19 ene 2024

Esclavas del Espacio

 

Título original: Slave Girls from Beyond Infinity
Estados Unidos, 1987, Ken Dixon

 




















La obra se ubica en un futuro lejano, donde el ser humano viaja a su libre antojo por los confines del universo. Nuestra historia comienza con un par de rubias despampanantes que son apresadas y retenidas como prisioneras en una gigantesca nave nodriza. Una de ellas, que siempre se destacará por su valentía y sed de supervivencia, logrará abrir su celda, huyendo en su travesía junto a su amiga. Logran así escapar usando una pequeña aeronave, para terminar en un planeta que, literalmente, les atrajo a aterrizar.

Una vez allí, el espectador no durará un segundo en conectar la actual película con el clásico en blanco y negro “El Malvado Zaroff” de 1932. Las similitudes se amontonan formando una pirámide, y es que tampoco suena tan descabellado. Al fin y al cabo, no ha sido la primera vez que una avalancha de películas surgiera, tras el estrellato de alguna obra cumbre. La lista de sucedáneos siempre ha sido larga, promesas de algo innovador y a la sombra del ganador. En nuestro caso, el presente metraje se establece en la época de las aventuras espaciales, colocando en el centro del momento a “Stars Wars” o “Alien: El Octavo Pasajero”. Aun después de 10 años, había tiempo para seguir exprimiendo la buena fama de tales producciones, y, claro está, añadiendo ese elemento, ese dulce que atrajese a todo aquel curioso como yo que, le gustara probar algo distinto de lo siempre conocido.




Persiguiendo la trama de la película, asistimos a una producción donde claramente no sobraba dinero de presupuesto, pero que tampoco nos podemos quejar de ser una absoluta cutrez. Se notan ciertos efectos especiales como un tanto falsos, sin embargo, el escenario constante donde se desarrolla la acción principal de la historia (una casa exótica y una densa jungla), han sido meramente cuidados para abstraernos del cartón piedra y atrezzos baratos.

De hecho, esta misma idea es la que acompaña a nuestro singular elenco de personajes, ya sean monstruos o humanos, esa rocambolesca y fantasiosa manera de presentarlos ante escena, ya nos habla mucho del pensamiento de la época por emular lo que sería un futuro lejano... Idea que, como comentario aparte, se popularizó en masa por aquellos tiempos donde el cine centraba su atención en las estrellas. Y es que teniendo una factura final apretada, los monstruos que se notan a día de hoy rudimentarios y falsos, en aquellos años eran lo más parecido a la imaginación del creador. Un bajo presupuesto siempre disparaba la vena creativa en producción.




Continuando con la película, siempre resulta interesante de ver. Reclama tu atención y jamás te aburre. Ya sea por el acelerado ritmo que lleva o por las ocurrencias ingeniosas de nuestros personajes. Desde luego, esa idea de que las películas antiguas son lentas o sosas no está presente aquí.

Como producción también de segunda clase, el reclamo recae además en la presentación de unas chicas atractivas y despampanantes. La cámara también lo sabe y, aprovechando la hermosura que irradian ambas actrices, nos presenta tomas impresionantes, topless en contadas escenas pero sin caer en una película morbosa y ni mucho menos, pornográfica.

El uso del fanservice está presente, y en estas ocasiones, es lo único que interesa ver en pantalla. El resto de cosas suele ser secundarios, tales como el realismo de ciertas escenas o la pila de casualidades que se dan en la trama de la historia. Cuando una obra se crea con un propósito fijo, es importante tenerlo en cuenta. Se despega uno de los códigos generales de cinematografía (si es que se existen), y se vuelca toda la producción en ofrecer algo que el equipo creativo quiera, normalmente enfocado en un público en particular. No todo es malo por no ser como “X” o “Y”.



En cuanto a nuestro cast de actores... resulta peculiar. Es cierto que existen varias situaciones donde claramente alguno que otro parece que le pesa expresarse con soltura y naturalidad, como si estuviesen ensayando esa obra de teatro para el colegio, poses de aburrimiento o movimientos poco profesionales. Por fortuna, no se dan por regla general. Vuelvo a reincidir en lo mismo, un tipo determinado de cine, conlleva una manera “única” de rodarse.

Los efectos especiales y la decoración citados superficialmente más arriba resultan ser un gozo a la exquisitez más elaborada y detallada para el bolsillo que se tenía. Se necesitaba impresionar al espectador, dándole un escenario donde lo extravagante y fantástico estuviera siempre presente (que fuese la tarjeta de presentación de la película). Y es que también se sumaba a esta idea el vestuario y el maquillaje. Trajes y vestimentas extrañas, foráneas en ocasiones, no parecían encajar muy bien dadas las circunstancias; donde se llegan a mezclar en una ocasión, bikinis imitando taparrabos prehistóricos, atuendos parecidos a los de los piratas o robots futuristas con muchos cables colgando.




Como último apunte me gustaría recalcar como algo novedoso y positivo el cambio de mentalidad en los diálogos de nuestra joven protagonista. No solo destaca ya desde un inicio, sino que esa personalidad activa e indómita le caracteriza durante todo el metraje. Llegando incluso a afectar a su compañera, la que pareciera una versión opuesta de la misma. No estamos ante una evolución del personaje, ya que eso no está en los planes de este tipo de obras, sino una certera innovación, que le va muy bien y que, en lo personal, ofrece mucho más que otros efectos empleados.

Todo esto hace que la obra sea una buena apuesta para aquellos que les guste el mundillo pero no, para los amantes del cine mainstream de taquilla. Hay ocasiones en las que elegir el Plan B resulta ser la mejor opción.


7/10

 


 

9 abr 2023

APT

 

Título original: A.P.T

a.k.a: Apateu
Corea del Sur, 2006, Byeong-Ki Ahn

















 

 

 

 

¿No te sientes sola? Un mensaje doble.

Una mujer sin amigos y con una auto percepción más altiva que de costumbre para con sus iguales, termina cayendo en una vorágine de visiones fantasmales sobre una joven. Una extraña que aparece tan pronto en su vida como lo hacen los repentinos apagones de los pisos de enfrente.

¿Cómo es que nadie más puede notar esos apagones? ¿Y por qué siempre suceden a la misma hora?

Todo ese entramado se irá enredando aún más cuando conozca a la enigmática vecina de enfrente, una minusválida en silla de ruedas.

Tras cámaras tenemos a un director prolífico de aquella era pasada, “Ahn Byeong-ki”. Padre de la tetralogía “4 Horror Tales” y creador de la aterradora “Phone” y “Bunshinsaba” entre otras. A día de hoy desaparecido del mapa, este cineasta nos dejó unas cuantas obras para disfrutar. Superaban el aprobado y, si no nos cautivaban, al menos nos parecían interesantes.

Con “APT”, el timón vira a corrientes donde el olvido parece ser el objetivo final de la trayectoria.

