DIRECTOR: Takeaw Ruengratana
Thai-Horror con un gran y desaprovechado potencial. Así es como se podría resumir de la manera más correcta esta película.
La idea original es bastante atractiva: el cómo el ser
humano podría evitar su muerte a su voluntad, y así ser inmortal si se lo
propone, ¿suena interesante, verdad? Para muchos sí pero parece que al director
no mucho. Esto lo digo porque estamos ante una montaña rusa, tan pronto hay escenas
de “alto voltaje” como otras tontas y estúpidas que rozan el relleno. Error muy
común cuando se quiere abarcar más de la cuenta.
He de reconocerlo, me atrapó nada más comenzó (y creo que a
muchos les pasará igual), utilizando recursos nunca antes vistos, junto con una
dirección y montaje espectaculares. Lo malo viene cuando al notarse que eso
mola, se lo intenta estirar y estirar el resto del metraje y por ello, no
funciona. El tema tan sugerente que trata, así como la mitología y creatividad
propias que tiene no es novedad. Cierto es, que los zombies y alargar la
esperanza de vida han sido objeto de estudio por científicos y expertos desde
hace milenios, pero tal concepto llevado al cine hay que saber abordarlo bien.
Quitando de en medio escenas enteras en las que no se hace
nada y que tampoco aportan ninguna sustancia a la trama, la obra se queda en
personajes no muy bien presentados, algunos aparecen de la nada para al poco
morir por ser los únicos que aportan algo, una especie de espectro fantasmal
que ya me dirás tú qué pinta y un final de lo más ilógico.
El presupuesto es otro factor muy importante del que escasea
esta producción (de Pajero Sport… en fin, creo que el chiste se cuenta solo),
ya que la ambientación es puramente digital y llena de capas con miles de
efectos del Photoshop. Yo personalmente prefiero que me muestren una peli en la
que tú notes que es de serie B siendo honesta consigo misma, a una peli de
estas malillas de DVD en la que recargan hasta el límite cada fotograma. Esto
último le quita mucho, y más si le unimos lo anterior.
Por último comentar las actuaciones…en general son muy
penosas, forzadas y poco realistas; a excepción de nuestra prota. Una
jovencísima y linda reportera que sabe gesticular en los momentos oportunos,
pero cuando se le cansa la pose la pobre pone unas caras de lo más frustrante.
Así que viendo el panorama que tenemos, mejor
ver otra cosa, porque esto aparte de desilusionar es perfecto para una siesta.
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