DIRECTOR: Park Jae-Shik
Tengo comprobada una regla empírica: cuando te dispones a hacer una crítica y no sabes por dónde empezar es porque (en la gran mayoría de los casos), es una buena película. Ya me pasó con Phone (2002) y me vuelve a suceder ahora, ya que la avalancha de ideas y conceptos que te han encantado es gigante.
Pero bueno, empecemos por ahora, y me refiero al cine
asiático de hoy en día. En otros campos no sé cómo andará, pero en el de terror
no muy bien, desgraciadamente (quitando excepciones) suelen ser producciones
pedorras que copian secuencias y tomas de otras que supusieron un pelotazo
legendario. Y al igual que en Yankilandia esto se debe a la falta generalizada
de ideas, originalidad y carisma; en pocas palabras creatividad. Aunque sea un
fiel defensor de que el cine de terror actual está podrido y que el “”antiguo””
molaba cantidad, no siempre el de antes era súper original y orgásmico, de
hecho gracias al “SadaNami del 2000” (Sadako-Tsunami que inundó el mercado)
llegaron un chorro de filmes que sacaban a pasear a la onryo descolorida de
turno, pero (y aquí viene lo bueno) a pesar de que eran copias piratas se
esforzaban por resaltar entre el montón. Era como la plaga de los slashers
ochenteros, el terror se reducía a eso, y una minoría dirigía otro tipo de
filmes. Si transcribimos esto a la otra punta del planeta en los comienzos de
nuevo siglo tendríamos aquellos directores que distantes “al régimen de kayako”,
apostaban por otros productos, como Kairo
y en el país vecino al nipón esta Loner
se sumó a esa “resistencia”.
Indagando un poquino na más, descubrirás que esta es la
primera película de su director, “Park Jae-Shik”. En general y cuando me topo
con esto suelo ser benévolo con los primeros trabajos, pues suelen ser incipientes
contactos con la industria y hasta que cada cineasta va encontrando su estilo
propio pasa un tiempo (Kiyoshi Kurosawa); mas el caso de este artista llama la
atención. Y la llama de una forma sublime que me dejó maravillado (aparte de lo
que es la película), y será que prestó mucha atención en su época de ayudante
del director o qué se yo, pero es que este hombre a partir de ahora se ha
ganado mis respetos: primera obra y lo clava.
Lo primero de todo es que la cinta es una deconstrucción y
burla al manido género de cabellos azabaches arriba mencionado, tratándolo de una
manera anti-satírica y construyendo en contra partida una historia sólida por
los cuatro costados y rompedora en todos los aspectos. De ello nos percatamos
hasta los 30 minutos iniciales, ¿qué? ¿pensabas que sería la típica peli donde
una colegiala antisocial es humillada, se suicida y su fantasma viene a atormentar
a cualquiera que se le cruce? Pues no, de hecho es sólo el preámbulo y donde
comienza la parte en la que la cinta empieza a jugársela al espectador, haciéndole
creer una cosa pero 10 minutos después empezará a fruncir el ceño
interrogándose ¿oye…qué pasa aquí? Que tu mejor amiga (Lee Da-In) de la que
todo el mundo se burla se suicida tirándose a las vías del tren y que su espíritu
posea a la prota (Ko Eun-Ah) no es más que un sabio decorado. Un calentamiento
de motores que te llevará a un drama inteligente lleno de suspense relacionado
con toda la familia de la chica (Jung Yoo-Suk, Jung Young-Sook y Chae Min-Seo)
muy bien dirigido, que sin decaer en ningún momento servirá de entrenamiento al
espectador forzándole a estar pendiente del filme en todo momento, necesitando
un segundo visionando seguramente (además de que se ve de otra forma). Tratando
de una forma muy especial los trapos ocultos de la familia con ese toque
fantasmal atormentado no tan visto, The Loner también expone de pasada la
figura del “hikikomori”. Estrato social desgraciadamente muy conocido en Japón
cuyas víctimas se pasan todo el tiempo en sus casas encerrados, sin salir al
exterior y viviendo en condiciones infrahumanas.
Terror facial en estado puro |
Viendo que la trama es una joya, lo es aún más su aspecto
técnico. Los momentos de terror psicológico están enfocados de unas maneras
simples pero recargadas, con una ambientación magistral, combinando una paleta
bastante triste de colores, como el negro y el azul marino/oscuro (aspecto
sumamente olvidado en la actualidad). A ello le sumamos el gran peso de los
diálogos, vas desenterrando nuevos conceptos en la historia que tiene de
trasfondo y a la par, interrogándote otros. Si le agregamos unas actuaciones DE
GALARDÓN como las aquí presentes, unas caras de pavor, desesperanza y miedo
irracional combinada con tristeza nos queda un peliculón de 5 estrellas de oro
que todo aficionado al cine de terror oriental y en más concreto, surcoreano,
debe ver.
Lo mejor: Los giros de guión, el terror y la música.
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