DIRECTOR: Lee Cheol-Ha
“The Haunted House Project” o “Deserted House” o “Pyega”
para los nativos, resulta una película de la moda y todo lo que ello conlleva.
El cine como industria que es, tiene sus periodos en los que
cierto producto por X motivo llama la atención a un determinado público y éste
lo vuelve viral, por así llamarlo. Ejemplo de esto aplicado a otros sectores
pueden ser los “grafijuegos” (videojuegos idénticos pero que con buenos
gráficos ya se merecen la aprobación popular), la moda de los leggings como
pantalones de uso común (hasta en verano, tócate los huevos) o ese corte de
pelo de raparse los laterales y dejarse una nido de águilas arriba (y que fijo
tiene nombre propio). Pues bien, el cine tuvo sus épocas de moda, como las monster movies, los slashers, las actuales
cintas de superhéroes o los found footage. Vivir de una moda se traduce en
mero interés económico y ya está, porque los que “las crean” saben que no va a
durar para siempre, cuando la gente se canse lo dejará, o sino pensad en las BlackBerrys
o el Tuenti; mirad como han terminado.
Ya el filme italiano “Holocausto Caníbal” utilizó el recurso
de la cámara en mano, pero no fue hasta 1999 cuando “El Projecto de la Bruja de
Blair” lanzó al estrellato el género (curiosamente por aquel entonces “Ringu” hizo
ídem con las yurei films). Desde entonces las producciones
de metraje encontrado se reprodujeron como conejos, mejorando y añadiendo
detalles por una parte cuando no copiando técnicas descaradamente por otro.
Al igual que siempre he dicho con los slashers, la gracia de
ellos radica en ver cómo intentan innovar dentro de su campo, o cómo mejoran al
psicokiller o en qué grado aprovechan el elemento “terror”. Meterse aquí
resulta lo mismo que andar sobre una cuerda en equilibrio, te pueden llegar
productos buenos (como para mí lo fue “Encuentros paranormales”) o bien pura
basura (como “La Visita”) y la discusión de quién es mejor que quién a veces se
reduce al mero subjetivismo. Con Pyega no tenemos este dilema, ya que si has
visto el suficiente cine de los mockumentaries sabrás que resulta una película
del montón, otra que se subió al carro de los metrajes encontrados en busca de
suerte y fortuna. Pero no es así. Como ya he comentado anteriormente en este
mundo o innovas y te esfuerzas por crear algo nuevo o te comes los mocos,
mamando de la idea original.
Tengo curiosidad por saber si hasta el nombre de “The
Haunted House Project” también resulta una copia del film del que bebe, “The
Blair Witch Project”; no me negarás el sorprendente parecido.
Así pues tenemos la típica película donde un grupo de
personas va a un lugar siniestro y con una leyenda urbana sobre espíritus y
demás que le ronda y que, lo que el espectador verá es la grabación que dejaron
allí muy de seguida del rótulo “creerse la historia es de su conveniencia”.
En esta ocasión tenemos una fábrica abandonada (buena
atmósfera) pero que está muy mal aprovechada, junto con unos adolescentes
blogueros (¿?) que son “ayudados” a grabar su “”investigación”” en dicho lugar
por un equipo de TV. A ver… ¿qué? ¿Desde cuando una cadena de televisión se
puede interesar por este tipo de gente que claramente como nos muestra el film
son unos aficionados a las pelis de terror y las creepypastas? Para más inri
tenemos que el final que pretende dar miedo y ser un cagaso no es más que otra
vergüenza de intentar ser útil.
Recicla escenas, comportamientos de los protagonistas (por
no mencionar lo clichés que son algunos), sus gestos y su personalidad plana,
ese desarrollo de “menos a más” que hace (esto es que si una cosa se mueve, que
si se ven sombras, que si alguien tiene un comportamiento extraño, que si la
chica más bonita y dulce es la que empieza a sufrir las cosas chungas…) para
terminar con una matanza exprés de 10 minutos donde todos van cayendo como
moscas sin ton ni son. Puedo destacar tomas enteras que no muestran nada de
nada (siquiera atmósfera de suspense, relleno) y diálogos estúpidos y simples
sacados de manual.
En cuanto al apartado técnico para mi gusto la cámara se
mueve demasiado, en exceso de realismo, diría yo. Música…si tenía ni me
acuerdo, y los efectos especiales invertidos en los fantasmas dan un poco el
pego. Sin embargo tengo que defenderle que es probable que te lleves un par de
sobresaltos.
A mí me resultó una garcha, aburrida, intragable y pesada
que me robó 90 minutos de mi vida que podría haberlos invertido en dormir por
ejemplo (más productivo sería).
Lo dicho, un
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