Tenemos ante nosotros a otro producto más de la era dorada del “SadaNami”. Obras de terror centradas en maldiciones bajo una gran ira contenida y arraigada contra todos aquellos que entren en contacto con ella.

La idea de la película es que el espectador sienta y vea todo lo que suceda al igual que la protagonista. Este es un buen punto de inmersión en la obra, valor a destacar para no perder el interés o dejarla. El film quiere que veas lo que sucede en primera persona. Ahora bien, no está del todo bien llevado. Por momentos se rompe esta línea y pasa a contarnos parte de la trama desde el punto objetivo, esto es, cómo fue que sucedió algo (aunque tú no estés allí o incluso lo desconozcas). Por otra parte, aparece una gran variedad de personajes, con lo que la atención que pusiste al principio hay que reforzarla. Son importantes.

También existen varios saltos temporales en la obra, donde pasas de la acción actual a flashbacks pasados. No sucede siempre, sino al final, por lo que, si prestaste atención te servirán para corroborar tus teorías o aclararte ciertas dudas. Porque es así. Este tipo de obras orientales te exigen que hagas de detective, que vayas estudiando todo lo que pase y no te tomes la película como un divertimento con el que matar el tiempo.

Siguiendo con la narrativa, los diálogos están en la media. Hago incapie en lo anterior, hay que prestar atención. Toma notas si te hace falta, pero nada del otro mundo. Mientras te quedes con las caras y quién hace qué cosa, no habrá problemas.


Los personajes se ven muy caricaturescos. Me explico, este tipo de películas tiene a un elenco favorito de roles que sí o sí van a parecer. La chica protagonista, la fantasma, el policía que investiga el caso y el resto de personajes que hicieron mal a la fantasma en vida y que ahora irán muriendo uno a uno. La obra los toma y los explota al punto del ridículo, donde cada escena se prevé incluso antes que pase. Esto le hace mucho daño y le quita puntos.



Los coreanos son muy amantes del drama en todas sus obras, no importa el género. Eso conmueve y gusta de ver. La minusválida se corona como la víctima más miserable de toda la obra. Este factor es importante, pues repercute por duplicado en la historia. No solo lo ha pasado mal, sino que además es discapacitada. La incapacidad de poder defenderse sobre los eventos pasados provoca un efecto rebote, que incluso la protagonista se ve afectado por ello. No solo cambió su opinión sobre ella, sino que la recibe con los brazos abiertos (idea también un tanto cliché en el subgénero).

Honestamente, el objetivo es que perdones unos actos simplemente por “lástima”. No. No existe justificación alguna para eso. Al menos, el “ojo por ojo” no se puede aplicar a los círculos sociales diarios.


Encuentro interesante el punto común donde la mayoría de los comentarios convergen, se hace muy pesada de entender. Fuera parte que esta idea peca de genérica y basada en el desconocimiento de un tipo particular de cine (no es lo mismo el cine americano que el japonés, por ejemplo); esta obra intenta volverse muy enigmática, enrevesando el buen cauce de la narrativa. ¿Motivo? Mezclar el terror con un misterio tan misterioso que resulta cansado. Así de cansado y de aterrado como la psique perpetua de la protagonista. ¿Tal vez el motivo original?

Pasando a la parte más técnica de la producción, nos ubicamos en un entorno gris y frío. Las navidades son fecha importante también en el lore de la obra, y gana una fuerza extra con la idea anteriormente comentada, estar incómodos. Con frío, angustia, paisajes feos y grises con lluvia… Todos los elementos habidos están sintonizados para poder darte el mayor clímax posible. 



El vestuario es fabuloso, disgrega en dos bandos a aquellos personajes que solamente están por el guión, de aquellos con los que la película quiere inequívocamente, que les prestes atención. No, no será la protagonista ya aviso. Esto posee una explicación cultural, y es que en occidente estamos acostumbrados a etiquetar al “malo” con atuendos oscuros, desgastados y malolientes. Sin embargo, en Oriente, es todo lo contrario. Un alma etérea reluce entre la multitud. Destaca entre todos los mortales y corpóreos. Y esto no aplica solo para “APT”, sino para el resto de la Asian-Horror.


Dentro de toda esta gran ambientación desglosada, haría falta una pieza musical que hilase todo. La hay. Clásico del mundo coreano, existe para realizar el perfecto compás entre escenas y para recargar de energía otras tantas. Aparece, pero realiza su trabajo. Está en la media.

Lo que sí hay que recalcar, son los efectos especiales sonoros. Es un problema que adolece a cada nueva Asian-Horror que veo. Qué manera tienen de forzar los efectos de un fantasma andando o de vísceras retorciéndose… Fuera de acercarme al cénit de la inmersión, chirría en mi cabeza como la estática alta de una televisión. Es discordante. Cacofonías altisonantes molestas.


En resumen, ¿qué nos queda? Una de tantas. La mayoría de la obra se olvida al día siguiente. Salvaría solamente un par de aspectos, como incluir una discapacitada o el final en sí. Quitando eso, no existe ni una cosa más por la que añorar esta producción.

5/10.

este personaje es artificial y forzado

Para aquellos que no hayan terminado de entender en sí la trama que rodea a “los fantasmas”:

Podemos identificar 2 tipos de fantasmas:

- La mujer de rojo

- La mujer con vestimenta desgastada y desaliñada (la yurei por definición)


Ambas hacen referencia a dos partes o mitades de la misma chica discapacitada de la silla de ruedas. En el mundo oriental de fantasmas sucede bastante. Se materializa la versión o personalidad X del personaje para recrearlo alrededor del protagonista. De esta forma, el protagonista (y por extensión, el espectador) conoce ambas caras o versiones del alma en pena.


Así, se materializa la difunta versión viva en la fantasma más “humana” (la de rojo), vestida de una forma preciosista y pomposa; mientras que la versión más arraigada en el dolor y el resentimiento de sus acontecimientos se manifiesta haciendo uso de un outfit de vagabundo y con aspecto descuidado (la yurei o fantasma vengativa de manual).

Ambas, son representaciones del alma en pena, la fantasma de la chica de ruedas. Sería la versión normal o estándar, sin emociones (a veces se la representa con piel muy blanca, imitando al estado de la piel de un cadáver). A pesar de ser quién interactúa con el protagonista directamente y durante mucho tiempo, podemos discernir que no es un ser humano por algunos detalles palpables. Por ejemplo, la tonalidad extrema de la piel antes mencionado o ciertos gestos anti naturales como el saber siempre cuando la está viendo la protagonista con los prismáticos. También cabe recalcar su manera de hablar o expresarse, por ejemplo, le comenta al protagonista frases o situaciones que le hacen reflexionar en su vida o también le ofrece “pistas” sobre su “yo del pasado”. Al principio el protagonista no lo entenderá, pero tiempo más avanzada la trama, saltarán en su mente.


 

 

4 ago 2022

La Casa sin Fronteras

Título original: La Casa sin Fronteras
España, 1972, Pedro Olea




















 

 ¡¡¡CONTIENE SPOILERS!!!

