11 sept 2018

Pandora

Título Original: 판도라
Aka: Pandora
Corea Del Sur, 2015, Park Jeung-woo























Storm of Tears 

En una pequeña localidad costera de Corea, la gran mayoría de hombres trabajan en “La Planta”, una enorme y monstruosa Central Nuclear que bajo la premisa de otorgar luz y confort a miles de hogares en todo el país, trabaja sin descanso todos los días. De entre todos ellos la película se centra en el personaje más calzonazos y patético posible: un flojo que le da pereza ir a trabajar. Así se no es mostrado desde el primer minuto, el anti héroe perfecto para una historia que necesita un Superman.

El bueno de Park Jeong-Woo vuelve al ruedo tras su rompedora y demoledora “Deranged” para sumergirnos en una historia muy parecida a su predecesora en cuanto a esquemas se refiere pero, que se enfoca hacia otra perspectiva, una más humana y emocional. Resulta interesante pararse a comparar ambas películas, pues creo que supone un reto para el director volver a realizar un film de catástrofes pero virando tus objetivos hacia otra puerto. Dicha composición, realmente tengo que aplaudírsela. “Pandora” como buena metáfora al mito griego, se mimetiza perfectamente con el mensaje del film, recayendo el papel de la propia dama Pandora en los políticos y presidentes codiciosos de las empresas. Aquellos que sólo entienden de beneficios, ganancias y despidos. 



Ciertamente nunca deja de ser este motivo la piedra angular para diversas películas del género más accidentado del cine. Ya sea por un vertido tóxico o una catástrofe medioambiental, los artífices de toda la pesadilla genocida no son más que “aquellos que mandan”. Ya pudimos comprobarlo en “El Día de Mañana” (2004) cuando los meteorólogos y experto en Ciencias Climáticas llevaban avisando de la auténtica tragedia que vive La Tierra por culpa de los seres humanos. Y de muy seguido, su venganza. “Deranged” (2012) nos relataba una historia parecida donde una mala gestión y otros intereses de por medio provocaron una epidemia masiva entre la raza humana. O ya que estamos la propia “Train To Busan” (2016), más reciente, sigue criticando el mismo tema…”el origen del origen del problema”.

Como dije, Park Jeong-Woo es un tipo que me cae bien por su ambición por mejorarse o evolucionar de su anterior proyecto. “Deranged” surgió de la nada como aquel que dice, simplemente para asombrar al mundo entero. Y años después lo vuelve a hacer con “Pandora”; con seis nominaciones tras las espaldas. Antes de esto, ni se conocía de él. Por ello mismo y para demostrarnos cómo te puedes sacar una nueva historia de un mismo género, bautizó a “Pandora” con otro enfoque mucho más sentimental y emotivo, el drama. 


Me siento casi obligado a comparar ambas obras donde se aprecian los diferentes matices. Arropando el tema fundamental del cariño a la familia y su extremo cuidado, en la primera película el protagonista tiene que remover cielo y tierra para conseguir su objetivo primordial, mientras en la segunda un pringao pasa a convertirse casi sin quererlo en un héroe nacional. Aún con ésta distinción el film aprovecha para recordarnos cada vez que puede, la justicia, el honor y sobretodo, la solidaridad. Pues ¿qué si no es aquella heroica acción que nuestro desaliñado anti héroe lleva a cabo?

Muchas lágrimas se pueden derramar, pero al fin y al cabo es una peli de catástrofes, ¿no? ¿Qué te ibas a imaginar? Con esto lo que quiero decir es que uno de los mecanismos que mueven este tipo de producciones se basa en la propia idea trágica de la pérdida de vidas humanas. Ya sea morir sepultado bajo metros de nieve y a bajísimas temperaturas (en El Día de Mañana) o crecer sabiendo que tu padre murió para que formaras tu familia, persiguen el mismo objetivo. “Pandora” se termina convirtiendo en una máquina de producir escenas dramáticas, cargadas de mucha tristeza hasta el punto de terminar por transformarse “en el pan nuestro de cada día”. Como en el cine del terror, abusar de los “screamers” pierde efectividad; sobrepasarse de forma equivalente en el de catástrofes termina por pasar factura. 

