DIRECTOR: Lingo Hsieh
Creo recordar que es la primera película de terror taiwanés que he visto y la verdad es que me esperaba otra cosa, aunque estando entre los guionista nuestro amigo Taka Ichise… nada bueno podría esperarse.
Ichise es famoso por ser una gran productor de películas de
terror asiáticas, tales como “Ringu”, “Dark Water”, “Ju-On”, etc. El quilombo
viene cuando va más allá y quiere formar parte del equipo principal, algo que es
palpable en el remake ponja de “Ju-On” que sacó hace dos años y el cuál es una
patada en los huevos. De hecho hay una escena en esta peli que no es más que
una burda y hasta insultante parodia de Ju-On.
Partiendo de una aceptable primera hora de metraje, lo que
viene después me resultó un intento bastante bochornoso de tapar lo que había
presentado el comienzo. Desde rituales exprés hasta una interacción sacada de
la manga entre personajes, la última media hora es a la par, reveladora y
estúpida.
El guión divide la película en dos historias separadas entre
sí y que no tienen nada que ver para al final unirse como he comentado arriba,
porque sí, sin motivos ni nada. Cierto es que el tema del ritual que trata
sobre el casamiento con los muertos me gustó por lo original que resulta
adaptar una leyenda al formato de película y además dar a conocer al público
occidental una cara desconocida del terror asiático. Quizás falle en su puesta
en escena, que personalmente la hubiera mostrado más oscura y distinta de esos
intentos de fantasma de cabellera larga tan populares o una humanoide
malformada cuya anatomía me recordó a ciertos tripulantes del Holandés Errante
(Piratas del Caribe).
Las actuaciones están muy bien destacando la del
protagonista. Los efectos especiales resultan un “toma y daca”: algunos son CGI
pestosos y otros mera ambientación con recursos de toda la vida. En cuanto a la
escenografía resulta algo normal y mil veces presenciada y copiada.
Lo mejor: El plot twist final y el tema religioso.
Lo peor: Mala dirección, momentos que no pegan ni con cola y
falta de imaginación personal a la hora de plasmar una original propuesta.
Personalmente es la típica de ver y olvidar, pasable
categoría pedigree.
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