El cine de terror español nunca me ha terminado de llamar la atención, no posee un ánima que me sepa seducir y, por tanto, atraer. Deficientes interpretaciones, chismes nacionales, politización de manual… uno termina por cansarse de ver siempre lo mismo. Pareciera que hemos perdido la noción de nuestra propia historia, de nuestras raíces y de las posibilidades ocultas que tenemos por ofrecer al mundo. Sin embargo, y para mi buen agrado, hubo un tiempo atrás, donde el cine español resultaba de gran interés. Contaba historias de buena manera, enroscaba críticas en forma de metáforas y hacía suya una manera de narrar una historia. Esta buena razón pareciera reforzarse a cada nuevo film del siglo pasado que contemplo. Quizás, asqueado en demasía por el sobre industrial e insulso uso de esta nueva forma de hacer cine, no obstante, he de dar gracias por haber conocido esta otra añeja manera. Un legado, olvidado cuando no vilipendiado.


¿Cómo es pues, que actualmente no se haya descubierto aún el mensaje que esconde esta obra? De buen grado voy a intentar adentrarme en sus ideas, que no pocas, para dejar constancia de ellas en calidad de referencias.

1) Se parte de la premisa siempre que esta obra es un producto de su tiempo, la España franquista setentera. La censura en el arte se hacía presente sin temor alguno, por lo que, para evidenciar una denuncia de cara al público, era preciso adornarla un poco. Es ese, y no otro, el principal objetivo de esta película. Todo se resume en una gran fachada, buenamente enriquecida y embadurnada generosamente en misterio, no cabe duda, pero una gran fachada. ¿No es acaso el protagonista una representación de ti, espectador? ¿La sociedad secreta no representa a su misma vez el papel del Estado, como una asociación de intereses largos y poderosos? ¿Y la chica, sería imprudente reflejarla ante la anhelada idea de libertad, cambio de régimen?

2) La película supone un reflejo del mundo que rodea al protagonista, Daniel, desde su punto de vista. No olvidemos jamás que la obra se inaugura narrando su voz en off, una carta a su madre. Desde este punto ya el metraje te está diciendo lo que más tarda te patentiza, una letanía de desventuras que se tornan como auténticas pesadillas psicodélicas y horrorizantes que atormentan al joven: ¿qué es esta sociedad? ¿por qué me han cambiado el nombre? ¿es verdad que esa joven hizo aquello de lo que se le acusa? ¿por qué da tan mal rollo el viejo de la pensión? 


3) La ambientación actúa como catalizador inflamable de reactiva naturaleza ante todo lo planteado en el punto anterior, mostrando como, además del conjunto de interrogantes que se le apilan a Daniel, se le une una deprimente escenografía. Todos los días lluviosos, fríos, helados podría llegar a decirse. Esa humedad que unida a lo anterior le atraviesa hasta los huesos… Lejos de su casa y asediado diariamente por este galimatías en el que se ha metido. No nos olvidemos tampoco de esa perpetua sensación de sentirse observado y estudiado por la propia organización. Saben en todo momento dónde está y qué es lo que hace. ¿Otro guiño más a la dictadura?

4) Como perfecta metáfora de su tiempo, la obra te planta los personajes como representaciones del mundo actual. Por tanto, es absurdo intentar buscarle más explicaciones a elementos que están ahí simplemente como un faro que refleja su propia luz, la idea. La sociedad secreta poco nos tiene que importar a qué se dedique, siempre nos da a entender lo típico de cualquier organismo de esta índole, esto es, secreta, sanguinaria y dominadora de todo lo que pueda en derredor suya.

El protagonista tarda un tiempo en intentar asimilar la complejidad de la ecuación en la que se encuentra, esto le lleva a plantearse en silencio si intentar huir o enfrentarse en vano. Podemos considerar el pasaje de la posada a la que ingresa una noche. Abatido por lo acontecido, decide relajarse ante un bar de mala muerte, con borrachos, mujeres pasadas de muchas cosas y un ambiente nauseabundo. Se percata que ese intento de desconexión no le sirve de mucho (conversación vacía con la prostituta). 


Es entonces cuando intenta arreglar el problema por las buenas, yendo a la casa, origen de todos sus males. Sin embargo, podemos ver que por muchas veces que vaya, no puede entrar.

¿Se va entendiendo por qué es imposible enfrentarse al sistema? Ni echándose a los vicios ni tampoco enfrentarse a las dificultades, la única salida es “aceptar lo que hay que hacer”. En aquella época, era aceptar las normas y mentalidad del régimen. En el universo cinematográfico del director, consistía en tomar la misión y buscar a la chica. ¿Y qué es lo que sucede cuando da con ella? Su perdición. Otra vez la analogía se hace presente al constatar finalmente, en la silla de las torturas, de su fatal destino en ir en contra del régimen. Era una época, que, si nos paramos a meditar, no dista mucho de lo que actualmente tenemos. De otra forma, pero la base no cambia.

Por otra parte, se agradece el final. Se conjuga en perfecta sintonía con la temática general que ofrece la película. Raro sería que fuera de otro estilo, ¿no? ¿No es también otro guiño extra a la constancia demandada que realiza el director?

5) ¿Cine de terror? Hmm… no hay monstruos no, no hay sonidos estridentes tampoco… ¿qué es esto? ¿Un thriller oscuro? Tal vez... ¿tal vez thriller psicológico? Sin lugar a dudas, el juego de los personajes es primordial, todos los personajes nunca dejan de ser interesantes. Este es realmente uno de los motivos por los que puedes seguir viendo la película. Puede ser lenta, puede que creas que haya envejecido mucho y mal, pero el desarrollo de los personajes es perfecto. Vas descubriendo cosas de aquí y de allá hasta el final. Sigues al protagonista porque te interesa tanto como a él saber qué va a pasar a continuación.


Atemporal producción española. Recomendable, sin lugar a dudas. 8/10

 



Bangkok Haunted

 

Título original: ผีสามบาท
a.k.a.: Bangkok Haunted
a.k.a.: Bangkok Paranormal
a.k.a.: Bangkok Kill City
Tailandia, 2001, Oxide Pang Chun & Pisut Praesaeng


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

 

 

Entre mis debilidades en el mundo del terror, las compilaciones de historias cortas son, sin lugar a dudas, uno de mis estilos favoritos de la industria. Mini universos de fantasías donde la libertad creativa del autor nos puede llevar a infinidad de lugares y experimentar multitud de tipos de agonía, horror y pánico. Sin embargo, ¿a dónde nos transportan las 3 historias de Bangkok Haunted?

A LA MIERDA. Pocas veces he presenciado una película tan ridículamente soporífera. Esto que contemplamos ante nosotros no es un sedante, es una patada directa en los huevos con destino el infierno. Y sin paradas.

