DIRECTOR: Kei Horie
La Maldición de Kei Horie
La historia de esta película es algo curiosa… En el 2003 se
estrenó la segunda parte de “Ju-On: La Maldición 2” de Takashi Shimizu y dentro
del cast figuraba un notas llamado “Kei Horie”. Éste, viendo la enorme fama y
buenos reconocimientos que obtuvo el filme de Kayako, dirigió “The Locker” a
modo de respuesta vengativa y celosa con el único fin de recaudar la misma (o
sino más, quien sabe) popularidad que la ópera prima antes mencionada. ¿El
resultado? Pues una total desvergüenza y despropósito cómico como posible rival.
Cabe mencionar también que salió sólo para Videoclub y obteniendo
un moderado éxito en su país de origen. En el resto del mundo se la considera
como lo que es, una copia barata de “Ju-On”.
¿Y qué tenemos aquí? Pues aprovechando una leyenda urbana
muy famosa en Japón le untamos una de Ringu y otra de Ju-On pero a un nivel
descaradísimo. Lo que podría definirse como un slasher sobrenatural o “yurei
film”, más propiamente pero que bebe directamente de la fama de grandes
producciones.
El caso es que después de un día de acampada más divertido
que cualquier posible americanada (me descojoné con esa parte) nuestro típico
grupo de amigos vuelven a la ciudad (Shibuya en este caso) para recoger de una
taquilla las pertenencias de algunos de los integrantes. Será este casillero el
origen de una maldición desaprovechada y chamuscada donde la fantasma de turno
resulta una integrante de los Simpsons con los litros de pintura amarilla que
le han vertido de más. Por si fuera poco el otro matiz que se ha re utilizado
de más y que el pobre del director no supo entender, es la melena azabache. Más
larga que una sábana y desproporcionada para nuestra Onryō, la cual aparte de
no poseer ningún carisma ni dar mal rollo el sonido que produce cuando se
mueve es molesto. No molesto en el buen sentido, sino en la composición de los
propios efectos que tiene, esto es, huesos crujiendo, audio siniestro…elementos
que en nuestra Kayako encajaban a la perfección haciendo su papel y aportando
un plus de terror, mas aquí se le sube el volumen y el tune a niveles
insoportables.
La peli denota claramente ser una TV Movie (¿apelación a las
primeras de Ju-On, quizás, Kei?) por lo que los efectos especiales se le puede
perdonar un poco, pero lo peor de toda la cinta es sin lugar a dudas la cámara.
Dios mío de mi vida, ¡que inestable! Hay fragmentos donde
persigue al actor en todo momento llegando a rozar lo ridículo, como por
ejemplo si hay un grupo de personas sentados en un banco y están hablando entre
ellos los dos de los extremos, el papel de la cámara es el mismo que el de un
partido de tenis, de A a B y de B a A. ¡Esto pasa CADA VEZ QUE HABLAN, en vez
de dejar fija la cámara y grabar la secuencia!
Las actuaciones rondan la pobreza y mediocridad por no
mencionar algunas teletransportaciones que sufren algunos…
Le doy la razón a la crítica general, es una mala película
pero a mí en lo personal no se me hizo eterna y además me entretuvo un ratejo.
0 comentarios :
Publicar un comentario