11 ago 2019

Michigan: Report from Hell

Título Originalミシガン
Aka: Michigan: Report from Hell
País: Japón
Año: 2004
Productor: Maki Kimura, Yasu Iizuka
Director: Akira Ueda
Música: Masafumi Takada, Jun Fukuda
Guión:  Nobuhiko Sagara, Ren Yamazaki

 
















- Se han omitido detalles que puedan desvelar hechos relevantes de la historia, se puede leer tranquilamente antes de jugar -


Creo que fue ya hace unos años, varios a decir verdad, en los que tras mis pesquisas y averiguaciones nocturnas en busca y captura de video juegos de terror desconocidos e irrelevantes a la cultura actual me topé cara a cara con un más que prometedor juego japonés para PlayStation 2, Michigan: Report from Hell.

El tiempo pasó y no fue hasta este verano que una tarde, mientras leía, se me cruzó por la mente la idea de probarlo. ¿Nunca os ha pasado lo mismo? Estar haciendo algo tranquilamente, y de pronto un idea te atraviesa el cerebro como si de una descarga eléctrica se tratase. Inquietante, ¿verdad? Pues lo verdaderamente inquietante fue buscarse el juego y además que funcionase, misión imposible. Eso sí, costar, un ojo de la cara.


¿Merece la pena? ¿Es tan bueno como para celebrar el esfuerzo invertido en haberlo desenterrado? ¿Se le puede considerar un título de terror?

Empecemos por el propio nombre, Michigan: Report from Hell. De a primeras ya digo que el juego no se sucede en la localidad americana de Michigan, sino que éste constituye el lago de la ciudad, Chicago, en el estado de Illinois. Teniendo estos datos en cuenta podríamos afirmar que el juego toma lugar en un emplazamiento ficticio. A partir de entonces nos adentramos en una historia que comienza con nosotros, con un mando entre las manos y mirando a un tipo bastante “carismático” llamado Brisco que nos explica cómo usar los únicos cuatro controles que usaremos a lo largo del juego.

Siempre me he considerado un jugador consagrado en cuerpo y alma a la vista de mi personaje en la perfecta y hermosa vista de la tercera persona. En tercera me topé con zombies en una mansión entre las montañas de una ciudad maldita, en tercera he resuelto puzzles incaicos en el Perú y en la tercera marcha pude sentirme más que orgulloso de haber matado al mismísimo guardián del Hades Griego. Siempre reacio y asqueado de la auto inserción que ofrecía la primera persona del singular, Yo, me pude poner una cámara sobre el hombro y grabar la exclusiva de mi vida. Así que gracias, Grasshopper…. Espera, ¿Grasshopper? ¿Pero estos tíos quién carajos son? Si es que además tienen un puto saltamontes sobre un fondo pistacho fosforito que cuando encendía la consola casi me ciega. 




Al parecer y por increíble que pueda sonar, tanto el estudio como las compañías distribuidoras siguen vivas a día de hoy. Extraño teniendo en cuenta esos nombres que se gastan. “Grasshopper” es una empresa dedicada a hacer videojuegos de ponjas para ponjas, por lo que su internacionalización solo queda reducida a los pocos curiosos que habrán probado “Killer 7”, uno de sus más renombrados productos. Sin haber pisado nunca Estados Unidos, “Michigan: Report from Hell” se estrelló en tierras europeas, gracias a “505 Game Street”, compañía que seguramente ya a más de uno le suene. Y es que después de que uno termine de jugarse este interesante título estará conmigo de acuerdo en una cosa, “los saltamones” esos son unos cachondos.

Comencemos el análisis recalcando algo vital para tener en mente a partir de ahora. “Michigan” NO es un juego de TERROR en estado puro, mucho menos un survival horror, sino que es de esos pocos, que tienen cabida dentro del mundo del horror-comedy. Aquellos títulos que fusionan varias temáticas en una sola, aunando a varias clases que, estando solas muy seguramente no llegarían a transmitir la diversa variedad de emociones como las que le otorga “Michigan” al jugador.

Ciertamente muchos que lean estas líneas han probado algún que otro juego de la saga original de Resident Evil. Como tal, seguramente recuerden aquellas frases sarcásticas e irónicas, ausentes en su totalidad de sentido común, cuando salían de los labios de cierto personaje en el momento menos indicado. A todo ello, y tal como ya cité en mi crítica al primer título de la franquicia de Capcom, los fans lo denominan “cheesy” o “humor cheesy”. 




