18 ago 2016

The Loner

AÑO: 2008
DIRECTOR: Park Jae-Shik






















Tengo comprobada una regla empírica: cuando te dispones a hacer una crítica y no sabes por dónde empezar es porque (en la gran mayoría de los casos), es una buena película. Ya me pasó con Phone (2002) y me vuelve a suceder ahora, ya que la avalancha de ideas y conceptos que te han encantado es gigante.


Pero bueno, empecemos por ahora, y me refiero al cine asiático de hoy en día. En otros campos no sé cómo andará, pero en el de terror no muy bien, desgraciadamente (quitando excepciones) suelen ser producciones pedorras que copian secuencias y tomas de otras que supusieron un pelotazo legendario. Y al igual que en Yankilandia esto se debe a la falta generalizada de ideas, originalidad y carisma; en pocas palabras creatividad. Aunque sea un fiel defensor de que el cine de terror actual está podrido y que el “”antiguo”” molaba cantidad, no siempre el de antes era súper original y orgásmico, de hecho gracias al “SadaNami del 2000” (Sadako-Tsunami que inundó el mercado) llegaron un chorro de filmes que sacaban a pasear a la onryo descolorida de turno, pero (y aquí viene lo bueno) a pesar de que eran copias piratas se esforzaban por resaltar entre el montón. Era como la plaga de los slashers ochenteros, el terror se reducía a eso, y una minoría dirigía otro tipo de filmes. Si transcribimos esto a la otra punta del planeta en los comienzos de nuevo siglo tendríamos aquellos directores que distantes “al régimen de kayako”, apostaban por otros productos, como Kairo y en el país vecino al nipón esta Loner se sumó a esa “resistencia”.

Indagando un poquino na más, descubrirás que esta es la primera película de su director, “Park Jae-Shik”. En general y cuando me topo con esto suelo ser benévolo con los primeros trabajos, pues suelen ser incipientes contactos con la industria y hasta que cada cineasta va encontrando su estilo propio pasa un tiempo (Kiyoshi Kurosawa); mas el caso de este artista llama la atención. Y la llama de una forma sublime que me dejó maravillado (aparte de lo que es la película), y será que prestó mucha atención en su época de ayudante del director o qué se yo, pero es que este hombre a partir de ahora se ha ganado mis respetos: primera obra y lo clava.

Lo primero de todo es que la cinta es una deconstrucción y burla al manido género de cabellos azabaches arriba mencionado, tratándolo de una manera anti-satírica y construyendo en contra partida una historia sólida por los cuatro costados y rompedora en todos los aspectos. De ello nos percatamos hasta los 30 minutos iniciales, ¿qué? ¿pensabas que sería la típica peli donde una colegiala antisocial es humillada, se suicida y su fantasma viene a atormentar a cualquiera que se le cruce? Pues no, de hecho es sólo el preámbulo y donde comienza la parte en la que la cinta empieza a jugársela al espectador, haciéndole creer una cosa pero 10 minutos después empezará a fruncir el ceño interrogándose ¿oye…qué pasa aquí? Que tu mejor amiga (Lee Da-In) de la que todo el mundo se burla se suicida tirándose a las vías del tren y que su espíritu posea a la prota (Ko Eun-Ah) no es más que un sabio decorado. Un calentamiento de motores que te llevará a un drama inteligente lleno de suspense relacionado con toda la familia de la chica (Jung Yoo-Suk, Jung Young-Sook y Chae Min-Seo) muy bien dirigido, que sin decaer en ningún momento servirá de entrenamiento al espectador forzándole a estar pendiente del filme en todo momento, necesitando un segundo visionando seguramente (además de que se ve de otra forma). Tratando de una forma muy especial los trapos ocultos de la familia con ese toque fantasmal atormentado no tan visto, The Loner también expone de pasada la figura del “hikikomori”. Estrato social desgraciadamente muy conocido en Japón cuyas víctimas se pasan todo el tiempo en sus casas encerrados, sin salir al exterior y viviendo en condiciones infrahumanas.
Terror facial en estado puro

Viendo que la trama es una joya, lo es aún más su aspecto técnico. Los momentos de terror psicológico están enfocados de unas maneras simples pero recargadas, con una ambientación magistral, combinando una paleta bastante triste de colores, como el negro y el azul marino/oscuro (aspecto sumamente olvidado en la actualidad). A ello le sumamos el gran peso de los diálogos, vas desenterrando nuevos conceptos en la historia que tiene de trasfondo y a la par, interrogándote otros. Si le agregamos unas actuaciones DE GALARDÓN como las aquí presentes, unas caras de pavor, desesperanza y miedo irracional combinada con tristeza nos queda un peliculón de 5 estrellas de oro que todo aficionado al cine de terror oriental y en más concreto, surcoreano, debe ver.

Lo mejor: Los giros de guión, el terror y la música.

Lo peor: Lo infravalorada que está por la gente.






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