Empecemos:

1/La Leyenda del Tambor: Debo confesar que el comienzo me atrajo bastante y hay que reconocerle esa puesta en marcha. Tienes una escena asombrosa que se da lugar, nada más y nada menos que dentro de una carreta. Aviso que, obviamente, esto es lo único que merecerá la pena ver. El problema radica en la extrema longitud de toda la acción, todo se desarrolla demasiado lento. Ojo, he dicho “demasiado”. Hay mucho meme con que las pelis asia son lentas, lo cual es falso. El cine asiático no es el mismo que el europeo, el africano o, al que más estamos acostumbrados, el norteamericano.

Hay que tener en cuenta que la película es una mix de 3 historias, luego, esta primera obra contiene su historia y sus flashbacks al pasado. Además, la historia que se molesta en contar, como si así pudiera justificar su exacerbada duración, es tan predecible que se podría haber resumido en 5 minutos de reloj. No exagero. Crear un mini cosmos dentro de una obra está bien, pero considero que no es fácil. Aquí se demuestra. Se salva solamente la escena final, donde nos puede despertar algo de interés tras las 56h que nos hemos pegado durmiendo. Bueno, durmiendo o viendo como de bien se han cumplido todas las predicciones que habíamos hecho de la historia. 

*bosteza en tailandés*

Falta mucha salsa, elementos que despierten al espectador. La obra peca de demasiadas cosas ya sabidas. De personajes tan clásicos y longevos como aquellas fábulas que nos leían de pequeño (te señalan con el dedo quien es el bueno y quien es el malo). Personajes estereotípicos, situaciones y comportamientos totalmente de manual.

Resumen: ABURRIMIENTO

2/Black Magic Woman: Algo que nos presentan antes de este segundo plato es el nudo de conexión entre las historias. Asistimos ante un grupo de 4 pijas presumidas en el hall de un hotel. Quiero decir.... ¿hay acaso otro setting más anti climático que esto? Parece el comienzo de un chiste malo.

Pues nada, que una de estas 4 se tira la leyenda de una tipa que no metiendo ni pagando, recurre a que la folladora compulsiva de su vecina le enseñe como meter algún empuje. La vecinita le da una colonia atrae-hombres, pero de locos ¿eh? Es oler el perfume y se te reprograma la cabeza entera. El quid de la historia radica más que nada en el origen misterioso de este líquido. Por qué vale lo que vale y cómo es que es tan efectivo.


No pos, el mejunje funciona eh?

Siendo justos, hay que reconocerle la originalidad. Al menos, en algo le gana a la del tambor. Vale. Eso se le da. La película no es predecible, sino más bien es alocada y bizarra por momentos. No creo que en el buen sentido, sino porque hay cosas que pasan por pasar. Muchísimas situaciones y escenas están de más hasta que la cinta no avanza a donde quiere llegar (la situación final donde más se desarrolla el nudo).

La premisa ya de por sí es ridícula, es decir, ¿tan desesperada estás por coger que recurres a un potinge chungo? Te hace falta gym, chica.

Resumen: OLVIDABLE

3/Venganza: Al fin cojones. Por fin una obra que no te da sueño. Si conseguiste llegar hasta aquí sin morirte, enhorabuena. Debes ser masoquista.

Entramos en el mundo del thriller sobrenatural, donde un atractivo detective sigue pensando en las posibles causas que ocultan un “caso típico de suicidio”. ¿Qué pasó realmente? ¿Por qué su jefe no quiere verlo investigar el caso? Todas estas preguntas y muchas más se van apilando a medida que verás la obra. Ojo, cuidado. Al comienzo digamos que empieza algo pausada, pero, esto es vital. Para que te sientes y medites bien lo que ves y prestes atención a los diálogos.

Este Ken te derrite con esas miradas de tipo duro


Pero..... (sí, existe lamentablemente). El final no es tan original, síndrome del que peca mucho esta producción, sino que reutiliza un cliché muy usado en este tipo de films. La locura se mezcla con la confusión. De hecho, en sí, la trama no es que sea tampoco una novedad por la que descorchar una botella de sidra. Los fans de cine policíaco no se sorprenderán. Estaremos ante una apuesta fácil y segura. Basta con saber seguir bien el guión, sin tonterías ni derroteros.

Así que sí, es lo único que merece la pena verse de todo el show, pero no esperes una obra maestra. El resto y sobretodo, cómo se van enlazando las escenas entre sí, es fabuloso. Tiene unos tintes que, al que buscaba algo bueno, se lo dan.

Resumen: CLÁSICO

Bangkok Embrujado me vuelve a demostrar otra vez más que el cine tai no es estable en calidad. Eso y que los Pang tuvieron un solo momento remarcable en su carrera por el terror (The Eye).

Lo bueno:

>Venganza

Lo malo:

>Todo lo demás.

Porque uno sea el que haga el trabajo solo no se aprueba al grupo. 3/10. A septiembre. 


P.D.: Si tuviera que recomendar alguna sección, elegiría la última historia, aunque no merece la pena tragarse todo lo anterior.

Home Sweet Home

Título original: 怪物 (Gwai Muk)
a.k.a.: Home Sweet Home
a.k.a.: The Monster
Hong Kong, 2005, Soi Cheang


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




 

 

Un matrimonio feliz decide retomar su vida en un glamuroso y recién estrenado complejo de apartamentos. La comunidad rápidamente les da la bienvenida, todo parece empezar como querría uno, pero… ¿qué son esos extraños ruidos que se oyen por los conductos de ventilación?

En pleno éxtasis comercial del fenómeno de las yurei asiáticas, es bastante extraño encontrarnos con lo que ofrece esta cinta. Asistimos no solo a un cambio total en el tipo de “ser sobrenatural” que presenta, sino que el resto de la película se mueve a su compás. A un compás que, cabe destacar, no termina de sincronizar del todo. Lo que quiero decir, es que “Hogar, Dulce Hogar” introduce un monstruo en el lugar donde siempre ha estado un fantasma vengativo con pasado atormentado. No cuaja por ser nuevo y así lo demuestra en todo el show. De hecho, este ser monstruoso imita muchas de las conductas que una “Sadako” haría, quedando como resultado, una película medio extraña en la presentación de su personaje estrella.

Dicho lo anterior, la película sigue todos los pasos del manual clásico sobre una “SadaNami”. Tenemos la pareja que se muda a un piso con una historia medio rara (de ahí su precio) y que de hecho, el propio bloque de apartamentos también posee un aura sobrenatural. Nadie sabe nada y la mujer protagonista ha de hacer frente a infinitud de situaciones estresantes. Teniendo constantemente en la cabeza la idea de ser una burda imitación de “Dark Water de Nakata”, este filme recorre lo propuesto por el cineasta nipón, creando así una historia parecida; pero con el aliciente de que el mal adopta la clásica fórmula del monstruo deforme, feo y abominable que tan usado ha sido en la industria del terror occidental. ¿Pudiera ser que esta película fuera de hecho, un reclamo más para un mercado que demandaba año tras año lo mismo?

