aka: The Boy From Hell
Japón, 2004, Mari Asato & Hiroshi Takahashi
Basado en un manga de 1984 que me ha sido imposible de localizar, nos encontramos con el primer life action de una serie de hasta seis películas basadas en diversos mangas de Hideshi Hino (Guinea Pig 2). A fecha de hoy no recuerdo haberme visto ningún manga suyo, aunque su reputación como excelentísimo mangaka del terror y su secuela de la familia Guinea Pig me dan una idea de con quién estamos tratando. Una vez terminada la película llego a la misma conclusión desde los diversos puntos de vista que ofrece el film, en papel, mejor.
No podré realizar la comparativa entre obra original y su posterior adaptación que tanto me gusta realizar, pero sí podré hacerme una idea por las imágenes que he podido pillar de aquí y allá. El arte en papel es único, tanto como la animación, pintura o música. Cada una vive en harmonía dentro de su campo, que se ve peligrosamente alterado cuando “a alguien” le da por trasladarlo a otro tipo de arte. Adaptaciones de novelas, relatos, cómics o videojuegos hay a montones pero que ya sean de buena calidad es otra cosa bien diferente. En nuestro caso se nos presenta la típica adaptación de muy baja calidad sobre un manga, cuyo fuerte recae en la representación visual de la atrocidad malforme protagonista, un niño renacido de un sacrificio.
La historia es bien sencilla, una médica pierde a su hijo en un accidente automovilístico y quiere recuperarlo a toda costa. Una hechicera aparece y le dice cómo. Tras el ritual su hijo no será lo que recuerda. Como podemos notar no es la primera vez que nos encontramos con este tipo de sinopsis, hay infinidad de filmes con una historia parecida sino igual. Si entramos en comparaciones odiosas, puedo afirmar que esta película es la peor, pero hay que tenerle en cuenta un aspecto importante, su origen. No es una obra que nazca de un guión tal cual, sino es una adaptación de Hideshi Hino, por tanto no se la puede meter dentro del marco común de las demás y esto, se nota en la peli. Un aire surrealista envuelve toda la obra, detalles que a lo mejor quieren ser graciosos o ilustraciones claramente animadas bajo un fondo de tela verde con croma. En ocasiones se nos presentan ilustraciones animadas para representar la mansión de la doctora, en vez de utilizar los medios cinematográficos en los que nos movemos, esto es, la cámara normal y corriente.
Por ello mismo, creo conveniente no criticar de forma despectiva tales aspectos técnicos, como los efectos especiales o decorados, pues la mala calidad de todo en su conjunto con ojos alejados de la Serie B lleva al ignorante equívoco. Ejemplos tales como “el accidente de coche”, ver a la criatura merodear de aquí a allá o la progresiva evolución de la protagonista son de risa. A primera instancia uno piensa que la peli tiene que ser de risa, no queda otra, pero no. Hideshi Hino expone sobre el papel historias grotescas y con su toque personal, por ello quiso impregnarle tal sustancia a su traslado sobre el cine. Digamos que es su forma de hacer cine, con mezclas de surrealismo que empapan toda la pantalla, cosas absurdas o diálogos convenientemente clichés. ¿Es su método, o simplemente una burla al género? Desde luego si es el segundo caso, el hombre es todo un genio.
Creo que no será necesario comentar nada más de la trama, pues con el escueto resumen escrito párrafos arriba ya hará plantearse a más de uno cómo se desarrolla y posteriormente, como termina. El inicio es demasiado abrupto y sin sentido (por no decir ridículo), el desarrollo resulta irónicamente surrealista y el desenlace termina por enseñar la moral de turno sobre la protagonista (y espectador).
Llegados a este punto se tendría que discutir si la peli es mala o buena, en cuanto a calidades depende de lo que ya comenté. A mí me parece una auténtica basura soporífera de 60 minutos. Nada tiene sentido (ni se lo busques) y todo es tan extravagante que uno no para de preguntarse qué carajos está viendo. Como curiosidad creo que igual sería relevante contar que se trata de la primera obra que realiza Mari Asato (junto con el padrino de Ringu, Hiroshi Takahashi), directora conocida dentro del mundo del J-Horror por “Bilocation” o la reciente adaptación de Fatal Frame. Poco me he visto de esta mujer pero al igual que la gran cantidad de cineastas, sus primeras obras son un borrador de lo que vendría más tarde (mejora la calidad). Aun así no hay excusa para semejante barrabasada, un potingue fantástico sin pies ni cabeza.
Si me pidieran opinión, no recomendaría a nadie esto por lo ya expuesto. Sería tirar a la basura una hora (que encima se hace eterna), teniendo obras de mejor calibre.
Proceder con cautela,
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