DIRECTOR: Kiyoshi Kurosawa
Uno de los muchos puntos que abordó hasta el extremo el personaje de Takabe en Cure (1997), fue el consumo que le provocó su trabajo. Lo ahogó en un mar de locura y desesperanza que, aunque no lo llegó a matar, sí que le marcó. Pues la misma filosofía se le puede aplicar al protagonista de esta historia, Niijima.
La película empieza de una forma bastante curiosa, de hecho,
empieza como terminarían la gran mayoría, esto es con la ejecución del malo. En
el caso del protagonista, tras una larga investigación personal da con el tipo
que asesinó a su hija años atrás, se lo lleva a un edificio abandonado y se
toma la justicia por su mano. Su mujer y él llevan una vida normal, el marido
tiene un trabajo curioso como es el de clasificar los olores de diversos productos
y a ambos les da para fin de mes. Todo va normalmente hasta que un buen día
Niijima se sienta en un banco al salir del trabajo y un hombre se le acerca,
alegando ser una antiguo amigo suyo de la infancia y proponiéndole “un mejor
trabajo”. Y es aquí donde comienza la película en sí.
El trabajo para no hacer spoilers diré que es sorpresivo,
pero más sus compañeros del curro. Digamos que el bueno de Niijima le coge el
gusto a los “encargos” que les encomiendan, conoce gente nueva que le manda nueva
tarea y así va conociendo una nueva faceta suya antes desconocida, de hecho el
final (de libre entendimiento, como en los filmes de Kiyoshi) resulta una especie
de reflexión del protagonista, de “¿qué he hecho?” o mejor dicho “¿qué he
conseguido?”
La narrativa resulta muy del estilo de estos “primeros”
trabajos del cineasta. En “Eyes of the Spider” estamos ante un desarrollo algo
confuso y extraño donde el surrealismo y la extravagancia se cogen de la mano
mezclándose con algún que otro toque de humor de vez en cuando, pero vamos,
humor del bueno, nada del “Humor Amarillo style”. ¿Sirven de algo esas pinceladas
de humor que mete de vez en cuando la película? Hmm... me atrevería a decir que
no pero supongo que hace más llevadera la triste historia que tenemos entre
manos. Quitando esto de lado, la ya comentada narrativa es buena pero para mi
gusto la historia podría haberse mostrado mejor desde otro ángulo…digamos que
no me llegó a convencer. Esto no quita que la peli sea buena por supuesto.
En cuanto a las actuaciones estamos ante un cast bastante
potable, destacando a <Shô Aikawa> en su primera colaboración con Kurosawa,
y por el cual, ganó varios premios (al mejor actor). La música es del estilo aquí te pillo, aquí te mato en el
sentido que después de ver la cinta ni te acuerdas, le da un empuje a la obra y
poco más.
Por lo demás citar que tiene un aire noventero muy acertado
y que el artista sigue con esos mensajes escondidos y aparte de la historia
original que tanto le gusta poner en sus trabajos. Ítems que le encanta colocar
para hacer pensar al espectador durante todo el metraje y que, si se da el caso,
el protagonista también intervendrá con ello. Considero que es una película
difícil de entender, puesto que el tema que expone a pesar de ser único, se
rueda con cierta, vamos a llamarlo “gracia personal” (lo antes comentado).
En lo que a mí respecta, se me queda como una curiosa
producción que no va más allá de lo pasable, pues con el tiempo se va
olvidando, al igual que los iniciales ideales del protagonista.
0 comentarios :
Publicar un comentario