajismo audiovisual sin parangón que vomitaba “The Boy from Hell” se reutiliza buenamente y con dosis controladas para recrear a la perfección escenas selectas para sensibilizar al espectador. Del mismo modo y con otro objetivo bien distinto, gracias a la acertada interpretación de Moe Karasawa podemos compadecernos y asquearnos al mismo tiempo del sufrido destino que va agonizando sin compasión a nuestra joven protagonista, acercándola más y más a su definitiva destrucción. 


Son esos dos puntos los vitales de la trama, donde gira todo, y que ya después se adornarán con personajes secundarios, monólogos en voz alta y las extravagancias típicas de un film de Hideshi Hino. Por tanto, y a pesar de estar rodada en blanco y negro, a esta película le beneficia con creces tal efecto, dando más terror. Además, las actuaciones no es que sean muy aprobables que digamos, llevándose el mérito la chavala, al igual que los escenarios o música, pero sí queda latente el mensaje que nos quiere dar la cinta, que es lo sustancial en una obra.

Sin más que decir, recomiendo abiertamente esta primeriza obra del Shiraishi quien ya quisiera hoy en día, llegar al nivel de esto. Un tanto gore, de mal gusto en ocasiones, y hasta sentimentalista al punto de lagrimear, pero que definitivamente merece la pena echarle un ojo.

                                                                  


1 may 2017

Hansel y Gretel

Título original: 헨젤과 그레텔 (Hen-jel-gwa Geu-re-tel)
aka: Hansel & Gretel
aka: Hansel y Gretel
Corea del Sur, 2007, Yim Pil-sung






















El clásico de los hermanos Grimm, a la coreana.

Todo buen niño tenía entre sus libros infantiles esas fábulas de animales con moraleja social-educativa y los cuentos clásicos que después adaptaba Disney (La Bella Durmiente, Cenicienta, Blancanieves … ). Todos estos cuentos infantiles han sido trasladados al cine de animación en primera instancia como vía más económica en cuanto a tecnicidades de guión (porque se trata de “animar el cuento”), teniendo con el paso de los años (muchos) una maduración, la versión fría y oscura, más tétrica. Entre ellos podemos comprobar las últimas obras de “Blancanieves” o “Maléfica”, cuando no aquella rocambolesca adaptación norteamericana de Hansel y Gretel en 2013 (por no mencionar todo ese repertorio serie B que también ha ido salido…).

Si en algo es único el cine coreano es en su forma tan particular que tiene de hacer géneros. La comedia, el terror, el thriller, la acción…diferentes y tan iguales para ellos, pues a todos los trata con esa forma tan especial, mágica podría decirse. El director al cargo Yim Pil-sung (The Host, Antartic Journal) junto con su guionista Kim Min-sook (Resurrection of the butterfly) manipularon el famoso cuento para críos, para convertirlo en algo terroríficamente infantil. ¿Cómo se puede ser tan sutil? Ambientada la película en el bosque donde se pierden hansel y gretel en el cuento, pero aquí resulta que no se pierden; por no decir que el protagonista es el único que anda perdido. ¿Qué pasa? Eso mismo se pregunta él y nosotros durante la primera hora de metraje. Ya la excusa inicial para meternos al prota en la historia parece, sino absurda, forzada, pero a la película no le importa eso, sino todo el espectáculo bizarro y minimalista que le sigue. 


La obra se mueve en tierras cenagosas del surrealismo más exquisito con un detallismo coloro chillón impresionante. Mis enhorabuenas al equipo de atrezzo y decorados por representar con tanta exquisitez los escenarios en los que se mueve la acción, que también denotan un gran cuidado y mimo por parte del guión. La cámara termina de recoger la esencia de esos cuadros tan magistrales que se nos presentan, detalles minúsculos pero que su suma compone toda la armónica composición audiovisual con que se nos deleita. Cuando el protagonista está nervioso o algún personaje “siente algo” la película nos lo hace sabe gracias a los dos elementos antes mencionados. De igual forma se mueve el vestuario y el maquillaje, que adornan inteligentemente a nuestros críos. Todo esto, aunado a la propia rareza de guión, hace que al comienzo el espectador se pregunte muchos aspectos que, todo a su tiempo, se irán desvelando a medida que avancen los minutos. 


La peli dura dos horas largas, y todo el clímax de surrealismo paranoico que había logrado el film, lo vierte por el desagüe el resto de metraje. Una auténtica lástima que se acojan a tácticas tan poco apropiadas a lo que se tenía montado de trama y a la incursión de nuevos personajes que, por mucho que se esfuercen, no tienen nada más que aportar relleno innecesario. Además, se recurre al manido, pero que conveniente para darle algo de sentido al origen de los pequeños, uso del abuso infantil y su maltrato. 


De demás, se nos presenta unos acertados y efectivos cambios de guión, una banda sonora también muy preciosista pero que, por llegar todo eso tarde no ayuda. Quiero decir, había una jugosa historia planteada que en su afán de estirarla como un chicle, termina por aburrir y poco a poco adormilar.

Dentro del cast tenemos figuras interesantes que participaron conjuntos en otras obras, como Kim Kyeong-ik (Blind y Antartic Journal), Sim Eun-kyeong y Jang Young-nam en Possessed, la adorable Kim Ji-na en Cinderella y Park Hee-soon en Seven Days y también Antartic Journal. Quizás no termines de encandilarte por ninguno de ellos, como me pasó a mí, pero sus roles degradados y corruptos a su modo representan uno de los más importantes bastiones para el film.

Entretenida y simpática cinta coreana, 6