29 ene 2017

Shin Godzilla

Título original: シン・ゴジラ (Shin gojira)
aka: Godzilla Resurgence
Japón, 2016, Hideaki Anno & Shinji Higuchi




















El Gojira de Anno | CICLO RAIDER-SITGES 2016


Aviso a navegantes antes de entrar en la crítica, mi experiencia con el titán japonés se resume vergonzosamente a la versión de Stephen Sommers del 98 (cuando era un crío) y a una especie de serie de dibujos animados que echaban por la tele hace muchos años. Como se puede ver, no, no me he visto la original ni las sucesivas entregas niponas o incluso, la re edición norteamericana del 2014. Por lo tanto esa vital parte dedicada a comentar diferencias, similitudes entre la original y el remake (o reboot, según donde se lea al respecto) se pierde muy a mi pesar. Dicho esto, evaluaré (espero sin meter la pata) este film como una producción aislada, dando así mis primeras impresiones y con la mentalidad de un adulto.

Si bien es cierto que es mi primera experiencia “en serio” con el universo de Godzilla, eso no quita que uno no sepa de qué va. La premisa es bastante sencilla: cierto día en una bahía de Japón empiezan a avistarse anomalías en el mar, una columna de vapor vertical. Tras unos (y breves) días, surge nuestro gigante saurio para arrasar todo lo que se encuentre a su paso. Pero, ¿por qué?

Bajo mi punto de vista esta nueva entrega de la saga Godzilla hay que estudiarla de una forma “especial”. Sino, basta con ver un poco de metraje para darse uno cuenta del estilo tan suyo que tiene el film, y es que el director no es otro que Hideaki Anno, el padre de Evangelion. Ya que he sacado el tema del “estilo” aclarar que como inevitablemente es del cineasta, la obra girará en torno a la política, y la gestión que realiza el gobierno mientras dura el ataque del depredador. He escrito “inevitablemente” porque (y permítaseme lo comentado al inicio) en este film de monstruos lo que rige es ver la partida de cartas que se juegan el gobierno (o la sociedad) y Godzilla. Uno no puede darle el protagonismo supremo al monstruo, sino utilizarlo como una excusa si se le quiere llamar así, para, mostrar la actuación de los humanos. Y es aquí donde se ve el sello del artista. 


Al igual que en este mundo eres diestro o zurdo, también están los que se han visto Neon Genesis y los que no; la diferencia puede ser un problema. Más como una ventaja, he podido disfrutar de la serie más famosa del señor Anno y aunque sólo haya visto eso basta para captar la forma que tiene de dirigir los acontecimientos. El estilo es palpable al poco de arrancar la película, un frenesí de sucesos, acontecimientos, personajes, títulos de presentación excesivamente largos, diálogos apresurados y una acción que llama a la puerta con ganas de entrar a jugar. Hasta al más veterano se le puede marear la cabeza de la velocidad a la que rueda el film con tan poco tiempo de recorrido. ¿Es algo malo? Sí y no. El no es por la gran cantidad de sucesos útiles (importante concepto, no relleno) que se dan y si fuera a un ritmo más pausado seguramente terminaría aburriendo, de todas formas, una bajada en las revoluciones no le habría venido mal. Por lo que la ejecución de la historia sale aprobada, excelentemente centrada en el marco político gubernamental que intenta mostrar y que, crítica arriba, crítica abajo le sale un muy bien resultado. Ello acompañado por el simpático toque de humor también, característico del director (y que, sabedor del ritmo de su película, así lo hace saber al espectador).

Ya sabiendo la calidad de la trama, el segundo paso es hablar de Gojira. Su “nacimiento” es bastante apresurado al inicio, basado en estúpidas especulaciones de tontos burócratas y aún más, expertos. Su paso por la ciudad es un descontrol y un caos, pero no arrasa por arrasar, sino por otro motivo en especial. ¿Lo dice así la película? No, esa es la gracia. De hecho, en un momento de la cinta, un personaje se pregunta lo mismo, respondiéndose con un guiño a la creación primeriza del padre de la criatura, Ishirô Honda. 

Actores también muy conocidos como Taro Suwa, Jun Kunimura o Ren Oshugi

Pero de lo que estoy más que seguro es que no a todos les gustará Shin Godzilla. Es difícil seguirle el paso y los efectos especiales del monstruo son una basura CGIera (del co-director también, Shinji Higuchi). Lo salvable sería quedarse con el clímax de tensión que crea adecuadamente la peli (ataques) y los paisajes de desolación. Bien, la gran mayoría de haters de Evangelion se pensaban que la serie sería una de Mechas dándose de ostias todo el rato, a lo Transformers y mira tú por donde fue mucho más allá. Aquí sucede lo mismo. Si quieres disfrutar de explosiones, drama de manual, efectos especiales de lujo y una acción sin parangón, NO veas esta obra, espera al (más que seguro) re-re-remake americano. Es curioso, en la sala había un chaval con una camiseta de Godzilla, no sé qué pensó de lo que vio.

Despedirme no sin antes comentar la banda sonora, un regalo para los fans de Eva.

                                           


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