DIRECTOR: Hideo Nakata
Ringu alpha version
Estamos ante el segundo largometraje del director, un hombre
que se metió de lleno en el ámbito del terror (Curse, Death & Rebirth) y
que hoy en día constituye el patriciado de los Grandes del J-Horror junto a Takashi Shimizu, Kiyoshi Kurosawa o
Norio Tsuruta, entre otros.
Ghost Actress narra aún con un estilo a mejorar, los sucesos
paranormales que se dan en el set de rodaje número 8 donde un primerizo
director (Yûrei Yanagi) y su equipo andan filmando una película de época donde
dos chicas (co-protagonistas en la historia) y un hombre hacen de actores; pero
que sin saberlo, todos ellos serán actores en una misma función, dirigida por
una fantasma de pelo largo que sembrará el terror y la duda entre el personal.
Me gustan las películas que bien deconstruyen/parodian un
tipo determinado de género o bien, crean un nuevo género. Y parece ser que hay
por ahí uno que se basa en que la peli te muestra cómo los actores hacen de
creadores de una película, concepto que me llama poderosamente la atención y
que disfruto en ver para saber más de los “behind the scenes” de una obra y
todo su personal. Esta cinta en concreto lo aborda desde un segundo plano que compaginado
muy a la par con los actores que ruedan está muy bien llevado. Sin embargo, el
pasar del tiempo le ha sentado fatal.
Esto uno se da cuenta en varias cosas, la primera de ellas
es ese terror que hoy en día ya no da terror. Si bien es cierto que la madre de
Sadako es la antagonista estrella, pienso que se le podría haber otorgado mucho
más protagonismo y relevancia, porque esas tomas en las que aparece de refilón…a
ver, están guays pero abusar tanto cansa. Además, cuando el filme le otorga los
minutos a su aparición, da un sabor agridulce y esto viene a la transformación
diabólica que sufre la onryo. Sencillamente, estaba todo bien pero al intentar
cargarla de miedo se les fue un poco la mano. Pero como ya he dicho al
principio del párrafo, estoy seguro que si la hubiera visto en su época, seguramente
esta noche me costaría dormir.
En segundo lugar, la historia también se la podría haber
acelerado un poco, en el sentido de que se toma su tiempo en detalles que no es
que no aporten nada, sino que no se los merecen sobre cargar de duración. Y ojo,
las escenas de terror que hay podrían aprovecharlas mejor en ese tiempo que les
falta, en contrapartida. Así es, las secuencias de horror están bien hechas
pero falla el segundo y vital pilar, unas buenas actuaciones por parte de los
actores, cosa que falla bastante. De hecho tan solo el director y la actriz
protagonista son los dos únicos que mantienen sus status ““durante todo el
metraje””. Los demás optan por sobre gesticular con expresiones hasta
impensables.
La música, que suele acompañar armoniosamente una
producción, en esta ocasión ejerce más de obstáculo, lastimosamente. Si ya de
por sí hay pocas pistas, quitando la inicial, las demás o son chatarreras de
películas de policías de los 80’s o bien suenan muy pornosas. A esto le achaco
una mala producción en la atmósfera de terror/suspense, y es que hay escenas
(como la final) que con unos buenos acordes hubieran quedado divinas…
Si nos metemos en los efectos especiales, recalco que son de
época, así que saquen sus propias… a mí no me molestaron. Y ya está, poco más
da de qué hablar esta desconocida obra de Nakata.
La recomiendo para verla tranquilamente y sin ganas de
toparse con una peli acojonante; eso sí, ha de prestarse mucha atención a los
detalles, esto, de lo mejor.
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