Ya introducido a finales de los ‘90 con The Ring, el consumidor habitual del terror se topó con un cine que le cautivaba. Por ello mismo, estoy más que seguro que este buen director, creó “Home Sweet Home” para darles una cruza entre esa moda del momento y el clásico monstruo tan exclusivo de Occidente.


Todo conjeturas claro está. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es lo referente a este cinta. Tratamos con un producto que viene siendo realizado en cadena, como tantos otros, no suelen aportar nada destacable a la típica fórmula oriental. Por ello mismo, esta obra vuelca todo su deber para/con el espectador en el gran trabajo de interpretación que realiza la protagonista. Hundiendo aún más el dedo en la llaga, tenemos el papel que una madre realiza con su hijo, elevando así, ese espíritu maternal durante todo el metraje. De hecho, el monstruo correrá un igual papel que la protagonista, de ahí que sea el elemento estrella.

Lamentablemente, esta producción no termina de calar en el más veterano de los espectadores del Asian Horror. Como bien dije antes, no hay nada nuevo bajo el sol. La trama avanza a ritmos típicos de una montaña rusa, donde escenas largas se hacen aburridas, y momentos de adrenalina, se hunden en un drama que resulta molesto. Esconder los momentos de acción y tensión bajo un mecanismo dramático, rompe contundentemente el ritmo de la acción. 


Atendemos de la misma manera a todas esas situaciones tan normales: la policía la tomará por loca al igual que sus iguales, quedando una batalla personal y directa con el ser malvado. Como bien he dicho, se tira de drama para otorgarle cierta explicación y embadurnar así todos los asesinatos cometidos por el monstruo. Piedad, entendimiento y benevolencia se dan la mano en este show. Nos muestran que todo puede estar justificado y perdonado, con tal que se sepan las causas del causante. Moralismo patético y peligroso que ya se da de real, en nuestras sociedades, con nuestros jueces y nuestro sistema penal.

La producción tiene sus cosas buenas claro está. Qi Shu como la madre atormentada y desgarrada por su hijo hace otro papelón de gran calibre. Su antagonista, Karena Kar-Yan Lam interpretando al monstruo, no se queda para nada atrás. Ambas forcejean para lograr el premio a la mejor actriz del filme. Sus papeles tratan de mujeres desesperadas por sus niños, que darían y harían de todo, para protegerlo. Los efectos especiales están muy bien acabados, todo está al punto en general. Por destacar que no se diga, recojo el papel de la madre porque en esta ocasión, se puede ver a una mujer que hará lo que sea para conseguir su objetivo. Me refiero a que se la ve mucho más dura y decidida que papeles similares en otras películas. Es por ello que Qi es Qi, una gran actriz, capaz de no interpretar un papel, sino de serlo.




Nota final: 5/10. Pasable y olvidable más allá del espectáculo montado.


 

 

3 mar 2022

Takut: Faces of Fear

 Título original: Takut: Faces of Fear
a.k.a.
:
TAKUT
Indonesia, 2008, Rako Prijanto, Riri Riza, Ray Nayoan, Robby Ertanto, Raditya Sidharta, the Mo Brothers (Kimo Stamboel & Timothy Tjahjanto)












 

 

Venga, vamos a lo que vamos, que es a lo que hemos venido. 6 historias diferentes, no conectadas y que vienen de la otra punta del globo para aterrarnos. Pasemos a comentarlas superficialmente:

>Show Unit by Rako Prijanto.
Se abre el telón y arrancamos con una apuesta sencilla y que se le nota que va sobre seguro. Da la sensación de incertidumbre, de no querer jugársela a la hora de hacer este fragmento. La historia ya se ha visto en varias ocasiones, pero no influye negativamente. Esto significa que te mantiene pegado a la tele mientras disfrutas lo que ves.

Se pueden destacar a favor el juego con los colores de la cámara, el misterio constante con el “malo” sin destaparlo y el consecuente “plot-twist” final.
En contra, tenemos las mediocres actuaciones como mayor repulsivo. El resto resulta indiferente.



>Titisan Naya by Riri Riza.
Desacelera la cinta con esta incursión tan “particular”. Una adolescente que está más caliente que el horno del telepizza se quiere empujar a su primito bien shy. Por llevar el aura del pecado incestuoso a su alrededor, los demonios y demás seres del ritual jawanés de la mama a la que asisten ambas le dan una buena lección, para que se relaje una mijita.

Pues bueno, tremenda cagada de todo. La historia parece un meme y lo único que termina de enganchar un poquito son las escenas de la teen rebelde que protagoniza la joven. Tenemos algún que otro personaje como un shamán, o como se llame, que da mal rollo (parece el típico personaje de las pelis de terror con esa función).
Por otra parte, la peli no tiene nada que merezca la pena rescatar.


>Peeper by Ray Nayoan.
Bizarrada conducida bajo los raíles del horror-comedy. A algunos frikis les gustarán estas cosas, pero a mí ni me va ni me viene. La historia muestra a un pibe que está más salido que el picaporte de un puticlub (interpretado por Epy Kusnandar aka “Padre” en el corto de “Safe Heaven” de Tjahjanto en V/H/S 2).

Da la sensación de querer mostrar cierta fábula moralista al igual que el segmento anterior (sí, la de la adolescente cachonda). En este caso, merece destacar la gran fusión e interpretación del personaje que nos ofrece Epy con un personaje tan difícil de “dar vida” (ojo, que no interpretar. Hay mucha diferencia). La historia y demás elementos están interesantes (la puesta en marcha del corto por ejemplo). El resto, correcto.


>The List by Robby Ertanto.
¿Qué carajos hace Brian Yuzna en territorio indonesio? Una incógnita total. Con este nuevo segmento volvemos a oler cierto aroma de éxito. Tratamos con una pareja que tras separarse por problemas de entendimiento y compatibilidad el uno con el otro….bueno, digamos que algunos no se contentan con las voces y los reproches. La piba quiere vengarse de lo cerdo que ha sido su ex y termina asistiendo a una sesión vengativa en la chabola de un brujo vudú vengativo.

Ojeando el cast di con un nombre curioso, una tal “Shanty”. ¿Shanty? Como la Shandy de Cruzcampo oye. Pues es la protagonista y parece ser que fue una actriz y cantante bastante exitosa. Será tanto ella como su ex los que más disfrute uno de ver. Los efectos especiales y esa comedia negra de por medio que tanta salsa unta a la trama son el plato principal. No te la puedes tomar en serio ni en broma. Bien conducida y agradable de ver. Uno pasa un buen rato.


>The Rescue by Raditya Sidharta.
El director tuvo que haberse pegado una maratón jugando a Resident Evil porque este segmento apesta peca de eso. Se termina de recuperar el buen ritmo de la película con esta apuesta de zombies con gore y una historia apocalíptica corta pero atrayente. Quiero decir, ¿Resident Evil a lo indonesio? Esto sí que es exótico y no la pizza con piña.