Enhorabuena, ya habéis probado otro título que se mueve en el mundillo del terror-cómico. Aunque pudiera hacerlo de puntillas, no sigue su ejemplo “Michigan”, quién cada poco tiempo te planta escenas fuera de lugar, diálogos artificiales, comportamientos absurdos y un largo “¿pero qué coño?” cada vez que el jugador se topa con alguno de esas “joyitas”.

Eso tiene nombre, “humor campy”. Resulta genial y sutil cómo se le aplica esta mano de pintura durante todo el gameplay.

A lo largo de nuestra aventura estaremos siguiendo a nuestros compañeros en todo momento, el antes mencionado técnico de sonido y la reportera encargada de comentar los sucesos que se den lugar en la ciudad. Ahora cubierta por una espesa niebla que no parece desaparecer y monstruos rondando por las calles tendremos que tener mucho cuidado de averiguar qué ha sucedido, cómo intentar solucionarlo y sobretodo, sobrevivir. 




Debo de confesar que siento una atracción especial por los metrajes hechos a lo “cámara en mano”, por lo que cuando se me brindó la posibilidad de formar parte de uno de ellos, lo estuve gozando como no lo puedes imaginar. A pesar de que como cámara nuestros movimientos estén más que limitados en enfocar y grabar lo que suceda (en otras palabras, mover la cámara del juego para ver lo que sucede, como si de una película se tratase), las escenas de terror, asco y paranoia a las que asistiremos ayudan positivamente a estar sumergidos completamente y en todo momento.
 

Anteriormente dije que los creadores eran unos salidos, y no lo decía a menos. Desde ya, y si me lees antes de jugar el juego, te recomiendo que vayas olvidando la apetitosa y radiante idea de “voy a jugar un cruza de Silent Hill con Resident Evil a lo Proyecto Bruja de Blair”. Y es que además de tener ese humor tan característico, y por si no fuera a pocos, los creadores decidieron meterle un toque de erotismo. Tal cual te lo digo.

Dentro de lo poco que uno puede hacer, por enfocar ciertas cosas se te dan puntos de lo que sea, pues si te quedas mirando como un semental las bragas o el escote de la reportera también habrá premio. Aunque igual, eso de premio, habría que ponerlo entre muchas comillas. Dependiendo de tus acciones a lo largo del juego podrás sacar uno de los 5 finales posibles que existen. De ahí he visto que hay gente que le hecha 15 horas o más, entre re jugadas y demás, pero si sólo quieres jugarlo una vez, con unas 8-10 que es la media, vas sobrado. A no ser que te hayas saltado escenas accidentalmente o quieras descubrir qué sucede si tomas tal o cual acción. 



Ciertamente el juego es altamente adictivo, dramático y loco. Te cae bien a la primera de cambio e inconscientemente podrás pasártelo en un día o dos tardes, pero los finales y extras desbloqueables, ligado a que te puedes saltar las cinemáticas (que constituyen la mitad del juego), uno puede pasarse el juego en 45 minutos si va a lo que va. Sobre esos extras que se consiguen… a mí no me llaman la atención, por no decir que quién carajos se va a poner con personajes hechos de polígonos de la PS2, es que ya de decirlo suena ridículo. Efectivamente, se pueden conseguir secuencias en bikini y ropa interior, trajes “alternativos” y un ridículo disfraz de saltamontes para el loco de Brisco. Me da a mí que hasta el propio estudio se reía tanto de él como para cospleyearlo con la mascota oficial.

Por otra parte, lo suyo sería que uno se jugara la versión japonesa, es decir, la original. En ella, además de poder escuchar un doblaje mucho mejor logrado, el apartado de extras y desbloqueables no se verá tan recortado como en la versión traída por “505”. Hay una chica, una idol, que hasta tenía un video suyo posando, con trajes y cartas para buscar en el gameplay… vamos, como todo un personaje. Pero por motivos desconocidos, en Europa eso se censuró y lo único que queda son bugs, y recuerdos futiles de ella en los pocos pósters que puede uno encontrarse a lo largo del juego.

