2 sept 2016

Kabei: Nuestra Madre

AÑO: 2008
DIRECTOR: Yôji Yamada






















Por regla general los dramas bélicos no son mi género favorito pues pienso que son todos iguales: realzar el poderío americano en la guerra, mostrar escenas explícitas de las batallas, drama de manual.... Pero como viene siendo costumbre en el continente del sol naciente, ellos lo hacen todo desde otro punto de vista que sumado a su intrínseca exquisitez narrativa salen joyitas de cine como esta, Kabei.


Ambientada en la Segunda Guerra Mundial nos cuenta el golpe que supone para una familia perder al padre tras ser condenado a muerte por “traición”. Afortunadamente para esta familia psicológicamente rota, aparecerán personajes que les ayudarán a sobrellevar la situación, tales como un antiguo estudiante del padre (que era profesor) y una tía lejana de la esposa. Lo que hace distinto este film de los de su clase es la dirección, elemento que siempre suelo remarcar en mis reseñas ya que lo considero de vital importancia. Te pueden tirar a la cara los efectos especiales más bonitos del universo o un espectáculo de explosiones, pero si no hay una historia con sustancia de trasfondo, para mí, no va mucho más allá que el mero entretenimiento palomitero. Esto significa, que la vas a olvidar a la semana. Pero bueno, como ya he dicho, estamos ante algo diferente, un atractivo que se filmó preciosamente. Toca a todos los personajes por igual, cargándolos con una marcada personalidad y profunda consistencia psicológica, por ende alejándolos de los típicos personajes planos y clichés.

Por otra parte, esas situaciones de desesperanza y tristeza no son expuestas de manera explícita, sino que el espectador se funde sin quererlo con los personajes, sintiendo lo que ellos sienten en todo momento. Caracterización de 10. Además la narrativa sustentada sobre todo por esos diálogos simples pero con sustancia terminan de rematar una obra que claramente no es para todos. Exacto, ya sea por su larga duración o por la forma en la que se cuentan los hechos puede llegar aburrir, pero si tienes una rodadura en el cine asia no supone ningún problema. Añadir que la película cuenta con una música EXCELENTE, colocada cuando hace falta y cuando no, pues nada; lo mismo digo con la fotografía, bellísima.

Como dato curioso decir que está basada en la vida de un ayudante del famoso director Akira Kurosawa. Y para terminar he de reconocer que para ser un relato biográfico está muy bien hecho, se nota cuando un proyecto se hace con cariño y esfuerzo. 
Personalmente la veo como una película de no obligado, pero sí de recomendado visionado y más si eres de los que disfruta fotograma a fotograma de lo que sucede en pantalla; yo por mi parte gocé de muy buena compañía.


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