<3
Paralelamente, la obra se carga de unos efectos especiales asombrosos, dentro de lo que la propia palabra signifique para cada uno. Con ello me refiero a las cuantiosas partes en las que resulta más que palpable el efecto del ordenador o el CGI implementado para la vista de la Central, o las hileras de coches apilados durante los atascos de tráfico. No con ello, le intento restar mérito, pues quizás si hubieran dispuesto de mejores equipos para realizarlo más realista hubiera quedado mejor. A pesar de ello, se mantiene notablemente entre una banda sonora muy conseguida, y una evolución de la acción precisa como un reloj. Quizás pudiera atreverme a decir que esta ha sido, hasta la fecha, la película donde el factor humano se ha ligado tanto con el tema de la incompetencia y bajas humanas.

En definitiva estamos ante una obra más que bien hecha, con muchas ganas de dar un golpe en la mesa de vez en cuando; fruto de la alta capacidad inmersiva que crea la película a nuestro alrededor en todo momento. Bajo mi punto de vista resulta recomendable pero, para aquellos perros viejos, quizás no sea el hueso más sabroso que deseen morder.

7/10 

9 sept 2018

Gomennasai

Título Original: ゴメンナサイ
Aka: Gomennasai
Aka: Ring Of Curse
Japón, 2011, Mari Asato

reflejadas las idols del grupo Buono! donde la rubia
confesó que le había costado hacer su papel, para mí
el mejor

Una interesante propuesta a una idea clásica

Tras haber sido desplazada a segunda posición en un concurso de narrativa en su instituto, la joven delegada comienza una serie de ataques despectivos contra su rival, una chica rarita y apartada del conjunto de clase. Entre este jaleo, otra colegiala, inocente y de buenas intenciones asistirá al horror que la darks tiene preparado contra aquellas que intentan hundirla. Todo esto endosado bajo una maldición a la japonesa con un origen trágico, malvado y triste.

Como casi siempre me pasa con esta directora, Mari Asato, no sé muy bien por qué les doy una oportunidad a sus películas. Suelen resultar bastante pobres en cuanto a credibilidad y actuaciones. Por no decir que se enfocan a otros temas menos importantes, volcándose todos los esfuerzos y recursos posibles en unos efectos especiales re cuidados o actrices lindas. Pero quizás sea por sus historias, con cierta chispa en creatividad y originalidad que le dan ese puntito extra al cine de terror japo y una tentativa para disfrutar.

Ya sucedió con Bilocation (2012), donde la premisa de tener un doppelganger podía ser aterradora e infernal, mas poca acción sobre esta buena idea hubo. Llegando a recordar esta obra por sus numerosas bobadas y juegos sin sentidos, desperdiciando a su misma vez, una protagonista y planos de cámara cargados de sentimientos y expresividad. Más de lo mismo podemos observar echando la vista atrás con Ju-On: La Chica de Negro. Al fin y al cabo resultan cintas con las que uno no termina por encandilarse, quedándose a la larga un vago recuerdo.

En esta ocasión nos topamos con una historia que sigue en los mismos estándares que maneja la cineasta pero, se aprecia un poco de madurez, sin tantas estupideces. Algo más adulto, o al menos, y como siempre pasa, en el concepto. Así, tenemos la oportunidad de re usar la idea más brillante y sobre explotada del J-Horror, las maldiciones. Ya Ju-On nos alumbró con la casa Saeki y Ringu con la cinta VHS, es hora de jugar con otras cartas. Esto mismo, esa inventiva es la que se le valora a esta producción.