La historia está muy bien planteada a modo de narrativa con voz en off al comienzo, los efectos de los zombies son fantásticos y las secuencias de acción no están nada mal. Desgraciadamente, los personajes no terminan de cuajar, ya sea en la trama o para simpatizar con el espectador. El plot-twist final, lo mejor. 



>Dara by The Mo Brothers (Kimo Stamboel & Timothy Tjahjanto).
BUENO BUENO BUENO, QUÉ TENEMOS AQUÍ. La última parada echa el ancla en el mismísimo infierno de las torturas y gore más despiadado. Estamos ante el cenit más cañero de toda la película. La historia va de una belleza asiática 10 over 10 a la que le llueven pretendientes cada 5 minutos. Esta preciosidad lleva un restaurante gourmet de 54 estrellas por lo menos donde el plato estrella es la carne. Y oye, ¿cómo es que sigue soltera después de tantas citas? Habrá que verlo para descubrirlo…

Dara nos ofrece un festín donde todo está soberbiamente bien cuidado y tratado. Historia simple, pero hilada con genialidad, te mantiene encandilado de principio a fin. No decae. Te tiene una sorpresa tras otra. Las secuencias de acción son tan estimulantes como las de tensión y horror. ¿Quieres desconectarte del mundo durante 15 minutos? Este es tu corto.

No solamente eso, sino que la trama se mece suavemente entre varios compases. Incluso se atreve a meter pequeños retazos de comedia que encajan milimétricamente bien en todo el entramado. La actriz principal, Shareefa Daanish como Dara, aparece de nuevo en Macabre. De hecho, esta historia viene de un corto llamado “Dara”. Nos ofrece un repertorio de caras y acrobacias que hacen que su personaje gane tal realismo que supera a “Epy” como el mirón que ya vimos anteriormente.

Acción, sangre, historia de sobresaliente… ¿pegas? ¿me estás insultando?



>Resultado final: No se puede premiar a alguien que no ha hecho a la perfección los deberes. La joya de la corona se la llevan los hermanos “Mo” (mira tú por donde que Timo Tjahjanto anda por aquí. ¿Por qué será que todo lo que hace este man destaca tanto? Sí, estoy pensando en V/H/S 2 y V/H/S 94).

“1 emotion” que ha oscilado como un péndulo entre la indiferencia y la más absoluta fascinación. Como es normal, no existe una historia que una todos los segmentos. Tenemos una animación digital bastante pasable que nos desconecta de la emoción vivida entre historias. Algunas cosas por mejorar, pero buenas vibras para echar el rato como sensación general. No es una must-see, a excepción de “Dara”.

7/10.

Una sonrisa para conquistarlos a todos

Amerzone: El Legado del Explorador

 Título Original: L'Amerzone: Le testament de l'explorateur
Título: Amerzone: El Legado del Explorador
País: Francia
Año: 1999
Desarrollado por Virtual Studio
Publicado por Microïds, Casterman















Primera incursión del maestro del Point-and-click moderno en el mundo de los videojuegos. Estamos ante una sencilla apuesta que, usando únicamente tu ratón y tu intelecto, te servirán más que de sobra en un mundo lleno de aventuras e historias tan fantásticas como sorprendentes.

Comienzas tu misión de golpe, sin saber muy bien ni quién eres ni dónde estás ni qué carajos es lo que te rodea. A modo de tutorial ameno y cercano empiezas a comprender que tu localización aunque imprecisa, te deja a los pies de un colosal faro, y que para embarcarte en una peligrosa misión no llevas látigo ni revólver. Eres periodista.

Vista en primera persona
La década de los noventa será siempre recordada por multitud de cosas buenas, el mundo de los videojuegos será una de ellas. En tan solo 10 años se pudieron ver la gran evolución que sufrió el aspecto más técnico de un juego en 2 dimensiones. Cojamos “The Secret of Monkey Island” por ejemplo. Era bello y simple, pero notabas cómo los píxeles danzaban por la pantalla de una manera notable. Antes que este clásico podemos encontrar “Alone in the Dark” con un 3D súper primitivo, donde los controles y los movimientos del personaje eran de tanque. Pues al final del milenio pasado, todo eso habría cambiado. El aspecto técnico sufriría un cambio monumental, ejemplo palpable en esta obra.

Entrando en el juego en sí, resulta bastante sencillo de jugar. La dificultad, por tanto, es más que asequible, se diría que podría ser el juego de aventuras por excelencia para cualquier nene con una compu sin muchos requisitos. Los escenarios son renderizados en baja calidad. La música es todo ambiental y los tracks de música son bellos y simples. Sí, repito en muchas ocasiones que el juego es simple porque todo lo que lo compone también lo es.

Gran nivel de detalle, luces y sombras cuidadas
A favor se le pueden sacar dos puntos muy importantes. El primero de ellos es la ambientación. Vale, lo que da es lo que da, no existen detalles en pantalla. La aparición de flechitas donde tener que hacer clic elimina ya mucha acción de investigación por parte del jugador; pero esto es supeditado por los escenarios. Los escenarios a excepción del primero y el último dan la sensación de estar en un mundo mucho más grande de lo que se ve. Esto hace volar la imaginación de los más peques, obviamente cuando eres mayor, ves las cosas desde más arriba (todo en perspectiva), pero ya digo, que para nenes es idóneo.

La segunda gran baza que tiene Amerzone es la historia. Hay que leer mucho, y esto nos mantiene enganchados en una trama de aventuras trepidante. Leer diarios de personas con un pasado casi heroico podría decirse, nos mete más de lleno en nuestra contienda personal con el juego. La mente de Sokal nos regala un mini universo de personajes y seres fantásticos que nos quiere hacer saber más de todo. Ojo, he dicho “mini universo” por algo. No nos queramos encontrar una trama tan compleja en detalles y tan abrumadora como las historias de “El Señor de Los Anillos”. No. Esto es a más baja escala, y aunque “Siberia” sea la obra por excelencia de Sokal, Amerzone nos sirve como un suculento aperitivo.

La narrativa nos deleita con bellas ilustraciones
La duración es muy corta. Puedes terminarte el juego tranquilamente en un día si vas despacio. Se hace intuitivo y fácil de seguirle el ritmo.

Honestamente, se me quedó pequeño el juego, pero reconozco su potencial para un público bien orientado. 

6/10.

 


 

17 feb 2022

Paranormal Effect

Título original: Paranormal Effect 

a.k.a.: Tokyo Haunting: The Curse of the Yokai Ghost

a.k.a.: 呪詛 (JUSO)

Japón, 2009, Ryuichi Asano & Teruo Ito
















 

 

 

Revisión desconocida al clásico “don’t mess up with the gods”

Pareciese un vaticinio a aquel famoso vídeo de cierto youtuber americano que fue al bosque de los suicidios de Japón a hacer el subnormal. La diferencia es que sigue vivo, y en este caso… no sabemos cómo terminan nuestros personajes.

