15 may 2016

Ju-On: The Beginning of the End

AÑO: 2014
DIRECTOR: Masayuki Ochiai
























¿Pero qué clase de insulto es este? | Ju-On: The Beginning of The End

No, no estamos ante una secuela directa de “La Maldición 2” de Takashi Shimizu del 2003, tampoco es una precuela y menos una entrega que no tenga nada que ver con las anteriores ni con los remakes gringos. Entonces… ¿qué es? Pues aparte de ser una basura radiactiva del tamaño de nuestra galaxia es un remake encabezado por el famoso productor del J-Horror, “Takashige Ichise” el cual produjo junto con Shimizu hace 16 años las primeras de la saga Ju-On.

Lo más sorpresivo no es eso, ¡sino que el remake lo hiciese el mismo país que sacó los filmes originales! ¡Cómo si no estuvieran contentos con las masterpieces que parieron hace unos pocos de años! Para ponernos en situación, es como si en unos años España sacase un remake de “Rec”, “El laberinto del fauno” o “Abre los ojos”, por poner ejemplos de algunas obras conocidas. A lo sumo me sorprendería que el propio país re-hiciese obras suyas cuando la tarea esa la hacen en el 99’99% de los casos los yanquis copiones.
Supongo que viendo la fama esta de sacar reboots de hasta de anuncios, a Taka le dio por subirse al carro y junto a Masayuki Ochiai (el pavo que dirigió el innecesario y absurdo remake de “Shutter”) se pusieron tras las cámaras y re-hicieron una de las películas más icónicas de todo el Asian-Horror y el horror en general viendo que Takashi se había retirado del mito SAEKI por un tiempo tras su pequeña colaboración con las Basudei del 2008. Pero vamos a hablar de la película, que tiene tela marinera…

¿Os acordáis de la aterradora expresión facial de Kayako (Takako Fuji) cuando avanzaba tranquilamente hacia su víctima? ¿O de aquella mirada de loco que tenía Takeo (Takashi Matsuyama)? ¿Y de aquel pequeño Toshio, con su apariencia inocente e infantil, incapaz de romper un plato para después ser el más perturbador y sobrecogedor de los tres? Sin lugar a dudas a más de uno nos dejó varias pesadillas y mal cuerpo, cumpliendo así su cometido como buen filme de terror que es Ju-On, porque claro está, hablar del Asian-Horror sin comentar a esta franquicia es como pretender hacer unas magdalenas sin echarles levadura. Ahora bien, ¿qué sensación infunde la familia SAEKI en The Beginning of the End? Pues vergüenza ajena.

Kayako es el miembro más aterrador, sobrenatural y terrorífico de la familia y aquí es un simple maniquí estúpido que no aporta nada de nada. Vale, está bien que muestran a una Kayako humana y en menor medida su forma de espíritu vengativo, ¡pero es que de ninguna de las opciones inspira un mínimo! La actriz que aunque se esfuerza, no le llega a la suela de los zapatos a las majestuosas interpretaciones de Fuji. Ya el propio Shimizu habló sobre el personaje de la señora Saeki en una entrevista: “de entre varias opciones, Fuji es la mejor baza, sabe meterse en el personaje sin parecer forzada ni sobreactuar, lo hace muy bien”. La actriz ésta (Misaki Saisho), con perdón pero no vale para el papel que interpreta.
Tres cuartos de lo mismo para Toshio, ¿es un niño de 6 años o un preadolescente? Madre mía, cuantos danoninos se ha ventilado el chaval, menudo estirón a pegado. Al parecer se creían que si vertías un bote de pintura blanca en un niño de 11 años y le ponías una peluca sintética iba a infundir el pavor que tanto caracterizaba al célebre Toshio Saeki. Ni cuando te lo tiran a la cara en plan screamer ni cuando intenta darte miedo con ciertas miradas mal rolleras infunde respeto. Y ya ni hablemos de Takeo, ¿pero qué te han hecho hijo mío? Juro que cuando vi al actor “”””””intentando””””” parecerse a Matsuyama sufrí una mezcla entre arcadas y un facepalm legendario.

En cuanto a los demás personajes, algunos son un mero guiño a la producción original, otra parte son secundarios olvidadizos, y la mayor parte de la cinta te la pasas viendo las hermosas piernas de las colegialas.

Otro ingrediente primordial en las Ju-On de Shimizu era la historia, y a pesar de que aquí se intenta emular el mismo estilo de desordenar la trama espacio-temporalemente, resulta un propio fracaso, ya que la propia película se hace tal lío que llega a rozar el absurdo siendo producto de un galimatías que no tiene sentido. Al parecer se creían que si hacías una película desordenada iba a colar. Bueno mejor me callo porque aún sigo flipando cómo hay gente que considera esta grosería tóxica superior al producto original, en fin…


Mientras que el cuidar la atmósfera mediante una buena ambientación acompañada con una siniestra banda sonora, a la par que unos buenos encuadres en The Beginning of the end el método utilizado para provocar “terror” en el espectador son LOS PUTOS SCREAMERS, ¡el cáncer de las películas de terror está asolando obras de culto del J-Horror! Esto empieza a ser muy preocupante, señores. Lo vuelvo a repetir, el hecho de que te tiren una cosa a la cara NO ES MIEDO, ES SUSTO. Sorpresa de toda la vida, que la sientes en el instante y punto, ni pasas por esa incómoda sensación de Ju-On 1, por ejemplo.

Para finalizar comentar el apartado técnico. Un calimocho mal batido entre una puesta en escena vista en multitud de ocasiones con una casa muy moderna donde situar los acontecimientos, unos enfoques muy típicos y que destrozan los originales. ¿Música? ¿Hay? Ni me acuerdo la verdad.

En definitiva éste nuevo capítulo de las andanzas de los SAEKI resulta un total despropósito tanto para las producciones originales, para los fans de terror oriental como para el mito de Kayako. Una auténtica vergüenza que jamás debió haber sido rodada, siendo lo único que le puedo sacar positivo, su cartel propagandístico, que mola un huevo por cierto.


2/10 y porque me siento generoso. Un consejo Sr. Ochiai, dedícate a otra cosa en vez de destrozar obras de culto, como recoger los tomates de GAINAX.

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