DIRECTOR: Takashi Shimizu
¡¡CONTIENE SPOILERS!!
Del padre y creador de la saga Ju-On y pequeño colaborador
en un episodio de “Tomie”, Takashi Shimizu después de hacer el remake americano
de su Ju-on 1, realizó esta obra atópica cuanto menos en su, por aquel
entonces, marcada filmografía y estilo definido; La gente es una caja de sorpresas.
Rodada en (difieren las leyendas en esto) 4-8 días con un
bajísimo presupuesto (alrededor de 44.000€) y siendo distribuida con la errónea
idea de ser una película de terror en estado puro como director de Ju-On que
es, Marebito supone un punto y aparte en todo. ¿Es de terror? ¿Thriller tal
vez? ¿O quizás filosófica? Nada y todo a la vez, eso es. Viéndole en lo
personal, algo de parecido a los originales filmes del cineasta <Kiyoshi
Kurosawa> estamos ante una historia extraña que es mostrada de una forma aún
más rara, por lo que su comprensión a priori resulta un problema, sobre todo
para la gente que iba con otras ideas en la cabeza, o que, sencillamente
esperaba una obra de terror americana con todo lo que ello conlleva (ritmo
rápido y ajetreado, explosiones, sustos rápidos y fáciles y un largo etc
enciclopédico).
Las actuaciones son muy buenas, haciendo un mayor hincapié
en <Tomomi Miyashita> como F y <Shinya Tsukamoto> como Masuoka. La
actriz por interpretar el papelón de mucho peso y dificultad interpretativa
cuya involucración personal en el mismo merece al menos un premio. También el
padre de Tetsuo se merece un aplauso, pero aunque sus gesticulaciones faciales
estén acorde al guión, poco más allá va; cantando escenas de desesperación en
las que poco esfuerzo personal le imprime.
Muy bien, y hasta ahí la introducción. Lo que viene a
continuación es un análisis en profundidad donde doy por entendido que has
visto la película y quieres, al igual que yo, bucear en ella, en ese mensaje no
tan claro que da. De igual forma decir que todo lo que viene es mío, solo mío y
que he llegado yo sólo a esas conclusiones (que también) sería una farsa. Me he
documentado y además he leído reviews que me han ayudado a comprender mejor
esta obra infravalorada.
Una vez vista la película, por primera vez, me quedé con una
extraña sensación. Como que “se me ha escapado algo” o “aquí hay muchas cosas
que no terminan por responderse”. ¿Qué me quiere decir el final? ¿Quién es F?
¿Qué es el hombre de negro y qué relevancia toma el personaje de Arei Kuroki?
¿Por qué hace lo que hace en determinadas ocasiones el protagonista? O, ¿qué
son realmente los “Deros”?
Ok, lo primero que vemos nada más que arranca el film es una
secuencia de corta duración donde aparece una cara angustiada y con malestar,
que no es más que el final de la película. Después del título, corre una
pequeña introducción (para algunos es demasiado larga, pero esto es a gusto
personal, a mí no me molestó en absoluto) donde nos presentan a nuestro
protagonista, un cámara contratado a tiempo parcial con una inexistente vida
personal si nos damos cuenta, porque a donde quiera que vaya se lleva su cámara
y lo graba todo (elemento que me dio a entender que desde un principio el
hombre no está muy cuerdo, pero como repito, a libre interpretación). Como
también la voz del protagonista en off nos comentó, a lo largo de su vida se
topó con varias cosas de corte extraterrestre y místico, que para él no tenían
mucha sustancia sino que lo que de verdad buscaba era HALLAR y EXPERIMENTAR el
terror más absoluto, deseo que al final se le cumple por cierto. Al momento
pone la última noticia que obtuvo en los pasillos del metro de Tokio, el de un
hombre clavándose un puñal en el ojo y que a partir de una mirada de terror
hacia él, nuestro cámara tiene una especie de visión que le lleva al complejo
de túneles abandonados que hay bajo la ciudad nipona. Antes de ello lo vemos
arrojar a la papelera su medicación, un bote de Prozac, que no es más que un
antidepresivo y es aquí donde comienza la historia. Desde este punto uno puede
pensar que lo que viene a continuación puede ser una total paranoia causante
por la falta de medicación, ¿verdad? Y
de hecho creo que es así, puesto que la película siempre es mostrada desde el
punto de vista de Masuoka y lo que él ve/siente/dice de boca es lo que se le da
al espectador, lo cual en este caso es bastante complicado de manipular para
entender.
