aka: Train To Busan
Corea del Sur, 2016, Yeon Sang-ho
¡¡CONTIENE SPOILERS!!
¿La película de zombies del año? | CICLO RAIDER-SITGES 2016
-¡¡Mis amigos van a venir!! ¡¡Están en el vagón de al lado!! ¡¡De verdad!! ¡¡Ayúdenles!!
-¡¡Y a quién le importa!! ¿¡Cómo no sabes que están infectados?! ¡¡Preocúpate de ti!!
Un virus genérico salido del laboratorio de turno se filtra por algún medio del que no se nos informa para llegar a los humanos y transformarlos en unos muertos vivientes con muy mala leche y sedientos de carne humana (o morder cuellos, que parece su obsesión). Paralelamente a este quilombo un grupo al azar de personas son elegidas por la juguetona cámara a bordo de un ave para protagonizar su peor pesadilla. ¿Quién quedará en pie? ¿Quiénes son los buenos? ¿Hay malos?
El artista surcoreano Yeon Sang-Ho deja aparcada su batuta en el cine de animación con Seoul Station para tomar el mando en el cine de los actores de carne y hueso. El por qué lo desconozco, pero la pregunta más importante sería ¿le ha sentado bien el cambio de escenario? Bueno, la crítica especializada y miles de personas la tachan como una obra maestra o como la película revelación del 2016, hmm… ¿sí, no?
Empecemos analizando la trama, uno de los elementos más importantes a la hora de realizar una película en condiciones. Es una de zombies, ¿qué tiene de novedad? Vueltos a la vida que se comen a humanos, algo mil veces visto hasta la saciedad tanto que los propios zombies ya raro es que sugieran algo de terror o pavor. Pero como se sabe, “no es el qué se dice, sino el cómo se dice” y es que lo mismo se podría haber dicho de la española [REC], que a más de uno le calló la boca. El género sobre el que camina el film no es nuevo por lo que de entrada es raro que nos intenten sorprender con algo que no hayamos visto ya (obviamente si tienes experiencia). El film contiene los tópicos necesarios del género que cualquiera puede notar, sin embargo una serie de puntos nuevos se le añaden para otorgarle cierta especialidad. Entre ellos podemos citar la localización, un tren; el grupo de protagonistas con sus problemas personales que no nos quieren salpicar con las cansinas escenas de drama forzado, y sobretodo el desarrollo de los acontecimientos.
Esa es la clave del éxito, una dirección que como una maquinaria impulsada por un reactor nuclear no para ni un segundo en su cometido, atrapar al espectador. A pesar de arrancar con una introducción y posterior prólogo muy mainstream, cuando nos subimos en el tren es cuando comienza la fiesta, con acertada resaca, por cierto. Y es que la posterior evolución de los acontecimientos, esto es, el contagio y cómo se las ingenian para sobrevivir nuestros protas, está correctamente ejecutado. Así es, no esperaba menos, por lo que de obra maestra mejor guardarlo para el futuro. Sino, pararse un momento a pensar, ¿cómo plasmarías tú un apocalipsis zombie en un tren? ¿eh? Pues no hay muchas opciones la verdad, es lo que también tuvo que pensar el director y así lo hizo. Esto, agregado a unas características personales que les ofrece a los zombies (que se traduce en una ventaja para los humanos) es en lo que se traduce el film, sin más. Para los más sensibles a las críticas, no, no estoy diciendo que la película sea mala en ningún momento, simplemente se ha hecho lo que mejor se ha podido hacer y punto, no hay nada que sobresalga ni que de verdad nos haga visionar algo innovador. Bueno…sí, lo que pasa es que entre tanta acción a más de uno se le ha podido pasar por alto.
El cine coreano siempre le da un toque personal en aquellos films que se esfuerzan por ser algo más, por llegar a destacar sin fracasar. Train To Busan se une a la moción y nos deleita con un diálogo reflexivo en un momento decisivo, donde el film a primeras nos quiere dar a entender quiénes son los héroes y quien o quienes no. Craso error. Sin dar lugar a posibles malinterpretaciones por parte de mis lectores sólo quiero hacer saber que el más malo en ocasiones puede ser el más realista. Esto lo han intentado multitud de películas pero rara vez les ha salido la jugada, el de Train To Busan no falla. Posiblemente sea el anti-héroe más veraz en todo lo que hace con su personalidad tan definida que, dando la impresión de personaje cliché, no es así.
