DIRECTOR: Kazuto Kodawa
Última entrega de la trilogía iniciada por Kôji Shiraishi sobre la famosa leyenda urbana de Kuchisake-Onna. Lanzada 9 meses después de la Carved de Kôtaro Terauchi, en esta nueva ocasión y como parecer ser ya, marca de la casa, tenemos otro nuevo origen de la asesina con la boca rajada.
Aspectos positivos:
-Efectos visuales y digitales de una gran calidad. 10/10
aquí y al igual que en los efectos especiales y el aspecto de Kuchisake Onna
(aunque no le hace la competencia a la original).
Aspectos negativos:
-Historia. Esto es lo más gracioso. No cabía en mi asombro
cuando estaba viendo de semejante aberración; toda la película tiene escenas ROBADAS
TAL CUAL de otras películas de terror orientales. Ejemplos de esto pueden ser
que si el poster es una copia de “A Tale of two Sister”, hay muchas escenas
copiadas de Ju-On o Ringu y por no mencionar que la música, atentos aquí, la
música aparte de ser paupérrima tiene partes que son del videojuego ¡Forbidden
Siren! Tal cual, y se quedaron tan panchos. Me extraña que no hayan denunciado
al director por tanto robo de todo que hizo. Descaradísimo.
Pero por otro lado cuando intenta innovar y meter algo suyo
propio lo hace mal, porque la película ya tiene una base que no es suya e
intentar jugar la partida con mal pie es abocarse al fracaso. Momentos
estúpidos, incongruentes, inventados o sacados de la manga; los que quieras.
-Actuaciones malísimas, destacando sobre todo a la actriz
protagonista. No es que sobre actúe sino que no sabe actuar, así de claro. Nula
expresividad y credibilidad de sus acciones, por no mencionar las caras que
pone de estreñía. Una inverosimilitud entre la compenetración de los personajes
asombrosa, y más que nada entre las dos hermanas, que uno no se lo cree.
-Una dirección de los hechos que viendo el panorama de
arriba ya te puedes hacer una idea de cómo va a estar… Por lo que podría
decirse que en general la película tiene una buena idea pero como está a reventar
de clichés, cosas copiadas y malísimas pero malísimas escenas de acción; se le
va la fuerza por la boca.
Mediocridad asquerosa de la que mejor alejarse,
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