DIRECTOR: Daniel Sackheim
Thriller de suspense protagonizado por la bellísima Leelee Sobieski donde en el papel de Ruby Baker y junto a su hermano (Rhett Baker) tendrán que convivir con unos tíos suyos tras morir sus padres de una forma extraña. Y ya está, esta es la película, dos líneas.
No soy un experto en el género del suspense así que soy
incapaz de decir si la trama está muy machada o no, pero lo que sí sé es que
aun viéndola por segunda vez la peli te mantiene al tanto sin aburrirte, puede
que ya no vivas la angustia como la primera vez pero oye, se deja ver. El
meollo del asunto radica en que los nuevos padres de los chavales no están muy
bien de la cabeza y tras descubrir nuestra protagonista sus trapos sucios, todo
se va al garete y termina huyendo de un padrastro loco.
Quizás lo mejor de la cinta sea el mensaje que transmite, la
ambición del ser humano más en concreto, por el dinero. La verdad que se ha
reflejado esto muy bien. Eso y las actuaciones, que tanto la actriz principal como
Stellan Skarsgård conocido por trabajos como “Piratas del Caribe”, “WAZ” o “Ángeles
y Demonios” son lo que más destacan del filme.
Soy muy fan de las gesticulaciones faciales de Stellan, te
dicen más que cuando habla y esto tanto en el teatro como en un trabajo de
interpretación es vital, y en esta producción le viene el papel de tío loco
endeudado al dedillo.
A parte de disfrutar de la belleza de Sobieski y alguna que
otra escasa situación de tensión poco más se le puede rescatar a esta peli de
misterio. Resulta la típica de los de ver por la tarde en la hora de la siesta.
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