DIRECTOR: Hisaaki Nagaoka
Es una realidad que las culturas orientales y occidentales son muy distintas, como la forma de comer, la educación (en los dos sentidos), la cultura o la religión. Y otro que se le une casi automáticamente es el cine, ya que a pesar de estar muy influenciado por la industria americana en sus comienzos, a medida que pasaron los años y fue obtuviendo reconocimiento mundial, se labró un estilo propio y hoy en día es ampliamente respetado y bien hablado por todos.
Las colegialas como una forma de vida, el anime por las
calles, los paneles gigantes de las multinacionales en los edificios o la gente
con mascarillas son “marcas de la casa” bastante atractivas, al igual que sus
leyendas. Exacto, los nipones tienen muy arraigado el tema de la muerte, el sufrimiento
y el dolor, por no mencionar el mundo paranormal de los fantasmas (sólo hace
falta echarle un ojo al “SadaNami del 2000”) y por ello no es de extrañar que
las simple palabras “Te maldigo…” puedan tomarse muy en serio en esas tierras
tan lejanas. De esta manera circulan libremente multitud de leyendas que narran
con pelos y señales terribles criaturas (yokai’s) cuyo origen siempre está
ligado a una catastrófica y triste muerte. Por lo tanto, y conociendo a los
japoneses, es extraño que no se lleven al cine estas leyendas, ¿verdad?
Hikiko-san es uno
de esos relatos que tras haberlo leído te queda una sensación de malestar
peculiar, pues la historia narrada es tristemente real: el bullying. Su
adaptación era más que necesitada y a pesar de no llegar nunca a la gran
pantalla, sí que han sacado varias versiones ¡y hasta crossovers! en el famoso
y autóctono “V-Cinema”, aquel que se enfoca directamente al formato de vídeo, constituyendo
un gran negocio donde habitan multitud de directores que pueden crear lo que
quieran sin miedo a las censuras y restricciones por parte de las productoras.
Y este es el caso de este film, pues desde los créditos iniciales nos
percatamos de ese “no sé qué” tan culpable.
Tenemos ante nosotros una película cuya portada que aunque
es amena, tiene ese montaje tan de “su clase” que nos puede llevar a
prejuzgarla, acertando en la mayoría de los casos, la verdad sea dicha.
La historia de Hisaaki Nagaoka comienza muy interesante,
tengo que admitirlo, pero… a medida que avanza se convierte en un extraño
galimatías sin pies ni cabeza que termina dejando con mal sabor de boca al
espectador, por no decir que la sinopsis hypea para luego, ser de otra forma.
Por una parte, hay escenas muy sádicas y enfermizas (el tema
del bullying) y por el otro el papel de los adultos en la historia (lejos de
ese afecto o cariño necesario para un hijo). Esto hace de “Scream Girls 2” una
película fuerte, pero que por su pobre presupuesto y falta de profesionalidad
de las actrices no llega a cuajar, lo cual es una auténtica lástima. Digamos
que un enfoque más claro, con una mejor dirección y una buena cámara hubiera
hecho a este tele filme una joya oculta, pero que va.
Las actuaciones van desde la mal interpretada hasta la
medianamente realista sin estabilizarse en ningún momento, la fotografía es
bastante pobre y la música ni existe. Pero claro, esto hay que meditarlo mucho,
amigos. Meditarlo en el sentido de ubicar a la cinta en lo que es, una obra de
un cine “cutrecillo” profesionalmente hablando y que su comparación con el cine
profesional resulta imposible.
La peli es como un ”los orígenes de Hikiko-san”, pero en
verdad resulta más atroz y está más relacionado con una de las chicas del grupo
de amigas que son, tratando de una forma muy cruda la amistad o el amor, pero que
sin spoilear me resulta sumamente difícil seguir hablando del tema. Eso es lo
bueno del largo, cómo no cae en lo que podría haber llegado a ser un slasher
facilón y lleno de uniformadas gritonas, pero vuelvo a decir lo mismo que
antes, le falta ese toque “de profesionalidad”.
Mi puntaje final es de un 3. Le valoro el esfuerzo, pero me
parecería una desfachatez aprobar algo que no se lo merece, y más si eres
víctima de acoso y ves esto.
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