aka: Karisuma
aka: Charisma
Japón, 1999, Kiyoshi Kurosawa
-Yabuike, Yabuike
-Ehm…sí
-El hospital acaba de llamar, ambos han muerto
-Ya veo…
-¿Por qué no lo mataste?
-Pensé que podría salvar a los dos
-¿Por qué?
-No sabría explicarlo
Tras su intragable Barren Illusions, me dispuse a seguir mi ciclo Kurosawa con la siguiente obra del director, Karisuma. Será con este film donde se inicie una trilogía de películas que le irán engrandeciendo su reputación a nivel internacional, además de la conseguida con Cure, no la olvidemos. Entre tintas el director se pasó esos “años de transición” realizando obras que pocos conocen y que bajo mi gusto son de más surrealistas o poco sustanciosos. “Serpent’s Path” o “License To Live” pueden considerarse unas joyas del séptimo arte si las deleitan un público harto exquisito y/o con una gran capacidad de compresión sobre el guión. En mi caso, como mortal de a pie bastante humilde, poco les pude sacar más de lo contemplado en mis críticas pero al fin y al cabo, si Kiyoshi Kurosawa es mi artista favorito es por algo que amo del cine, ponerme a pensar.
En esta cinta se nos presenta de nuevo a Kôji Yakusho en el que, con los años, se convertirá en su papel principal de las películas de Kurosawa, el detective con problemas personales. Ya lo vimos en acción por primera vez en Cure y aquí repite, no llegando a profundizar tanto en su persona esta vez, pero sí lo suficiente para dejarnos claro que de entrada, el personaje no está muy bien de la cabeza. Tras fallar como mediador entre un asesino con un mensaje no muy claro y un parlamentario japonés, su jefe le obliga a darse unas vacaciones. Sin un rumbo muy claro (y aquí es donde se empieza a notar la poca coherencia del asunto) termina en una carretera maltrecha a puertas de un bosque. Dentro se topará con personajes de lo más curiosos que le servirán de reflexión personal y redención con su problema, intentar salvar a todo el mundo.
PARTE CON SPOILER:
Me he visto obligado a colocar una sección con spoiler porque hablar de esta película sin haberla visto es como intentar discutir un tema del que no sabes más que habladurías, haces el ridículo.
El prota se topa con tres personajes esenciales: El grupo ecologista, la profesora bióloga y el joven del hotel. Dentro de cada uno podemos ver otros personajes que, siendo secundarios, también tienen su pequeña aportación pero bueno, tampoco al nivel de los principales. Al comienzo se plantea el “problema” que sucede en el bosque y cómo cada grupo quiere llevarse al inspector para su bando. El joven quiere cuidar y mantener el árbol, el grupo quiere llevárselo para fines comerciales y la joven doctora quiere destruirlo.
Ante este galimatías se le presenta uno de varios diálogos explicativos que tiene con la botánica, en dónde le explicará su motivo para erradicar a Carisma. Tras contarle la historia del bosque y lo perjudicial que resulta el árbol, resulta más que evidente la comparativa con el mismo problema que abordaba El Club del Suicidio. Tanto esa como ésta película no son metrajes de terror, si acaso thrillers, pero sobretodo son una llamada de atención a la población, para que empiecen a pensar cómo un conjunto y no de forma individual. Esto se lo explica la doctora con el símil de su investigación con los árboles que ha ido estudiando a lo largo de su vida y cómo en su conjunto se descubre más que yendo uno por uno. A la pregunta clave que le realiza el policía, la mujer parece no entenderlo, respondiéndole un “no puede ser eso, sólo uno de los dos”.
Teniendo en cuenta su estado mental, que su jefe lo haya despedido del trabajo y que, entre tantos, la hermana de la doctora le confunda aún más sus pensamientos, Yabuike opta por seguir a quién en un primer momento le atendió, el joven del hotel. Como tener el arma le otorga cierto estatus dentro del ecosistema (el bosque) hace lo que quiere, sin tener nunca claro cómo hacer las cosas. Por ello al principio protege y cuida a Carisma, pero tras su erradicación destruye al otro. No se da cuenta que aunque intente destrozar a Carisma, siempre nacerá otro, porque el problema persiste, pero hay saber sobreponerse. Lo mismo llevado al plano humano. Si hubiera apretado el gatillo y matado al asesino, el parlamentario seguiría vivo; pero como siguió con su mentalidad, en vez de ayudar, empeoró las cosas con los dos muertos y su progresivo despido.
En el escenario donde se mueve toda la película perjudica todo (lo que le comenta la hermana de la profesora en una ocasión). La vieja muere, Carisma es destruido, El joven del hotel sin encontrarle sentido a su vida mata a quién tacha de culpable, el grupo ahora paramilitar asesina a sus jefes… Al final una profesora consternada se queda sin saber qué hacer, en un hábitat más nocivo que antes mientras que el Nuevo Carisma vislumbra a lo lejos un reflejo a escala más realista de lo que provocó en el bosque. Lo que puede llegar a hacer uno si se salta las normas, ir en contra de las Reglas Del Mundo.
FIN DEL SPOILER
Considerando la densa trama que necesita ser estudiada escena por escena, no será de agrado para todos. Es típico cine experimental del director, o te encanta y te gusta, o no lo entiendes y lo aborreces. Así de simple. También hay que tener la mente descansada y reposada, con los sentidos puestos en la peli, si no, al poco vas a terminar por quitarla.
FIN DEL SPOILER
Considerando la densa trama que necesita ser estudiada escena por escena, no será de agrado para todos. Es típico cine experimental del director, o te encanta y te gusta, o no lo entiendes y lo aborreces. Así de simple. También hay que tener la mente descansada y reposada, con los sentidos puestos en la peli, si no, al poco vas a terminar por quitarla.
Como también es típico del cineasta, no puede faltar ese surrealismo que empaña ciertos actos o comportamientos de varios personajes, sus toques de humor o los efectos audiovisuales. De entre todos ellos el más especial es quizás, los audiovisuales. Nos deleita con unos magistrales juegos de luz/contraste abrumadores, recargados para escenas importantes y con toques de terror. Además que lo aprovecha con los escenarios en los que se mueve, dando una sensación de grandeza al bosque donde nos movemos y otorgándole cierta oscuridad. Una cámara personal, enfoca desde la lejanía, como temerosa en ocasiones, las acciones de los personajes, o desde esquinas, mostrando tomas en instancia, sin sentido.
Dentro del cast tenemos los actores fetiche del director (Ren Osugi, Kôji Yakusho, Yoriko Dôguchi, Hiroyuki Ikeuchi o Jun Fukubi entre otros). Advierto de entrada no dejarse guiar al principio porque la muestren como una película de terror, porque no lo es. Más que eso se trata de una metáfora para explicar un problema social, el individualismo humano (sobre todo en Japón).
En general nos queda un producto con una historia original y fuerte de base cuya ramificación a campos técnicos y actuaciones están al mismo nivel de calidad. Sin lugar a dudas una obra maestra que da para pensar pero que no todos comprenderán (de ahí la exclusividad del director). Para mí, una joyita de las que hacía tiempo no encontraba.
Gracias otra vez, Kurosawa.
Gracias otra vez, Kurosawa.
0 comentarios :
Publicar un comentario