Tratando obviamente de estrujar al máximo la saga de Paranormal Activity (2007), llegaron a sacar una versión oficial japonesa llamada Tokyo Night (2010). Pero de mientras, unos pibes que no conocen ni en su barrio, se lanzaron a hacer una película con la misma temática, pero cruzándola con ese toque japonés de exotismo sobre entes sobrenaturales de su tierra. Algo así como es la propia pareja protagonista, un extranjero y una nativa.

La historia es bien sencilla, una pareja viaja a Japón para quedarse unos días en la casa de la yaya. De mientras, van a visitar algunos sitios cercanos. Turismo. La chica propone de ir a un santuario cercano. Allí encuentran un sendero medio escondido entre los matorrales y demás hierbajos, que da a unas grutas prohibidas. El novio, como buen americano estúpido, quiere hacerse el macho y entra en las cuevitas. Poco pasará hasta que se dé cuenta de su fatal error.

Una vez contado lo anterior, creo que es por todos conocidos lo que pasará a continuación. Ruidos extraños en la noche, captaciones escalofriantes recogidas en cámara y un debate más que abierto sobre respetar las culturas extranjeras (por muy absurdas que te puedan parecer). Esto último es lo realmente interesante en el film. Porque a ver, para lo demás verse cualquiera de Paranormal Activity, no hay mucha diferencia.

El misticismo mitológico referente a los dioses antiguos de Japón es recurrente cuando se presenta por delante, ya sea en juegos o en películas. Y rara vez logra defraudar. Lo mejor del asunto es que jamás se nos muestra explícitamente “quién es el malo”. Japón no es amigo de monstruos, demonios o seres que espanten. A pesar de que, también en su farándula mitológica, haya presencia de tales seres; pero en lo que respecta a películas y demás, se suele tirar por fantasmas y seres más “etéreos”. EE.UU. es el encargado de tirarnos a la cara aberraciones que nos entren por los ojos, Japón es más sutil.

Entonces, ¿quién nos atormentará en Paranormal Effect? Bueno, el título nos da a entender que habrá elementos paranormales. En general, se podría decir que así es, ya que tenemos todos los elementos habidos y por "a ver qué se tercian en este tipo de copias de Paranormal Activity". Pero luego tenemos ese protagonismo tan suyo del dios malvado que viene a cagarles a palos. Esa manera tan especial de irnos metiéndonos en el interrogante, de querer ver al monstruo lo podemos apreciar en “Occult” de Koji Shiraishi (súper recomendada).

El apartado técnico se lleva el aprobado general. Todo cumple con lo que se necesita, tantas actuaciones decentes, como efectos especiales atrapantes.

Para terminar, comentar que al año siguiente de lanzar el filme (Halloween del 2010), se dio a conocer la noticia de que se había empezado con la producción de una secuela. Curiosamente, no se sabe nada más. ¿También los habrá condenado el Dios de la Montaña?

Valoración: 6/10. Interesante propuesta para pasar el tiempo.

Dedicada a MadWarrior. Gracias!

 

Rezas, y te vas

 

15 feb 2022

V/H/S 94

 Título original: V/H/S 94

EE.UU. , 2021, [Ryan Prows, Jennifer Reeder, Simot Barrett, Chole Okuno, Timo Tjahjanto]


 









 

 

 


No, aquí no adoramos a Raatma.


Llegados a este punto de la saga, y echando la vista atrás… ¿cuál es el resultado final? Malo. Milagrosamente, y aunque se trate de un bodrio moderno del cine “de terror”, sí que pude terminar de ver esta película (a diferencia de la anterior, V/H/S: Viral). Digamos que estamos ante un tipo de mediocridad donde desde el principio sabes que va a ser una mierda, pero tiene ese punto de “aguantable” que te permite llegar a los créditos finales. Algo bueno, se puede ver sin que termines vomitando. Al menos no es “Siren”.

Mucho “reboot” pero la columna vertebral de la obra es idéntica a la trilogía pasada: historia central que une el resto de metrajes con unos personajes que van siendo “poseídos” al ver las cintas en orden.

Ok, tiempo aquí. ¿Orden? ¿Alguien se traga eso? Quiero decir, ya sea en la 1, en la 2 o incluso en Viral los personajes metían cintas en los VCR de como les venía en gana. ¿Qué orden me estás contando? Y no lo digo por los reviewers de las críticas, no, sino porque en las propias películas ha habido diálogos sobre esta idea. Vale, tal vez dentro del universo de las películas es cierto que el orden mata, pero en ninguna de ellas se pone en práctica (por lo que deja las cosas en un simple “gente muere porque ve vídeos malditos”). Retomemos por donde lo habíamos dejado.

Pues la historia central aquí se llama “Safe Heaven” y es una auténtica bocha. ¿Trama? ¿Personajes? ¿Terror? Supongo que bajo la idea de “hagamos un reboot a lo grande”, ahora el set de personajes debía crecer, pero esto no ha ayudado en nada a la propia no solo ya película en sí, sino a la relación de los cortos con los personajes. ¿Os acordáis de V/H/S 2? El core giraba en torno a esa pareja de detectives que entraban a la casa de un universitario… Bien, pues aquello funcionó tan bien porque realmente era algo simple, pero lo suficientemente aterrador y escalofriante que, una vez volvías de ver un corto, ya estabas relojeando la pantalla en busca de “dónde está el tipo” o “qué síntomas mostrará la chica”.

¿Para que he sacado la historia central de V/H/S 2? Para ahora volver a V/H/S 94. Se nos tira un grupo arquetípico de pies a cabeza de SWATs que van a una mega nave industrial gigantesca a “hacer una redada anti drogas”.

Pero en verdad no se siente así, sino un “tren de la bruja del terror” donde lo interesante parece que prima en ver “a qué habitación más bizarra me vas a meter”. Se trata como una especie de competición que tiene consigo la obra. “Mira, la primera habitación era sucia, la segunda debe ser caótica, la tercera lo de las anteriores y además un toque de surrealismo…”.

A ver, como tal la idea no es mala, pero fracasa al no aportar nada, o mejor dicho, no vemos nosotros que a los personajes les afecte o les perturbe tanto. Al final se nos da la idea de que quizás el plato fuerte se los estén guardando para el final cuando, desgraciadamente, es un fracaso.

Con tal escenario sumamente enorme solamente puedes recurrir a un “survival” pero, ¿qué monstruo es el que los está matando? Hmm… Algo no cuadra. Y no cuadra porque no se puede entregar la responsabilidad de “esto funcionará” a la idea vieja de “bueno, las cintas mataban, ¿verdad? Pues ya está xd. Nada más que explicar”. Así es como se nota toda “Safe Heaven”.

Sus personajes son insoportables. Antes los describí como “arquetípicos”, y no estaba más lejos de la realidad.