Masuoka es invitado al mundo subterráneo, atraído por una
especie de chillidos emitidos por los “deros”, criaturas que según la explicación
que le da el fantasma de Kuroki (¿posible guía mental del cámara?) pueden ser
perfectamente la parte “¿oscura?” o más bien “¿inservible?” que tenían esos
seres superiores que éramos los humanos y que el prota menciona en uno de sus
varios monólogos ante cámara. Esta teoría puede tener sentido si se estudia desde
el punto de vista filosófico/existencialista el film: Masuoka va buscando el
terror, la locura y para ello asesina a su exmujer a la que evita y que dentro
de su mundo mental (aquel sin medicación, recordemos esto) no conoce. También
dice que trató como un animal a su hija, y aquí paro un momento.
Cuando se ve el primer contacto en las ruinas de las
montañas de la locura entre F y Masuoka, no se ve que se lleve a la chica a su
piso porque:
a) en verdad no existe pues F es su hija, que maltrató al
extremo de domesticarla con sangre.
b) F es la parte feliz, positiva de su vida, lo que le falta
y que en su intento de domesticarla y hacerla más sociable (lo digo en los dos
sentido, entiéndase) él se va des-socializando y retrotrayéndose cada vez más y
más hasta el extremo de matar y evitar contacto con más allá de F. Al final
podemos ver cómo “padre e hija” están en el nicho de las ruinas como al
comienzo y ella lo mira con felicidad mientras que él tiene una expresión de
total horror; justo lo que buscaba ¿no es así?
¿Pero esto es en verdad así? Hmmm… no sé yo, porque aunque
no se vea cómo Masuoka se lleva a su casa a F, sí que aparece a la inversa, por
lo que como podemos comprobar esta segunda hipótesis no se sostiene mucho. De
hecho, y remarcando lo que he dicho, cuando F lleva escaleras abajo a su cámara
ella va feliz grabándolo mientras que él está como totalmente ido y vacío
(puede representar el antiguo Masuoka, y F su parte positiva que tanto le
faltaba en su vida y que ahora está completo. Inclusive cuando están los dos
acurrucados podría verse una especie de vínculo de “Ying y Yang” entre los dos:
Un mismo ser dividido en dos).
Sacando un segundo subapartado también es válida la
propuesta de esto desde el punto de vista meramente carnal. Si prestamos
atención al personaje de F, nos daremos cuenta que cada vez que bebe sangre
como que se restaura por dentro, puede hacer más cosas y se vuelve más “lista”
por así decirlo (y cuando no está en un estado de letargo, “hibernación” como
lo llama Masuoka). En estas también podríamos sacar la conclusión de que al
final F se lleva a Masuoka a su terreno para después de sonreírle felizmente,
devorarlo completamente.
Por otra parte hay otros personajes en la historia bastante
recurrentes: el Hombre de Negro interpretado por <Shu Sugata>, los
fantasmas con los ojos negros que son las víctimas que ha matado el
protagonista y Kuroki. Si uno se para a pensarlo bien, pueden ser perfectamente
representaciones distintas de su consciencia. Tanto remordimiento por acciones
que sabe que no eran buenas (los fantasmas) como su extraña relación con F y
los interrogantes que se le plantean (El hombre de negro) y a Arei como su
relación con el mundo subterráneo y todo lo que ello conlleva (recordemos su
misión inicial).
La paranoia que va cogiendo el cámara es tal que perdido
entre un mar de dudas y vejaciones mentales abandona a F en su piso y se separa
de sus cámaras para ingresar en un mundo de “¿paz?” donde ya hace planes de
formar una nueva vida tranquila en un pueblo hasta sus últimos días (aquí nos
reconoce con cierta lucidez lo asqueroso y detestable que es como ser humano,
por haber cometido los crímenes que ha hecho). En estas que se topa por la
calle con un par de Deros que le dejan su móvil en la calle y que al otro lado se
pueden oír los chillidos de Deros cuando sólo se ve una foto de él y en éstas, recuerda
que tiene a F en su apartamento. Esta escena puede representar su aceptación
sea cual sea su condición, concepto humanístico si consideramos la película
desde ese ángulo, y por ello va corriendo a su casa, para ver su otra mitad, F.
Tanto si consideramos la película desde el punto de vista
meramente de sus personajes, como a un nivel superior y de consciencia humana,
ambas propuestas son igualmente válidas y dan respuesta a más de una incógnita.
En lo personal me es imposible elegir una a ciencia cierta por lo que ya he
dicho, pero ello no quita que me haya entretenido con las 3 veces que la he tenido
que ver. Será que me gustan mucho aquellas cintas que hacen que le dé vueltas a
la cabeza el tema que proponen y por ello su duración no me es motivo de queja
alguna.
Pero aun así no la recomiendo como película de terror, pero
sí como metraje atópica del género. Sin olvidad que no es apta para todos,
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