¿Hablamos de los zombies? Hablemos de los zombies, sí señor. Me declaro un inexperto en las producciones orientales de esta temática pero no sé si será la deformación cinematográfica que tiene uno con los no muertos, que los come cerebros del señor Sang-Ho poco me han impactado. Su aspecto en la vida real daría un miedo que te cagas, pero llevados al cine resultan unos del montón, y que seguramente por temas comerciales y de posibles censuras, no hay un gore generoso que les dé un mayor respeto (no es lo mismo una cámara que nos muestre a un zombie mordiendo de pasada, que aquel hincando hasta el fondo la mandíbula y trayéndose un pedazo de sangre bien empapada mientras que borbotones salen del pobre desgraciado). Puedes tener al bicho más feo de todos, que si le proporcionas un mínimo de sadismo o violencia explícita ya es otra cosa.
Antes de que se me olvide, la música. En los filmes de acción tan adrenalínicos como estos es indispensable un aditivo que realce las escenas, y es donde entra en juego la banda sonora. Últimamente se ha puesto de moda poner piezas de música clásica de fondo con asesinatos o matanzas (Evangelion es el perfecto ejemplo) pero una cosa muy distinta es lo que se nos presenta aquí, una mezcla descafeinada que (bajo mi punto de vista) se carga ese toque extra a ciertas escenas que lo piden a gritos.
Y para comentar el final:
Admito que debe ser difícil cerrar una obra apocalíptica sea del tipo que sea (catástrofes naturales, invasion home, etc) pero creo que para terminar la función de forma elegante y que deje buen sabor de boca es necesario. Aquí se nos presenta un ending bastante apurado y absurdo. ¿Quién se cree que la niña se va a poner a cantar cuando su padre murió hace nada y que está completamente sola (pocas esperanzas le doy a la madre, la verdad)? “Es que es para desahogarse” FALSO. Si no me crees, ponte en su piel con su misma edad (unos 8-10 años, creo) ¿de verdad te pondrías a cantar? Estarías llorando o sollozando por la pérdida (recordemos esos desgarradores gritos que chilla la niña cuando ve que su padre “la deja”).
“Bueno, ¿y cómo harías tú el final? ¿eh?” Muy sencillo, tendría que recurrir un poco al manual, pero al fin y al cabo estamos en una de zombies, ¿verdad? Tiene que haber clichés. En fin que:
Las dos van caminando despacio, a paso lento. Mientras la chica trata de asimilar lo que acaba de suceder hace escasos minutos en un mar de lágrimas, la embarazada con la mirada perdida en la oscuridad también intenta asimilar la muerte de su marido.
De pronto el francotirador se percata de que hay movimiento en el túnel y tras recibir luz verde para disparar se prepara, fija el objetivo, a la cabeza. Es la mejor forma, piensa. Su compañero traga saliva, ¿estarán matando inocentes por una molesta oscuridad? Su compañero está con el dedo en el gatillo, el objetivo lo tiene preparado pero de alguna forma parece que también se le ha cruzado por la mente el mismo pensamiento, ¿serán personas?
<<<<Buen momento para enfocarles durante todo rato la cara, la expresividad facial es crucial aquí, y más en los asiáticos>>>
Se lo piensa, al fin y al cabo observa que no se mueven de forma extraña, ni muy lenta ni muy rápida, es como si…estuvieran cansadas. Sabe que desobedecer una orden directa de un mando superior está castigado duramente, pero aun así considera más importante dos vidas humanas. Espera, sigue esperando, su compañero no hace nada, el walkie suena, una voz alterada le pregunta si ha abatido a los sujetos, siente agobio, presión, le suda la frente, sabe que es una decisión muy difícil porque si resultan ser zombies una vez salidas del túnel va a tener que ser muy rápido para matarlas por la proximidad.
En esta sofocante atmósfera que se tiene que trasmitir de la misma forma al espectador, estaría bien que la cámara enfocara la esperada salida de las dos por el túnel a través de la mirilla del franco. Todo salió bien.”
En fin, que no sé a qué carajos viene tanta inflación para un filme que aunque es bueno, tampoco es la gran papaya.
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