10 oct 2016

License To Live

AÑO: 1998
DIRECTOR: Kiyoshi Kurosawa






















Desde que el director realizase en 1997 su obra magna “Cure” y hasta algunas cintas posteriores que son en su gran mayoría conocidas (Charisma, Séance), rodó una serie de filmes desconocidos por la gente (el dúo vengativo de Eyes of the Spider y Serpent’s Path, los Gakko no Kaidan, su serie de yakuzas con Shô Aikawa, etc) y precisamente “License To Live” es otra de esas. Kiyoshi Kurosawa como ya él mismo admitió en varias entrevistas, no quiere que le identifiquen como un artista del cine de horror japonés, ya que también realiza incursiones en otros géneros. Esto lo vimos en sus pinkus (Kandagawa y la Chica DoReMiFa), las vengativas anteriormente citadas y ahora le toca el turno a la comedia. Pero claro, como ya se sabe el cineasta no sólo va a rodar una comedia, sino que también desmontará el género implementándole otros como en este caso, el drama. De hecho, “Permiso Para Vivir” se podría autodenominar como una triste comedia dramática.

El filme sigue la evolución de un chaval de 24 que recién se despierta de un coma de 10 años, lo que podría decirse comúnmente como “re nacer”, ¿no? Pero como ya le advirtió su médico, “el mundo que conocerás no será como lo recuerdas”. Sabias palabras. Pues es lo que pasa.

El joven, llamado Yoshii e interpretado por <Hidetoshi Nishijima> tiene que afrontar desde la mente de un crío pre adolescente el mundo de los adultos (siendo el eje de la película) comenzando por la delicada situación de su familia, su relación con el amigo de su padre Fujimori <Kôji Yakusho> o sus antiguos amigos del instituto. Todo ello desde el punto de vista del protagonista, el cual mantiene una actitud bastante pasota de lo que le rodea y que yo, la primera vez que vi la peli no entendí, pero luego sí: a veces es mejor no inmiscuirse demasiado para no salir herido. Esta filosofía que en algunas ocasiones puede resultar molesta, inverosímil o hasta cómica, es vital para no sólo el prota sino para todos los personajes.

La relación e historias de todo el elenco de personajes me ha parecido muy bien dirigida y relacionada, sin olvidarse de ninguno y utilizándolos de una forma en la que marquen a nuestro joven en cuerpo de adulto en mayor o menor medida. En lo personal valoro con creces la actuación de Yoshii a lo largo de todo el metraje, puesto que yo en su lugar no sabría qué hacer o decir con semejante escenario que se topa.

Dentro del ya citado cast tenemos una baraja entera de actores que o son/serán marca de la casa o son bastante famosos: Shô Aikawa (Eyes of the Spider, Serpent’s Path), Taro Suwa (Ju-On), Shun Sugata (Marebito, Kill Bill), Kumiko Asou (Kairo), Ren Osugi (Eyes of the Spider, The guard from Underground, Charisma) o Masahiro Toda (Cure). Sorprendente cuanto menos y que para realizar una obra de este estilo curioso ver por ejemplo a Aikawa en un papel de secundario con un personaje atípico o a Asou con otros ojos distintos a la apocalíptica Kairo.

Por lo demás decir que la música y juegos de la cámara resultan los típicos de esa era del director, época en la que no paraba de sacar películas una detrás de otra y siempre de gran calidad.

En verdad, cuando terminas de ver License To Live sabes que ha habido partes que no has pillado porque es la misión del director también, cuestionar algunas escenas y crear la duda en el espectador, pero bueno, tampoco para tanto.

Al principio he dicho que es una comedia, ¿verdad? Me gustaría sacar este tema puesto que el humor que utiliza es una mezcla de ese humor graciosillo que antes molaba pero ya no, con ese del que te ríes por pena, no porque sea malo, sino por los personajes que lo sufren. Me he reído, me he conmocionado y me he extrañado; un aluvión de sensaciones que sabe sacar siempre un buen cineasta.


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