DIRECTOR: Yoon Hong Seung
-Clase, silencio por favor.
-…
-¡Mañana examen!
-!!!
-Mejor. Pues nada, deciros que dentro de poco van a llegar
unos alumnos de intercambio extranjeros y que sólo pueden entablar conversación
con ellos los mejores de todo el curso. Para ello vamos a realizar una
pruebecita de nada en la que pondremos preguntas de todo tipo y los 20 con mejores
notas serán los elegidos.
-Pero profesor, ¿por qué el examen?
-Lo pone el guión.
Ya se ve la gran coherencia con la que empieza la película,
¿verdad? En fin, a grandes rasgos no va más allá de mostrar a actores/actrices
famosos de su generación en una película de terror (entre muchas comillas) y
poco más. La trama gira entorno a ese grupo selecto de estudiantes que durante
un finde se quedan en la escuela y tendrán que arreglárselas todos juntos para
sobrevivir a un maníaco que los va secuestrando uno a uno y cuya única
salvación reside en una serie de acertijos que el malo les plantea. Espera… ¿te
suena esto a algo? Seguro que sí, SAW. Pues Death Bell es una fusión maltrecha
de SAW con colegialas surcoreanas. Y digo lo de maltrecha porque la cinta tiene
potencial, se le ve en su guión escrito por <Kim Eun-Kyeong>. Artista que
personalmente me gusta mucho tras su debut con “Roommates” y que desde ya recomiendo
verla.
Volviendo al tema decir que lo que falla es la dirección,
hay algunas partes que están bien, incluso llegan al notable podría decirse;
pero lastimosamente la gran mayoría del metraje no llega a cuajar. Por así
decirlo… no es creíble ni el transcurso de los acontecimientos, ni las
actuaciones de determinados personajes en determinadas situaciones a lo largo
de la historia. No por la inutilidad de los estudiantes en su gran mayoría (que
también) sino que además de una historia que se autodenomina slasher quiere
implementar a fuerza de martillo y cincel la típica gwishin (yurei a la
coreana) de alguna forma y esto… no le pega. Ojo, no digo que se llevase a cabo
de mala forma, sino que para una trama con unos estándares tan definidos
intentar innovar con algo tan arriesgado puede salir mal, y así es. El
espectador llega un punto en que se pierde entre tanta absurda confusión, lío
de nombres y objetivos no muy claros; cuando si no, los alumnos se la pegan
dando vueltas de arriba para abajo por toda la macro escuela sin un plan
objetivo.
Es verdad que ahora se me puede reprochar eso mismo con “oye,
pero en la situación que viven nuestros personajes, el orden es lo que menos
prevalece”. Cierto, muy cierto, pero la película se pasa de rosca para la poca
importancia que el propio film le imprime a los asesinatos y consecuentemente
la casi nula preocupación de los demás estudiantes por la muerte de sus
compañeros.
Positivamente saco los efectos especiales que están muy
logrados y los últimos 10-15 minutos. El film aprovecha aquí para tocar el tema
del soborno lográndolo muy acertadamente y la última escena resulta muy
memorable y hasta sentimental, llegando al corazón y que a mí me gustó mucho
(tanto por lo bien que se montó, como por lo que transmite). Quitando eso sí,
la toma final, ridícula.
En conclusión, el tráiler aparenta más de lo que hay, el
póster aparenta más de lo que hay y “los buenos comentarios” aparentan más de
lo que hay.
Inverosímil mediocridad, 4/10
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