CREADORES: YUKIHIKO TSUTSUMI, HISASHI KIMURA, MICHIZO KITO
Considerando el tremebundo éxito en audiencias que cosechó en su totalidad la primera temporada (Trick) era cuestión de poco tiempo que lanzaran una segunda entrega de las peripecias de la hermosa maga Yamada y el apuesto profesor Ueda. ¿El resultado? Una más que buena segunda continuación.
No puedo evitar hacer comparaciones en cuanto a estilos se
refiere, y tal como algunas sinopsis de internet rezan, “esta serie es como una fusión entre Expediente X con Scooby-Doo” y
es que razón no les falta. Si te gustó la primera serie (como a mí) y le
mezclas mucho humor divertido te queda un drama más que de notable categoría,
como es el caso de Trick 2. Con una mejor calidad visual que su antecesora y
más misterios para resolver, este dúo distópico se las tendrá que ver cara a
cara con más estafadores, supuesto gurús y adivinos o lugares encantados. Y
como ya mencioné en mi crítica a la primera temporada la perfecta combinación
de humor con la investigación de los casos que se les presentan a los
protagonistas resulta más que buena, yo diría hasta inmaculada; pero… ¿se
podría haber mejorado? Mi respuesta es un sí rotundo.
Dejando aparte el perfectísimo y brillante desarrollo de la
trama para cada uno de los episodios y su miga interna, he notado con bastante
desventaja la evolución de nuestros protagonistas. En mi opinión no se les han
imprimido tanto énfasis como sí a la complicación de los ya digo, nuevos
enigmas de esta segunda temporada. Reflexionando un poco sobre esto en verdad
no es tan malo, porque (aprovechando las comparaciones odiosas) en Expediente X
se formó un salseo gubernamental entre Mulder y Scully y todos los episodios
que se chupó la serie sobre eso (últimas temporadas sobre todo), quitándole
relevancia a lo que en sí eran los verdaderos expedientes X, pero bueno, ya me
desvío del tema.
A coalición quiero decir que los asiáticos, y en nuestro
caso, los japoneses son una cultura que no dejan mostrar sus sentimientos por
otros tan explícitamente como los occidentales y esto con nuestros ojos puede
resultar difícil asimilarlo. Ojo, ¡por ningún motivo estoy pidiendo un lío
amoroso ni mucho menos! (perdería en parte la gracia intrínseca que tiene la
serie) pero de lo que todos estamos seguros es que son seres humanos al fin y
al cabo qué menos que en ciertos momentos mostrar algo de ternura y alejarse de
chistes fáciles o enfoques graciosos como sustitutos facilones. No sólo en
cuanto a relaciones, sino en otras situaciones y sobre todo para Ueda, (su
personaje lo llega a pasar mal en cierto momento pero rápidamente cambia de
actitud según el guión, cosa que no cuaja) dejando para los últimos minutos del
capítulo final “un algo”. Obviamente si comparamos cualquier episodio de esta second season con alguno de los de la
primera vamos a encontrar una diferencia (¡normal!) pero lo que viene siendo la
segunda temporada en sí, dentro de ella no existe tal desarrollo.
Antes he mencionado la poca evolución sentimental de los
protagonistas, pero también me gustaría decir que no acoge a todos por igual.
Yabe no es que avance mucho el pobre, pero sí que ya nos empezamos a percatar
de algo en su ayudante (y más al final), cosa que se agradece bastante la
verdad.
Esta vez tenemos un ending distinto al anterior y del cual
me estoy empezando a cuestionar su más que posible simbolismo sobre la pareja
protagonista. Además de los extras publicitarios que nos quiere vender la serie
(como los libros del ahora profesor Ueda y que sí que sí, que se pueden comprar
de verdad).
Poco más que añadir para una serie que va viento en popa convirtiéndose
con el paso de los años en una de las mayores referencias en doramas de su
género.
0 comentarios :
Publicar un comentario