DIRECTOR: Kiyoshi Kurosawa
Me dio el otro día por buscar información y filmo de este famoso director de cine japonés y me topé con uno de sus primeros pinitos dentro de la industria cinematográfica, “Kandagawa Wars”. Al igual que la gran mayoría de cineastas nipones que hoy en día son conocidos, empezar a rodar películas porn-soft es una “¿táctica?” muy utilizada.
Quizás habrás oído hablar de “Cure”, “Séance” o “Charisma”,
pero mucho antes de todos esos pelotazos fílmicos, este director todoterreno
(ha hecho incursiones en diversos géneros) dirigió “En busca y captura” ‘s como
“The Excitement of the Do-Re-Mi-Fa Girl” o “Sweet Home”, pasando por la serie
televisiva “Gakko No Kaidan”. Pues bien, “Kandagawa Wars” es su primer trabajo
que hoy en día se puede encontrar, así que como ya he comentado estamos ante un
filme sexploitation que tan populares eran en los ’80 entre el cine VHS ponja.
La historia de este mediometraje de apenas 60 minutos de
recorrido es lo que puedes leer en cualquier sinopsis que circula por internet,
llana y simplemente. Una obra sin muchas aspiraciones donde el grueso recae en
dos vecinas “muy amigas” que en su tiempo libre se dedican a espiar vecinos del
bloque de enfrente y un día otean a un joven bastante lelo y desganado que es “”forzado””
a mantener relaciones sexuales con su madre.
Con una estética bastante gris y deprimente, se suceden
minutos del típico soft porn entre una japonesa algo viciosa, un lésbico y una
especie de romance exprés apocalíptico que cuando termina la cinta te quedas
igual que al principio. Como historia su profundidad brilla por su total ausencia,
los personajes son más planos que un folio y sin ninguna motivación, hay
escenas patéticas/incoherentes/absurdas que poco aportan a lo extraño que ya de
por sí es la cinta.
Aun así no es una cliché en su género (¿hay acaso un tópico
a seguir en ese género?) pues a medida que la ves, notas que hay como algo raro
en la peli. Se suceden algunas cosas un tanto increíbles que te hacen dudar si
de verdad existe un trasfondo más allá de todo el material explícito que
expone.
Tras realizar varios análisis y buscar (de lo poco que hay acerca de
esta producción) he llegado a la conclusión que seguramente era un proyecto
experimental del director para ir empezando en el cine.
La fotografía es un campo recurrente, ya que como en la
mayoría de los primeros trabajos de directores, los planos de cámara usados son
los típicos cortados y ajenos a cualquier movimiento. Estáticos y alejados del
objetivo que enseñan más que diversos encuadres con un aire más profesional.
Personalmente, no me molestan, de hecho hasta me gustan.
En cuanto a los efectos especiales y banda sonora… mejor no
meterse, resultan algo primitivos y están contados con los dedos de una mano.
Eso sí, las actuaciones, para el papel que interpretan estos desconocidos
actores están muy acorde a sus personajes.
Ahora viene el pequeño párrafo que siempre destino para
comentar la nota del metraje, mas este es un caso excepcional. ¿Es buena la
película? Seriamente y teniendo en cuenta varios factores y demás, NO.
¿Entonces es mala? A ver… es un pinku-eiga, creo que la palabra ya lo dice todo.
Pocos son los filmes de esta índole que merecen la pena y esta…no es la
excepción.
Si quieres entretenerte un rato o reírte es una buena
recomendación, aunque eso sí, no es una película de risa, irónicamente.
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