25 jun 2016

Salinma

AÑO: 1965
DIRECTOR: Lee Yong-Min























Mi primera película viejuna del terror asiático, ¿la experiencia? Maravillosa, se extraña este tipo de cine hoy en día.


Soy de los ‘90s por lo que el Blanco y Negro no lo llevo en la sangre, habiéndome visto como muy muy antiguo “El Séptimo Sello” (must see en toda regla, por cierto!), así que para no ser un modernfag del terror oriental actual y también para tener cultura sobre el cine de época me dispuse a verme Salinma, porque sí oye, fue la primera de una lista kilométrica que tengo pendiente…

La película tiene una narrativa muy famosa entre las de su género, esto es, contar una historia de una forma desorganizada y desmenuzada donde el espectador tiene que jugar con la cinta, pensar por qué pasa esto y no lo otro y resolver ciertos rompecabezas (este estilo narrativo me encanta). Pero no te creas que la narrativa es igual a la de Ju-On (famosa por ponerlo de moda), no no, “Salinma” va mucho más allá, llegando a aventurarse por callejones sinuosos y oscuros donde hasta el más veterano se puede llegar a perder. Si bien he dicho en numerosas reviews que hay que poner los 6 sentidos, con Salinma hay que dar un paso más allá y realizar un ritual de concentración antes. Aunque no te preocupes, si te pierdes entre la niebla narrativa casi al final del metraje se otorga un precioso infodumping donde te explican todos los entresijos y complicaciones.

Exacto, complicaciones, esta peli tiene muchas. Posee un hilo argumental muy árido pero que gracias a un “non-stop action” hace que sigas pegado al asiento queriendo saber más, evitándose así aburrir al espectador. El mensaje del filme es bien claro, nos quiere mostrar cómo varios de los pecados humanos pueden provocar atrocidades, como matar a un miembro de tu familia por pura envidia (no, no es spoiler, tranquil@). El guión lo he visto muy bien aprovechado al igual que dirigido (es la misma persona), pero lo mejor aparte del mensaje principal, es cómo desde antiguo se viene arrastrando esa cohesión tan del continente del sol naciente entre la muerte no deseada de una persona y su posterior transformación en maldición. ¿Suena verdad? Claro, es el tirón del 2000.

En cuanto a los efectos especiales, no puedo decir nada, ya que la película es de los Sesenta, por favor. Es de lo que menos te preocupas cuando estás viendo una obra de este calibre. Las actuaciones están muy bien, sin sobre actuaciones ni pollas chinas (esto abundan en muchas pequeñas producciones actuales). La música actúa más como un terciario extra que como un protagonista, ¿molesta? No, de hecho aunque es algo aceitosa y sirve de sostén para momentos de terror, no incomoda en absoluto.

K-Horror de la época de Katapún-chinpúm más que recomendable. Una joyita del cine antiguo y eso que lo digo desde mi inexperiencia.



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