DIRECTOR: HIDEO NAKATA
Desde hace algún tiempo ya me di cuenta de esto y cada vez
que me topo con alguna película de la misma quinta intento creer que no caerá
en la saca común, pero con más casos como el de The Complex no hace otra cosa
que reafirmarse mi teoría. Y es que a partir del año 2009-2010 en adelante la
industria del cine y más concretamente la de terror, inició una caída libre, estrepitosa
y acelerada en cuanto a la calidad. No me refiero solo a la fabricación en masa
de remakes, sino a estandarizar la técnica del Copia-Pega como única vía
admisible de hacer películas del género habiendo rarísimas excepciones.
Si trasladamos lo anterior al continente asiático podremos
apreciar numerosos ejemplos como las dos últimas de Ju-On (The Beggining y The
Last Chapter), las Sadako de Hanabusa, la taiwanesa The Bride o la china Are
You Here; entre muchas otra. “Cliché
films” se las podría denominar y nunca más lejos de la realidad… Pero no
sólo películas aisladas, sino directores en sí que para que no cayeran en el
olvido recurrieron a la herramienta del copy-paste arriba mencionada para
seguir realizando films, Hideo Nakata es uno de ellos. Ya se contempla en su
obra más actual “Ghost Theater (2015)” y con “The Complex (2013)” se reafirma.
A parte de que el contenido de todo este tipo de films es
EXACTAMENTE el mismo, igualmente están vacías por dentro. No poseen una esencia
propia y autóctona con la que uno diga “por lo menos tiene tal cosa o cual cosa
que oye, destaca”. Es como una fábrica de producción en serie, a granel y
empaquetado.
Esta película engaña, te engaña, a ti pobre espectador que
buscas algo distinto entre el montón. Jugó conmigo también, y eso es algo que
no se le puede perdonar. No porque sea yo, sino porque te hace ver al principio
que estás ante una nueva película de género muy interesante y atractiva para a
medida que pasa la primera media hora- tres cuartos, empezar a vislumbrar algo
distinto…
No entraré en detalles, porque para saber de qué va, leerse
la sinopsis de reglamento, pero si advierto que tiene desde la maldición del
bloque de apartamentos de turno (flashback a Dark Water y encima del mismo
director, para mear y no echar gota) con el típico niño satánico poseído por la
ira acumulada de un pasado turbio (y que además no tiene ningún sentido con lo
que te muestra la cinta pero igual te haces el boludo y ya) y con la típica
parejita que se enamoran pero hacen como que no porque lo pone el guión (con el
típico comportamiento de retrasada para la chica protagonista) y ya para
rematar, el típico exorcismo que no sirve de madres.
Quitando toda esa mierda del medio y como dije antes,
comienza con altas expectativas y con un plot twist que uno se espera de un
cambio radical a mejor pero que desgraciadamente termina en el cubo de la
basura.
A destacar la música del famoso Kenji Kawaii y el plantel
del principio. Buenas actuaciones.
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