Filmes con casas malditas hay a borbotones, nada más hace falta googlear un poco y varias webs saldrán a floten con tops, listas y recomendaciones “must-watch”. Por otro lado seguir a día de hoy intentando sacarle juego a una cinta de vídeo…me resulta bastante ridículo. Es como hacerle creer a tu audiencia que es guay escuchar música con un Walkman, no convence. Ya se intentó resucitar esta historia con las dos entregas de Sadako 3D, usando una página de noticias, o rumores por Internet. Una auténtica ida de olla que no se la creen ni los propios guionistas. Nada bueno se tuvieron que fumar. Ya por estas cosas convendría enterrar la propia saga, y dejar de zarandearla para recoger las pocas ideas locas que queden por imaginarse. Hasta lo concebido en Rings resulta más convincente.

Por ello mismo Gomennasai da un paso al frente y nos muestra una trama similar pero con escenario distinto, para hacernos creer que es un producto diferente y fresco. Aquí somete a la maldición al concepto más humano posible. The Grudge nos daba la bienvenida con una frase con un significado parecido a “Cuando el odio y el remordimiento interno se acumula, esa ira puede dar lugar a una maldición, materializándose en un lugar o en una persona”. Bajo este concepto se mueve Gomennasai, cómo el poder de las palabras cargadas de ira y rabia puede llegar a verdaderamente matar a un ser humano. Solo basta con leer.

Sinceramente, mentiría si afirmarse que es una idea locamente original, pero en el mundo en el que estamos, y considerando la industria actual, esto es lo mejor desde lejos. Y como comenté antes un poquito más arriba, la cinta peca de estúpida en varias escenas. Personajes que se comportan como auténticos imbéciles, con robotizaciones y subiendo la voz para hacerse notar o yo que sé. Escenas que se alargan para intentar sacarle esencia a algo que no la tiene, o que no se sabe cómo construirle una atmósfera opresiva a su alrededor. Muchos silencios incómodos rellenan diálogos simples y poco emotivos, etc.

Otra de las debilidades que posee Gomennasai es darle un recorrido a esa maldición que ha creado. Cierto que la usa de buena forma pero su expansión, el daño que puede llegar a hacer sólo es emocional. Y es aquí donde se despega unilateralmente de lo mostrado por Ju-On o The Ring. No nos impresionan con sus muertes, no estamos ante una maldición que te haga sufrir especialmente mal antes de fallecer. En su lugar, la obra busca amparo, y minutos de metraje también, en dedicarse durante gran parte del tiempo a hablarnos de algunos personajes, focalizándose en la antagonista, la darks. El porqué de su comportamiento, su evolución desde pequeña y su actual estado. Mucho más drama que terror se podría afirmar.

Aún para centrarse en algo que no es pleno terror absoluto la peli puede llegar a convencer a más de uno, aunque lo haga superficialmente con temas triviales como el acoso hacia la chica, la relación de las demás colegialas o lo que sea. Digo trivial porque la miga del asunto es otra, o eso intenta hacer la película, dar miedo. Ahí ahí me quedaría con Kurohane, de la que pienso que podrían haberle sacado más miga. Ella o la propia protagonista, Yuka, que a pesar de ser la única chica linda con algo de cerebro no se le nota mucha más chispa.

Para terminar la propia obra utiliza otro de los clichés más típicos en el Terror contemporáneo, hacernos creer que lo que hemos visionado es real, etc, etc. La conclusión final trata de finalizar la peli con una pincelada artística pero que termina siendo un facepalm a la vergüenza ajena. Si tan medianamente bien le iba a la obra por su cauce de creatividad, ¿para qué terminar tan predecible? El mismo mensaje nos daba Ringu en el 98, lo mismo intenta re crear Gomennasai y fracasa.

Mi recomendación final es que si la ven sea por echar la tarde o una noche cuando no sepan que más ponerse a ver. No es una gran maravilla, pero tiene sus pequeños puntos que hacen resaltar más de lo que deberían a la peli.

6/10