DIRECTOR: Kim Tae-Gyun
¡¡CONTIENE SPOILERS!!
Adaptación del manga homónimo (no me lo he leído) que
inexplicable y sorpresivamente se cava su propia tumba.
¿Nunca te ha pasado que estabas disfrutando mucho una
película, pero que de pronto se fue a la mierda? Eso mismo me ha pasado con
Higanjima, y es una lástima, pues la primera parte del metraje (esto es, hasta
que llegan a la susodicha isla) está muy chula. Arranca bastante prometedora y
sacándote una sonrisilla a lo “esto mola”. La primera hora resulta una puesta
en escena del grupo de amigos y el por qué Akira quiere ir a la isla.
Me gustaría comentar este grupito puesto que no son los
típicos estereotipos mil veces vistos (al 100%). Remarco lo anterior, ya que
algunos sí que caen en el cliché, como “Pong”, el típico pardillo antisocial
que siente admiración por el líder y que tras cierta ocasión en el metraje se
separa del club y, momentos después carga una venganza ilógica contra ellos. Si
lo meditamos bien, nuestros protas son planos y tienen poca carga emocional,
pero en este tipo de filmes poco importa eso, por no mencionar que es hasta innecesario
en Higanjima. Personalmente, están muy bien tal como se los expuso. Por otra
parte, otra cosa que disfruté es que a todos y cada uno de los miembros de la
banda se les da su dosis de protagonismo, sin olvidarse de ninguno y tratando a
todos por igual (a pesar de obviamente, destacar a Akira como el principal).
Pues eso, que la puesta en escena del elenco de personajes
es bestial, muy bien dirigida, muy bien llevada y apuntando bien arriba hacia
el 10. Perooo… como ya comenté al inicio, una vez que llegan a la isla el filme
se empieza a caer a pedazos por todos lados para sucumbir en el pozo del “topicismo”.
Que si la chica es raptada como un esbirro del malo malote, que si la tía que
trajo a los chavales a la isla viola sus ideales de la infancia para acostarse
con el malo malote para después re aparecer en escena de parte de los buenos y
te preguntas por qué carajos lo hace y todos le ayudan cuando tú le darías una
guantá con la mano abierta por traidora, que si el protagonista por ser el
protagonista porque lo pone en el guión aprende Kung-Fu en una noche dejando
impresionados a sus iguales pero cuando llega el combate todos lo cagan de
goma, que si en la pelea final contra el boss (malo malote) los dos hermanos (y
principales en la obra) se cargan al tipo cerrando el arco con una especie de
¿moraleja?, que si esto y que si lo otro. En fin, que la segunda hora es un
castillo de naipes formado por situaciones típicas sacadas de un tutorial: Cómo
hacer una película de terror sin mucho esfuerzo en 20 minutos.
Para rematar de lo lindo, aparece durante las dos horas y
sin descanso alguno CGI-man, pero vamos, del malo malo que te explota en la
cara quitándote la sonrisa del comienzo (y yo pensé: ay ay ay, ya la habéis
cagao). Exacto, no sólo que el monstruo gigante que está de más y cuyo origen
no te cuentan pero igual te haces el boludo y ya, sino en todo; y me explico:
Esta peli es muy sangrienta, y para ello se recurre al barato efecto de la
sangre digital que hierve a borbotones. El ordenador también jode otros campos
que si se hubieran currado mejor los escenarios y/o enfoques no hubiera sido
necesario, y me refiero a la ambientación. ¿Os ha pasado alguna vez viendo una
de esas pelis mierders con los amigos, que para dar sensación de estar en un
paraje polvoriento o húmedo meten una capa del Photoshop porque sí? Pues esta
producción peca de eso también.
Lo mejor: el principio que he comentado, la variedad de
enemigos o las actuaciones de nuestros personajes, las cuales están muy
acertadas.
Lo peor: la cliché-film de una hora y los efectos
especiales.
Recomendarla, a ver… como peli de vampiros es brillante,
pero tampoco aspira a mucho
0 comentarios :
Publicar un comentario