Hablando de bugs, hay tela marinera. Primeramente, y a no ser que sea un fallo de mi disco, los diálogos se hacen eternos. Entre frase y frase se suceden varios silencios de hasta varios segundos de duración, en los que el personaje que está hablando sólo aparece posando y sobre gesticulando, haciendo a la par aspavientos con los brazos (Brisco merece mención muy especial). Es un golpe bajo para el propio desarrollo de la historia y dificulta muchas veces la inmersión del jugador en escenas totalmente abruptas o donde suceden hechos vitalmente importantes para el momento en el que se suceden. Lo bueno de todo esto es que puedes aprovechar para enfocar a cada personaje y rellenar la barra de “suspense” y “erotismo” anteriormente mencionadas en tiempo récord. Todo ello no hace además que influenciar negativamente en lo citado al comienzo de este párrafo, se le rebaja un realismo que, en sus momentos cumbre, se queda reducido a nada. 



Pero que el recorte de material programado y bugs ocasionados no desanimen a nadie. Al fin y al cabo el famoso y propio desarrollador todoterreno y CEO de “los saltamontes mutantes”, Goichi Suda o “Suda51”, quedó altamente sorprendido cuando años después de la salida al mercado, se enteró que había llegado a Europa. Si es que esto es un cachondeo se mire por donde se mire, señores. La cosa, y redirigiéndome al tema principal de este análisis, “Michigan” rezuma ese olor a producto japonés, esa coordinación y compenetración tan acertada de los diferentes materiales empleados en construir una perfecta y acertadísima obra del “horror-comedy”. Cuando el juego se pone serio y llega el momento de hacer algo de terror, lo hace, y cuando se pone cachondo lo hace al igual que te suelta alguna frase por ahí digna de marco en vitrina al lado del doctorado que tienes o el diploma de la facultad.

Así mismo no faltan esas dosis de paranoia atmosférica en lugares cotidianos pero que a merced de los acontecimientos del juego se vuelven realmente perturbadores y siniestros. Y a decir verdad, sin mucho esfuerzo. Déjenme para ello ilustrarles con la parte de la estación de trenes, no haremos mucho más que un recorrido por los tres andenes corriendo a toda pastilla. Pero la neblina, el silencio sepulcral y esa soledad triste que asola el lugar es más que suficiente para prestarle atención la primera vez que juegues. Además de eso, claro está habrá que contar con los diversos cadáveres o monstruos o el recurso que sea para la escena necesaria de terror. 


imagen promocional JAP #1
Considero necesario mencionar ciertas partes donde se suceden escenas súper bizarras, como una casi al final del juego, donde en un parking se nos aparece un tipo salido de la nada que tendremos que coserlo a tiros. El juego nos lo presenta bajo la excusa de alargar un poco más la historia de un personaje que anteriormente nos encontramos durante el gameplay, pero en realidad y teniendo en cuenta “las actuaciones surrealistas” del compañero, poco tienen que venir a cuento. Es decir, a estas alturas del partido, ya está todo el pescado vendido. Eso sí, ni te cuento del final, me quedé con el culo roto. De esos en los que uno se queda pensando qué hacer ahora con un historia a la que parece que le han dado un hachazo brutal y toca ponerse imaginativo, recreando las posibilidades que los personajes pudiesen vivir de ahora en adelante. Para añadir más leña al fuego, la escena post-créditos no hace sino aumentar nuestra incertidumbre generalizada. Ya digo, todo muy japonés. 

imagen promocional JAP #2
Para terminar, ¿se recomienda jugarlo? Depende lo que vayas buscando, pero imprescindible en tu colección, un “must-play” desde luego no es. Como ya he dicho, al no ser de terror completamente puede llegar a defraudar si vas buscando algo serio con tintes del terror japonés clásico. Sin embargo puede que te encante por ese toque tan personal que tiene el juego, como he estado hablando. De todas formas, y para mí, sólo se quedará en mi memoria como un recuerdo anecdótico, “un algo fuera de lugar” pero que tampoco re jugaría cada año ni mucho menos.
 

      7/10







imagen promocional JAP #3


EDIT (13/08/2019): He descubierto un poco más sobre las imágenes promocionales que colgé. La actriz en ellas es la misma que aparecía en la versión original (japonesa) del juego, la idol YinLing of JoyToy. Al parecer realizó una serie de vídeos promocionales para el juego que podían desbloquearse en el menú de extras. Más información AQUÍ 

Desgraciadamente, dichos vídeos están desaparecidos, quedando sólo unas capturas disponibles AQUÍ Aunque, todo sea dicho, he encontrado esto, así que supongo que nada más fue un solo video.