4 feb 2021

Chain

 Título Original: チェーン 連鎖呪殺
A.K.A: chain: rensa jusatsu
a.k.a.: A Chain of Cursed Murders

2006, Japón, Ryuichi Honda




















 
 
Si algo nos suele pasar a este tipo de personas a las que nos encanta algo en particular, es que, una vez que hayamos investigado todo lo “normal” o “alcanzable” desde una manera cómoda o accesible; es cuando tendemos a bucear en busca de productos “de segunda” o directamente “rarezas”. Por una parte aprendemos a buscarnos la vida en muchos casos, y por otra parte aprendemos a desenvolvernos mejor en nuestras futuras pesquisas. Esto no dista mucho del trabajo de un detective. Una vez concluidas tus investigaciones con los contactos más próximos a ti, una vez que has terminado de investigar las pistas más a mano, toca arremangarse y tratar con situaciones más complicadas.

Dicha investigación laboriosa y difícil es la que toca hacer en ocasiones, (y otras, sin pensarlo si quiera) en este mundo tan extenso y casi sin horizonte visible que es el Asian-Horror. Tengo una vaga idea de cómo fue que di con esta película, pero la verdad es que podría no haber ni conocido de su existencia y hubiera estado igual que ahora. Bueno, eso no es del todo cierto, igual, igual, no, al menos me habría ahorrado los 70 minutos mal contados que perdí en visionar este metraje.

Chain resulta uno de esos productos de tercera división: nadie los recomienda, porque nadie los conoce. Y es que es cierto a veces eso de “hay cosas que son mejor dejarlas estar”, esta película es una de esas. No en el mal sentido, ya sea porque pudiera ser aterradora, desagradable hasta decir basta o perturbadora, llegando a dejarte medio tocado al terminar de verla. No. Digamos que aquí somos testigos de algo que sencillamente está mal.

El hecho de que la película sea de la época del SadaNami no es que ayude a reforzar lo que estoy contando, es que lo explica totalmente. Tenemos entre manos ese subproducto sin sentido alguno que te pasaba tu compañero de al lado al estar jugando al juego del teléfono. ¿Qué? ¿Cómo? No tiene sentido, ¿verdad? Y no es solamente que no tenga sentido, es que no hay por donde pillar nada de lo que se muestra aquí, ya que es un despropósito tremendo. Ojo, no es que sea una basura, sino que resulta aburrida y pesada. Siempre la misma historia de una maldición que se pasan unos a otros, pero contada mal. Unos jóvenes que son protagonistas de algo que les viene grande (en este caso, colegialas, como si se tratase de un anime pedorro con mucha sangre), y un modus operandi más conocido por todos que el final de una porno.

No es la primera vez que comento un refrito como “otra vez la misma historia, coño”; sino que se trata de tal empacho que hasta el equipo creativo tras esta producción seguramente quería hacer destacar la obra con tantas ganas que dijeron “mira, ¿sabes qué? Como que me apetece no sé...meterle un poquito de humor de este nuestro tan pedorro.” O lo que aquí en occidente nosotros llamaríamos cheesy. Ay pero la puta madre que los parió, nada te lo puedes tomar en serio. Y cuando digo nada, es nada. Las actuaciones están más forzadas que intentar abrir un bote con una cuchara, los efectos especiales están hechos con los materiales del departamento de arte del instituto, o sea, témperas y acabados muy amateurs; el maquillaje es marca serie Z rancia, y los nexos entre la acción de unas secuencias y otras están cogidos con alfileres. Como el propio final en sí, que te quedas con cara de merluzo, para después bostezar e ir al baño a mear.

 
 
Retomando lo comentado anteriormente, sí, el humor es cheesy. Coger situaciones y meterles un punto “cómico” que no viene ni a cuento, pareciese ser el eje sobre el que se sustenta este subproducto. Por no decir de toda la masa planetaria de mierda incandescente que gira a su alrededor.

Las actuaciones son de plástico del chino, del malo malo, que tu te piensas “vamos a ver, hombre, esto está actuado mal a posta. No jodas”. No, no te joden, lo más gracioso de todo es que la peli se intenta tomar en serio: mira, mira, que esta maldición de la cadenita…. Uf uf, es chunga, ¿eh?

Que lo de la cadenita no es broma, siempre que hay algún fenómeno social entre la gente, hay películas de terror para ello. Recordemos por ejemplo a “The Ring” con su cinta maldita en la época de esplendor de los VHS, o la apocalíptica “Kairo” y los espíritus que viajaban entre las ondas de televisión… Es como una Regla 34 pero para el cine de terror, ¡qué cosas!

Cuando se llevaban esos teléfonos adoquines con los que mandarte SMS’s era lo máximo, cuando tenías que apretar 5 veces la misma tecla para llegar a poner una “é”… era el momento apropiado para también andar jodiendo con lo que hoy en día es el mail spam. Pues a modo de leyenda urbana (muy japonés) y abrazando el hecho de las nuevas tecnologías sale “Chain”. Nombre muy original, hay que decirlo. 

Lo más gracioso es cuando ves que a los personajes también parece que se la pela todo, ya sea cuando van muriendo amigas de las colegialas o cuando ahora el profesor de su clase al que vas buscando ayuda es un pervertido sexual que te pide “unos favores” a cambio. ¿A cambio de qué? El muy pijacorta al parecer es un hacker de la san putísima que se saca una laptop del ano y es capaz de triangularte la posición exacta de donde está ahora mismo el malo malísimo. ¿Cómo? Fási, conectado el Nokia ponja al ¿USB? de su compu.

Cosas así de graciosas resultan “atajos de guión” para llegar a una escena que interesa mostrar. De esto la película tiene mucho, y se repite sin parar. ¿Que por qué? PORQUE SÍ. Recursos así de cutres resultan el engranaje para que, mientras las lobotomizadas escolares están pegadas a sus teléfonos con una actitud inverosímil te lo tomes como te lo tomes. Las actuaciones son una basura irreciclable. No le busques explicación a nada, ni por qué muere una nena, cómo es que muere, por qué a nadie parece importarle nada ni nadie, o porqué el final es tan puto como es.

No amantes del J-Horror: Cortar la película a los 15 minutos.

Amantes del J-Horror: Otra vez lo mismo, mal hecho y peor.


Recomiendo verla para: dormirte, como ruido de fondo (que ya hay que tener ganas), ponerla a parir con tu amigo cinéfilo, o con unas birritas de por medio.

No recomiendo verla. No pierdan el tiempo con esto. No la intenten buscar. En serio, miren el tráiler si quieren, y si no, gracias por leerme.

“Ay, pero al menos las chicas son lindas, ¿no? Es lo típico en este tipo de producciones…” Claro, si esta fuera una producción que al menos se quisiese un poco así misma.


3/10 


P.D.: Supuestamente estamos ante una especie de segunda parte de «Chain» (2003); donde unos pibes se meten a profanar unas tumbas, molestan a unos fantasmas que no debían y se empieza a expandir una especie de “maldición” por todo Japón. Las cosas se complicarán (o joderán, vete a saber), cuando esto se junta con unas cadenas de la fortuna que circulan por los móviles…


Que la sinopsis no te engañe. Es lo que he podido reconstruir de los pocos sitios que tienen información sobre ella, y estaban en un inglés… que vaya, harán honor a la propia calidad del film. Lo que pasa con estas producciones es que se quedan solamente en la buena intención y alta atracción de su idea. El resto, ni pincha ni corta.
 

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