Me he dado cuenta que, por alguna extraña razón, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado siempre la conforman una panda de brutos, que se insultan, se tiran pullas entre ellos y hacen las típicas bromas sexuales o sino, pegan voces como cabras. Además, todos tienen ¿motes?, lo cuál no entiendo el por qué, pero da lo mismo. No sabes quién es quién ni cuál es su papel en la historia. Los personajes no nos dicen nada, están ahí con sus bromitas por aquí y sus diálogos clichés por allá, y de mientras, ¡anda! ¡Otro más muerto! ¿Cuántos eran? ¿Cómo eran sus caras? Ya ni me acuerdo, y a la cinta le da igual. Son mera carne de cañón para la escena final.

No solamente eso, me gustaría usar “Safe Heaven” como ejemplo explicativo de algo que se va a repetir durante el resto de los cortos. ¿Y eso qué es? Los efectos especiales. El CGI. Los FXs ambientales. La escenografía y ambientación. Y por qué no, el vestuario.

Son una amalgama de aspectos técnicos que la película les da todo el protagonismo, dejando al margen a los verdaderos actores de la obra (historia, interpretaciones).

Todo es una gran fachada.

Todos y cada uno de los cortos presentados en V/H/S 94 se esfuerzan al máximo para que te des cuenta de esos efectos digitales de los monstruos. Del realismo tan real que se te presenta, de cómo de bien logrado que está todo. De cómo de cuidado fue el vestuario para que todo encajara como si viviera la gente en 1994. Vale… no te digo que esté mal, se agradece de veras el intento de inmersión “virtual”. Pero no existe una inmersión “real”. Este es el problema de esta película. Sigamos.

¡Dios Santo! ¡Qué miedo!

Otro de los errores que presenta “Safe Heaven” es que no sabe introducir correctamente los cortos. ¡Y es vital! ¿Cómo sucedía esto en V/H/S 1 y 2? Los personajes se ponían delante de una tele, metían una cinta y se quedaban allí parados mirándola. Pero aquí eso no pasa porque es que con un equipo de SWAT no tiene sentido que se pongan todos juntitos en una sala a ver pelis. No funciona porque el concepto es erróneo. ¿Cuál es la solución que se propone? Enfocar directamente a la televisión. Tal cuál. Es la tecnología “Plug & Play” del terror. Ya la tele tiene cargada la cinta y listo. ¿Se entiende por qué dije antes que no es más que un tren del terror? O sino, la casa embrujada de la feria. Da lo mismo. La idea es la misma. Se ha fracturado la inmersión del personaje con la maldición de las cintas, y se ha optado por una carrera contrarreloj para visitar todas las estancias de la nave industrial en el menor tiempo posible…

Una de las cosas más ingeniosas de la saga era el outro pre créditos finales. “The Death Set” nos ponía la base para un remix de las mejores escenas de los cortos de la peli, mientras los nombres de directores y guionistas corrían por pantalla. En 94 asistimos a un gazpacho rocambolesco, donde el efecto de cinta VHS se ha sobre usado, se nota muy digitalizado, echando para atrás cualquier guiño cariñoso que se le quiera dar a la era del VHS noventero.

Comencemos a hablar sobre los cortos:

>Storm Drain. Literalmente, “Desagüe de Tormenta”, se trata de una clicheada desde los pies a la cabeza. Todo es estereotípico (personajes, chistes, conversaciones huecas y predecibles). Nada es en serio y todo es en broma. Intenta crearse una obra a lo “horror-comedy” pero como la gran mayoría de películas del estilo, son un bochornoso facepalm. ¿Me he de reír si le tiran a alguien un chorro de sangre mientras nos cuenta un chiste? ¿Qué? El plot twist loco y el monstruo son lo único que se salva, el resto, o no tiene gracia, o no tiene sentido o te la sabes de memoria.




>The Empty Wake. Literalmente “El Despertar Vacío”, nos sitúa de lleno en uno de los escenarios más espectaculares, sorprendentes y novedosos en los que se haya podido realizar una peli de miedo. No solo de imaginación estamos hablando, la sucesión de los eventos es síncrona, tiene lógica y fluye perfectamente. Quizás se le podrían sacar un par de aspectos a mejorar, pero por lo que se refiere al corto, es el que mejor capta su corta duración para hacerle sentir cierta incomodidad al espectador. Hasta bien entrada la historia no sabes qué es lo que sucederá. La peli te hace pensar en posibilidades, pero no es ninguna de ellas. Al menos, en cómo te lo imaginas. La tensión es constante y te mantiene al filo de la butaca. ¿Motivos? Simon Barrett es el director.


>The Subject. Timo Tjahjanto nos trae de nuevo otra producción para V/H/S, ¿es la mejor? NO. Para empezar, rompe con la ambientación de toda la película, esto es, ambientarse en 1994. Para ello, borra el efecto VHS de la edición, y lo reemplaza por un 1080p en altísima definición (lo cuál destroza la dinámica de todo el conjunto).

Por otro lado, nos presenta una historia cargada de “body-horror”, sangre a borbotones y mucha acción. También se despega de esa atmósfera perturbadora que se incentivaba desde el comienzo, para dar lugar a secuencias rápidas de acción donde se hace gala de un circo de CGI cantoso y efectismo barato. Adrenalina para el momento, pero nada que perturbe el estado anímico tras su visionado (cosa que sí logra el anterior corto).


El clásico dilema de si “las máquinas tienen alma”, ese futurismo armamentístico y la creatividad sobre los seres es lo que más puede destacar. El resto lo componen el efectismo barato de tirarle mucha acción, sangre y ese chute de adrenalina al espectador. Los personajes no principales son clichés ya 1000 veces vistos.

¡No te dejes engañar!

>Terror. En fin, ya de pretencioso lleva el nombre por delante. Porque terror, terror no da un carajo. De hecho, no sucede nada hasta los últimos 10 minutos del show. De mientras, paseaba mi cabeza de mano a mano, mientras me recostaba en la butaca. La obra se nos hace pesada, lentísima y con mucho contenido de por medio que está de puro relleno. Podrían eliminarse escenas enteras y seguiría teniendo sentido el final. ¿Qué se nos quiere dar a conocer? A un grupo de paletos americanos con armas. Vale. ¿Es necesario invertir tantas tomas mostrándoles hacer todo tipo de actividades? Lo dudo mucho.

Sin embargo, esto se remedia con 2 interesantes elementos. Probablemente, sea la única cinta que mejor realiza la tarea de situar la acción en los noventas. Uno verdaderamente siente ese “back to the gold old days” gracias a su escenografía y vestuario. El segundo rasgo destacable es el monstruo. Muy conocido, pero muy original a su manera.


El balance final me da negativo, no hay nada interesante con lo que quedarse a excepción de 4 cosas y, honestamente, por tan poco, no merece la pena ver V/H/S 94.

Reboot olvidadizo e innecesario.

4/10


POV: Ves la película con expectativas