11 dic 2016

TekeTeke

AÑO: 2009
DIRECTOR: Kôji Shiraishi























Si algo me llama la atención del director de esta película es la facilidad con la que cambia el modo de realizar sus cintas de terror. En 2005 debutó con Noroi (maldición en japonés) que abarcaba el terror nipón desde otro espectro y alejado del “virus” de la niña de pelo largo. Al poco realizó su polémica Grotesque donde la matanza, cercenación y gore se repetían una y otra vez por la pantalla. Y poco antes de eso incurrió en el mundo de las leyendas urbanas con Carved (Kuchisake onna), donde podríamos resumirlo en una especie de slasher vengador. Como vemos, distintos tipos de terror y aún dentro de uno, lo puede a su vez, enfocar de maneras distintas (la “trilogía” found footage: Noroi, Occult, Shirome).

Esta obra es una continuación de su mujer con la boca cortada de un par de años atrás, plasmar en el cine una famosa leyenda urbana japonesa. De Kuchisake Onna cierto es que hay variedad de producciones (de baja calidad/presupuesto, todo sea dicho) que ya abordaron antes que Kôji a esa misteriosa mujer, pero con TekeTeke no es el caso. Dicho sea esto esta obra es lo único que tenemos en formato cinematográfico y uno espera ver algo…eso…que impacte.

Cerrando lo que comentaba al principio, este cineasta es para mí una caja de sorpresas en cuanto a su estilo (lo que he dicho más arriba), pero al mismo tiempo empiezo a cansarme de tener que aguantar obras pasables en su mayoría que no llegan a encandilarme del todo, TekeTeke es otra de ellas.
Lo que a primera instancia marca el paso de esta obra del terror nipón es la calidad visual, de carácter totalmente televisivo y/o de una productora con pocos recursos económicos donde en este caso son tres: Art Port, Honda y Tsurubaya; siendo la última una constante en este tipo de films (haciendo de suport en la saga de Kazuo Umezu). En lo personal y como ya he citado en varias críticas, este factor para otros indispensable, no me resulta un estorbo ni una incomodez, hasta podría decirse que me agrada el V-Cinema. Pero claro, aún con cuatro chelines y tres rupias puedes sacar decentemente un buen trabajo.

No solo la falta de profesionalidad de nuestros actores, los efectos especiales del monstruo o la propia incongruencia del guión; terminan por derrumbarse uno sobre otro haciendo insostenible el esquema donde se sujeta: la credibilidad. El que una película de terror tenga que ser o no creíble lo discutimos otro día, pero creo que aunque sea solo una pizca, una ínfima porción de veracidad en lo que muestra debe tener, y con ello aparece el elemento estrella: terror. Al fin y al cabo estamos viendo una película de miedo, ¿tenemos que asustarnos, no? No sé vosotros pero yo lejos de pasar miedo, taparme la cara o mirar para otro lado me he reído a carcajadas, tal cual. ¿El motivo? Los tres factores que he escrito hace poco provocan el efecto contrario al que debe tener, porque la película se toma en serio, tanto que cae en el ridículo más de una vez (o en el cliché, que también hay).

Tenemos también fallos técnicos entre otras cosas y la estupidez como conductor en más de una ocasión (me pregunto si el director lo hizo a propósito). De todas formas, si estás pensando verte la película después de haber escuchado/leído la leyenda de este aterrador personaje y buscas ese clásico terror japonés tan bien hablado por todos, que no te extrañe después una sensación de estafa al finalizar la peli.

Lo mejor: Las sangrientas muertes

Lo peor: Poca seriedad

Lejos del slasher tipo “monstruo va matando uno a uno a un grupo de adolescentes”, no hypearse…


4/10, placer culpable.

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